Miércoles 13 de abril, Mt 26, 14-25.

 

 "¿Seré yo Señor?" 

 

Uno de los Doce…”: uno de los discípulos, uno de los elegidos por Jesús, uno de los que ha compartido la misión del anuncio del Reino, uno de los que se entusiasmó con los milagros, con las palabras y los gestos de Jesús… uno de los Doce. 

“Ellos empezaron a preguntarle uno por uno: ‘¿Seré yo, Señor?’” Aparentemente, todos asumen la incomprensión del camino de Jesús, todos reconocen sus dudas y la posibilidad de una traición, ante una idea y el sueño distinto de la misión salvadora del Señor.

¿Y nosotros? La Palabra nos quiere hacer tomar conciencia del momento que estamos viviendo de la Semana Santa, pero sobre todo a revisar nuestra actitud de discípulas/os de Jesús ante el misterio de la Pascua. Plantearnos qué estamos haciendo en este momento con nuestras vidas; hacia dónde estamos yendo y cómo hemos respondido al llamado de Jesús. 

Después de habernos sincerado con nosotros mismos podemos mirar a Cristo y preguntarle «¿Acaso soy yo?» Tengamos presente lo que dice el Papa Francisco: «Jesús amándonos nos invita a dejarnos reconciliar con Dios y a regresar a Él para reencontrarnos con nosotros mismos». 

                               Ref. Dominicos.org; Engeli.net. Donbosco.org.ar

Martes 12 de abril, Jn 13,21-33.36-38.

 

«Señor, ¿adónde vas?» 

En este camino que estamos transitando de la Semana Santa, hoy la Palabra nos alerta ante algunas actitudes posibles delante del misterio de la Pascua de Jesús. Estas actitudes que son parte del camino de fe de los cristianos como la incomprensión de los discípulos, la traición de Judas y las negaciones de Pedro. 

Jesús no está delante de una multitud o de algunos desconocidos, está en la intimidad de una cena con los discípulos que él ha elegido entre muchos, que lo han acompañado en la misión de anunciar el Reino. En este contexto aparecen estas actitudes propias del camino de fe de los seguidores de Jesús.  El texto evangélico quiere resaltar con esta escena de intimidad, casi al final del camino a Jerusalén, la necesidad de tomar conciencia y estar con los ojos abiertos para acompañar y vivir junto a Jesús el camino hacia la Pascua. 

Señor, también yo me siento llamado por vos a compartir el camino del anuncio del Reino. También yo estoy invitado a caminar contigo a la Jerusalén de nuestro tiempo. Gracias por regalarnos el alimento de tu Palabra, que nos ayuda a tomar conciencia y abrir los ojos para vivir con fidelidad esta Semana Santa.

Ref. Dominicos.org; Engeli.net. Donbosco.org.ar