Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 30 de enero de 2010

Cuarto Domingo durante el Año C, « ¿No es este el hijo de José?»

Lecturas del 31-01-10 – Ciclo C –

Libro del profeta Jeremías 1, 4-5. 17-19

En tiempos del rey Josías, la palabra del Señor llegó a mí en estos términos: «Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones. En cuanto a ti, cíñete la cintura, levántate y diles todo lo que yo te ordene. No te dejes intimidar por ellos, no sea que te intimide yo delante de ellos. Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. Ellos combatirán contra ti, pero no te derrotarán, porque yo estoy contigo para librarte -oráculo del Señor- .» Palabra de Dios.

SALMO 70
R. Mi boca anunciará tu salvación, Señor.

Yo me refugio en ti, Señor, ¡que nunca tenga que avergonzarme! Por tu justicia, líbrame y rescátame, inclina tu oído hacia mí, y sálvame. R.
Sé para mí una roca protectora, tú que decidiste venir siempre en mi ayuda, porque tú eres mi Roca y mi fortaleza. ¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío! R.

Porque tú, Señor, eres mi esperanza y mi seguridad desde mi juventud. En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre; desde el seno materno fuiste mi protector. R.

Mi boca anunciará incesantemente tus actos de justicia y salvación, Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud, y hasta hoy he narrado tus maravillas. R.

Primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 12, 31-13, 13

Hermanos:
Aspiren a los dones más perfectos. Y ahora voy a mostrarles un camino más perfecto todavía. Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto.
Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor. Palabra de Dios.

Santo Evangelio según San Lucas 4, 21-30

Jesús, en la sinagoga, dijo: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír.» Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: «¿No es este el hijo de José?»
Pero él les respondió: «Sin duda ustedes me citarán el refrán: "Médico, cúrate a ti mismo". Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaúm.» Después agregó: «Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio.» Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino. Palabra del Señor.

Reflexión

En la sinagoga de Nazaret

La incómoda misión de los profetas

Ningún profeta es bien recibido en su tierra. Jesús es el Profeta y corre la misma suerte que los profetas menores que le han precedido y que otros que le siguen. ¿Qué pasó realmente en la sinagoga de su pueblo?

Nazaret es hoy un monumento histórico con su ampliación nueva su casco antiguo. Ningún peregrino a Tierra Santa puede prescindir de la visita al pueblo de Jesús. En su tiempo nada llamaba la atención, era un pueblo sin notoriedad ni historia. Allá volvió Jesús y entró en la sinagoga. Después de la lectura se acercó para hacer la homilía y estuvo muy bien. No habló para halagar. Provocó entusiasmo… pero la cosa no quedó ahí. El es siempre signo de contradicción. Se dividieron opiniones y actitudes y todo terminó en violencia: empiezan por desprestigiarle por su origen sencillo y terminan queriendo arrojarlo montaña abajo.
No se prestó a deleitar con palabras ni a distraer con espectáculo. Su mensaje quería llegar a los corazones provocando reflexión y sacando consecuencias. Cuando las consecuencias son incómodas se prefiere no seguir oyendo. Oír obliga a comprometerse, y el que no está dispuesto a comprometerse prefiere no oír. Siempre sucede así.

Jesús quiere provocar una reacción citando dos ejemplos del Antiguo Testamento: Elías fue enviado a una viuda de Sarepta y Eliseo a Amán, el leproso sirio, a pesar de que había muchas viudas y leprosos en tierra de Israel. Y cambiaron de vida.

A los nazarenos les pasó los que tantos que oyen la predicación del Evangelio, admiran, reflexionan y quedan perplejos: ¡Algo debería cambiar! Pero no se deciden y acallan la voz de la conciencia desprestigiando al mensajero: cuando faltan argumentos se acude al insulto. Al que obliga a someter a revisión nuestras costumbres se le puede objetar con desprecio: ¿no es éste el hijo del carpintero?
No pasó más. Jesús se abrió paso entre los que querían despeñarle y se alejó de ellos, en busca de mentes mejor dispuestas, cumpliendo Él mismo el consejo que dará más tarde: "sacudan el polvo de las sandalias y marcharse a otra parte” (Mt. 10, 14).
Cuando Pablo y Bernabé predicaban en Antioquía, eran muchos los que abandonaban los errores y se hacían bautizar. Pero unos judíos se oponían a la evangelización. Pablo y Bernabé dijeron: “A Uds. les debíamos anunciar primero la Palabra de Dios, pero como la rechazan y juzgan indignos de la vida eterna, nos volveremos a los paganos… Y sacudiendo el polvo de sus pies contra ellos, se dirigieron a Iconio, donde los paganos recibieron el mensaje de Dios” (Hch. 13, 46-47).

¿Qué mensaje se nos anuncia?

El que se decide a anunciar la Palabra de Dios debe persuadirse de que ha de pasar alternativamente por momentos de euforia y de aislamiento, quizás de calumnia y persecución.
Decir la verdad simple y pura no significa cambiar automáticamente los corazones porque no todos están dispuestos a abrir oídos y corazones a la voz de la verdad. Equivale a nadar contra la corriente, a decir verdades ásperas que molestan y el que se siente molestado reacciona atacando. Decir la verdad es enfrentarse con el error y con la comodidad, porque incluso los que quieren oír la Palabra de Dios no siempre están dispuestos a aceptar esa palabra y sus consecuencias. Y el que habla de Dios debe empezar enfrentándose consigo mismo contrastando la verdad de la palabra con el posible error de sus obras.
Tal es la suerte de los profetas que anuncian algo con sus palabras y sus obras. De algunos sacerdotes se dice: como persona, hasta el fin de mundo, con sus ideas, nada. También puede darse lo contrario: el rechazo de la persona puede nacer de su carácter “sagrado”.
Misión profética

Supone siempre desarraigo. Jeremías recibe el encargo de ir a predicar a las gentes que no conoce. Elías y Eliseo sólo triunfaron en el extranjero. Así es la Palabra de Dios: empuja a salir del propio yo, ir lejos, desarraigarse de sus costumbres, superarse a sí mismo… Se es profeta no para sí sino para otros. El profetismo es un carisma, don del Espíritu, a favor principalmente de los demás con preferencia al mismo profeta. Este puede encontrarse en situación incómoda: rechazo por parte de los profetizados y desprestigio por parte de los suyos.

Jesús es signo de contradicción incluso entre los miembros de una misma familia, donde habrá divisiones por causa de Él. Por eso, quizás, no son tantos los que optan por hablar de Dios, prefieren discutir sobre las cosas de Dios o, simplemente, callar.

La libertad de expresión en una sociedad democrática saca a luz todos los temas, el religioso también. En esa temática abundan, demasiado, las publicaciones críticas de la acción de la Iglesia, sus obispos y sacerdotes… y menos de los comportamientos cristianos que se derivan de una religión viva en cuanto a tal. Se oyen disertaciones críticas o planificaciones que vivencias personales que hacen creíble la palabra. Hay excesivo pudor en hablar de vivencias religiosas o, quizá, lo que hay es un gran vacío. Y es motivo de reflexión.


Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las lecturas: El libro del Pueblo de Dios.


Para reflexionar:

¡Vemos a Dios en los márgenes de nuestra sociedad?¿Dónde Dios se nos revela?

¿Vemos como Dios, más allá de las apariencias?

En Nazaret se encontraron frente a frente dos maneras de entender a Dios y su acción en la historia, de entender la fe y la religión.

¿El Espíritu logra cambiarnos a cada uno y cambiar las estructuras?
P. Daniel Silva

Que el Señor te bendiga y te proteja. Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz."

Lecturas de la semana:
Lunes 1: 2Sam. 15, 13-14-30.16, 5-13; Sal. 3; Mc. 5-1-20.
Martes 2: Mal- 3, 1-4; Sal. 23; Heb. 2, 14-18; Lc. 2, 22-40
Miércoles 3: 2 Sam.24, 2.9-17; Sal. 31; Mt.6, 1-6.
Jueves 4: 1 Re. 2, 1-4, 10-12; Sal. 1Cr. 29, 10-12; Mc. 6, 7-13.
Viernes 5: Ecl. 47, 2-13; Sal. 17; Mc. 6, 14-29.
Sábado 6: 1Re. 3, 4-15; Sal. 118; Mc. 6, 30-34.


Te esperamos los sábados 17:00 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José: Brandsen 4970
Villa Dominico. Círculo Bíblico San José

miencuentroconjesus@yahoo.com.ar

domingo, 24 de enero de 2010

Tercer Domingo durante el Año, «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír.»

Lecturas del 24-01-10 – Ciclo C –

Lectura libro de Nehemías 8, 2-4a. 5-6. 8-10

El sacerdote Esdras trajo la Ley ante la Asamblea, compuesta por los hombres, las mujeres y por todos los que podían entender lo que se leía. Era el primer día del séptimo mes. Luego, desde el alba hasta promediar el día, leyó el libro en la plaza que está ante la puerta del Agua, en presencia de los hombres, de las mujeres y de todos los que podían entender. Y todo el pueblo seguía con atención la lectura del libro de la Ley.
Esdras, el escriba, estaba de pie sobre una tarima de madera que habían hecho para esa ocasión. Esdras abrió el libro a la vista de todo el pueblo -porque estaba más alto que todos- y cuando lo abrió, todo el pueblo se puso de pie.
Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo, levantando las manos, respondió: «¡Amén! ¡Amén!» Luego se inclinaron y se postraron delante del Señor con el rostro en tierra.
Ellos leían el libro de la Ley de Dios, con claridad, e interpretando el sentido, de manera que se comprendió la lectura.
Entonces Nehemías, el gobernador, Esdras, el sacerdote escriba, y los levitas que instruían al pueblo, dijeron a todo el pueblo: «Este es un día consagrado al Señor, su Dios: no estén tristes ni lloren.» Porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la Ley.
Después añadió: «Ya pueden retirarse; coman bien, beban un buen vino y manden una porción al que no tiene nada preparado, porque este es un día consagrado a nuestro Señor. No estén tristes, porque la alegría en el Señor es la fortaleza de ustedes.»
Palabra de Dios.

Salmo 18

R. Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida.

La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. R.

Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. R.

La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. R.

¡Ojalá sean de tu agrado las palabras de mi boca, y lleguen hasta ti mis pensamientos, Señor, mi Roca y mi redentor! R.

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 12, 12-14. 27

Hermanos: Así como el cuerpo tiene muchos miembros, y sin embargo, es uno, y estos miembros, a pesar de ser muchos, no forman sino un solo cuerpo, así también sucede con Cristo. Porque todos hemos sido bautizados en un solo Espíritu para formar un solo Cuerpo -judíos y griegos, esclavos y hombres libres- y todos hemos bebido de un mismo Espíritu.
El cuerpo no se compone de un solo miembro sino de muchos. Ustedes son el Cuerpo de Cristo, y cada uno en particular, miembros de ese Cuerpo. Palabra de Dios.

Santo Evangelio san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra. Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.
Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu y su fama se extendió en toda la región. Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.
Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor.
Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír.»
Palabra del Señor.

Reflexión:

COMIENZA EL MINISTERIO.
VISITA A NAZARET

El texto que hoy leemos recoge primero, el contenido del Evangelio según san Lucas, describe en general la actuación de Jesús en Galilea; y por último, narra de lo que le pasó a Jesús en una de las visitas a su pueblo natal, Nazaret.
Lucas quiere ayudar a los cristianos a descubrir y comprobar la firmeza de las enseñanzas en las que son instruidos. Para ello ofrece datos históricos y una buena reflexión creyente sobre la persona y obra de Jesús.

Nexo entre las lecturas

Tanto la Primera Lectura como el Evangelio hablan del libro de la Escritura. Esdras, lee el libro de la ley ante todo el pueblo. En la sinagoga, Jesús lee al profeta Isaías. Para dar vida a la Escritura y hacerla real, Dios puso en la Iglesia a los apóstoles, los profetas, los maestros, el don de lenguas, el don de interpretación, de modo que la Palabra de Dios sea viva, vivifique y permanezca para siempre.

La Escritura, libro de judaísmo. Tanto en el judaísmo como en el cristianismo y el islamismo son en cierta manera la religión del Libro. Los judíos tienen la Torah (Revelación de Dios en el AT), los cristianos el Evangelio (A y N Testamento), los musulmanes el Corán. Para un pío judío contemporáneo a Jesús dos eran los puntos de referencia religiosa; el Templo y la Torah; en ambos está el Señor con su amor misericordioso. En ambos dialoga Dios con el hombre como un amigo, ambos son caminos de salvación no sólo para los judíos sino para todas las naciones.

Jesús, el Libro y el cristiano

Jesús como buen judío escuchó y leyó la Torah escrita y oral. Está familiarizado con ella porque había sido educado y en ella se sentía reflejado, en virtud de la conciencia que tenía de sí mismo.
La sinagoga era el lugar de culto de los judíos, que no tenían Iglesias, sólo el Templo de Jerusalén. El culto en las sinagogas tenía estas partes: canto, proclamación de la fe, alabanza a Dios, lectura sagrada y comentada.
Este relato es fundamental para Lucas. Lo pone al comienzo de la actividad pública de Jesús para dejar bien en claro cuál es el proyecto que Jesús intenta llevar adelante: proyecto de liberación y fraternidad real.
En las palabras del libro del profeta Isaías, que lee, Jesús se ve fiel mente retratado, porque sobre Él está el Espíritu de Dios y porque se siente enviado a proclamar la buena noticia a los pobres y el año de amnistía de Dios.
Lucas ha elegido este hecho y lo ha puesto en primer momento, una síntesis de lo que va a ser el mensaje y vida de Jesús. Es una escena programática. En ella se nos dice que Jesús es el Ungido, el Mesías.
Se nos revela qué tipo de Mesías es: no Mesías político, sino Mesías para los pobres y de los pobres, que trae la liberación, la justicia, la amnistía y la salud a todos los necesitados y oprimidos, y con ellos, a toda la humanidad.
Con su aparición se cumplen las esperanzas de Israel. “Hoy se ha cumplido este pasaje”. Pero Nazaret-que representa aquí todo Israel- rechaza su predicación; ellos esperaban otro tipo de Mesías y buscan ventajas y prodigios, como los que dice que ha hecho en otras partes.
De nada vale la explicación del evangelista que pone en boca de Jesús que también en el AT muchos profetas fueron enviados a los paganos.
De nada valen, porque el sentimiento nacionalista les impide ver la universalidad del plan de Dios. Más bien lo consideran una provocación y, llenos de ira, intentan despeñarle –lo cual es un anuncio, desde el inicio, de su muerte. Pero la libertad de Jesús vence a sus enemigos, se abre paso para ellos y se aleja. Este versículo es una referencia clara de su resurrección y al triunfo de la evangelización que se abrió camino entre los paganos.
Jesús trae una salvación plena, integral.

Trae la gran promesa de Dios a su pueblo humillado y oprimido. Con esta manera de hablar en la sinagoga, Jesús nos revela el plan de Dios y su misión e identidad como Mesías. He aquí alguno de sus rasgos más significativos:
- La salvación de Dios va dirigida a la parte de la humanidad más desvalida y necesitada: los pobres, los oprimidos, los prisioneros, los ciegos.
- Es una liberación que alcanza la totalidad del ser humano y no sólo a su dimensión espiritual. Abarca tanto su aspecto material como espiritual, el social como el personal.
- Es una buena noticia, y no un castigo o venganza. Jesús anuncia un “año de gracia”. El Evangelio no es algo sobrenatural y privado, ajeno a los problemas sociales, políticos, económicos, culturales. La salvación de Jesús es para toda la dimensión del hombre.
- Es una buena noticia para todos, no sólo para el pueblo elegido, sino que tiene un carácter universalista. Cuando los de cerca, los de casa, rechazan a Jesús, lo admiten los de lejos. Dicho de otro modo, Jesús no tiene patria. Nosotros, en cambio, pretendemos secuestrarlo, como si fuera nuestro; o rechazarlo, porque no coincide con nuestras expectativas o nos provoca. Entonces Jesús se abre paso entre nosotros y se nos escapa. El “pueblo de Dios” no es aquel en el que nosotros nos situamos, sino donde El está.

Por eso es Buena Noticia, para hoy. Las diferentes situaciones humanas enunciadas-pobreza, cautividad, ceguera, opresión aparecen como expresión de muerte. Anunciar a los pobres la Buena Noticia es la historia nueva que Jesús anuncia que como ellos, tiene que ser nuestro eje de nuestra vida para liberarnos tanto material como espiritual, ayer y hoy y poder proclamar el año de gracia del Señor en toda nuestra vida.
Llevar adelante un proyecto liberador como el de Jesús sólo es posible con la fuerza del Espíritu; no sólo porque somos débiles sino porque las fuerzas del enemigo quiere vencernos y sólo se lo combate con la fuerza del Espíritu.
P. Daniel Silva
Reflexionamos

La Palabra de Dios:

¿Es el centro de mi vida?
¿La medito asiduamente?
¿La pongo en práctica como buen discípulo de Jesús?
¿La predico como anuncio la Buena Noticia de Jesús

Lecturas de la semana:
Lunes 25: Hch. 22, 3-16; Sal. 116; Mc. 16, 15-18.
Martes 26: Tit. 1, 1-5; Sal. 95; Mc. 4, 1-20
Miércoles 27: 2 Sam.7, 4-17; Sal. 88; Mc.4, 1-20.
Jueves 28: 2 Sam. 7, 18-19, 24-29; Sal. 131; Mc. 4, 21-25.
Viernes 29: 2 Sam. 11, 1-4a. 5-10ª. 13-17. 27c; Sal. 50; Mc. 4, 26-34.
Sábado 30: 2 Sam. 12, 1-7a. 10-17; Sal. 50; Mc. 4, 35-41.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas: El libro del Pueblo de Dios.


Te esperamos los sábados 17:00 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José: Brandsen 4970
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