Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 5 de enero de 2013

Solemnidad de la Epifanía del Señor

Pergamino horizontal:       Mi  encuentro  con  Jesús 
Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento… Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás. Flp.  2,2-4


 
Lecturas del 6 / 01 / 13
 
Solemnidad de la Epifanía del Señor

– Ciclo C –
 
Jesucristo es la respuesta de Dios a nuestra búsqueda de Él
 
Lectura del libro del profeta Isaías 60, 1-6   
¡Levántate, resplandece, porque llega tu luz y la gloria del Señor brilla sobre ti! Porque las tinieblas cubren la tierra y una densa oscuridad, a las naciones, pero sobre ti brillará el Señor y su gloria aparecerá sobre ti. Las naciones caminarán a tu luz y los reyes, al esplendor de tu aurora.    
Mira a tú alrededor y observa: todos se han reunido y vienen hacia ti; tus hijos llegan desde lejos y tus hijas son llevadas en brazos. Al ver esto, estarás radiante, palpitará y se ensanchará tu corazón, porque se volcarán sobre ti los tesoros del mar y las riquezas de las nacionesllegarán hasta ti. Te cubrirá una multitud de camellos, de dromedarios de Madián y de Efá. Todos ellos vendrán desde Sabá, trayendo oro e incienso, y pregonarán las alabanzas del Señor. Palabra de Dios.                                                                 
Salmo 71:             
                          
R.  ¡Pueblos de la Tierra alaben al Señor! O Que se postren ante ti Señor, todos los pueblos de la tierra.
Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud.  R.           
Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra.  R.     
Que los reyes de Tarsis y de las costas lejanas le paguen tributo. Que los reyes de Arabia y de Sabá le traigan regalos; que todos los reyes le rindan homenaje y lo sirvan todas las naciones.  R.                
Porque Él librará al pobre que suplica y al humilde que está desamparado. Tendrá compasión del débil y del pobre, y salvará la vida de los indigentes.  R.
 
Carta de Pablo a los cristianos de Efeso 3, 2-6            
Hermanos: Seguramente habrán oído hablar de la gracia de Dios, que me ha sido dispensada en beneficio de ustedes.     
Fue por medio de una revelación como se me dio a conocer este misterio, tal como acabo de exponérselo en pocas palabras. Al leerlas, se darán cuenta de la comprensión que tengo del misterio de Cristo, que no fue manifestado a las generaciones pasadas, pero que ahora ha sido revelado por medio del Espíritu a sus santos apóstoles y profetas.                
Este misterio consiste en que también los paganos participan de una misma herencia, son miembros de un mismo Cuerpo y beneficiarios de la misma promesa en Cristo Jesús, por medio del Evangelio. Palabra de Dios.               
                
Santo Evangelio según san Mateo 2, 1-12    
Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén y preguntaron: «¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo.»    
Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. «En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel.» 
Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, los envió a Belén, diciéndoles: «Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje.»              
Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.   Palabra del Señor.                              
        
Reflexión    
 
Epifanía: Manifestación de Dios. El evangelio que leemos hoy en la Fiesta de la Epifanía, confirma el carácter universal de la salvación de Dios. Mateo expresa, por medio de este relato, el origen divino de Jesús y su tarea salvífica como Mesías, como rey de Israel, heredero del trono de David; para ello el evangelista insiste en nombrar con exactitud el lugar donde nació Jesús y en confirmar, a través del Antiguo   Testamento, que con su presencia en la historia se   da cumplimiento a las palabras de los profetas. Por otro lado, el rechazo de este nacimiento por parte de las autoridades políticas (Herodes) y religiosas (sumos sacerdotes y escribas) del pueblo judío y el gozo infinito de los magos, venidos de oriente, anuncian desde ya ese carácter universal de la misión de Jesús, la apertura del evangelio a los paganos y su vinculación a la comunidad cristiana.
 
La Epifanía del Señor es la celebración precisa para confesar nuestra fe en un Dios que se manifiesta a toda la humanidad, que se hace presente en todas las culturas (religiones), que actúa en todos, y que invita a la comunidad creyente a abrir sus puertas a las necesidades y pluralidades del mundo actual.
 
“Los Magos”. El término “magos” procede del griego “magoi”, que significa matemático, astrónomo o astrólogo. Estas dos últimas disciplinas eran una misma en la antigüedad, por lo que con ambas se podía estudiar el destino y designio de las personas. Es decir, los reyes magos habrían sido astrónomos o conocedores del cielo.
 
Los Tres “Reyes Magos” representan la manifestación de Jesucristo, Dios y Señor de todos los hombres, a todas las razas. Por eso la fiesta que recuerda la visita de los Magos de Oriente al Dios-Hombre, al Rey de Reyes, se denomina “Epifanía”, que significa “manifestación”.

Dios-Padre ha inscrito en el corazón de todos los seres humanos el deseo de buscarle. Y Dios responde a ese anhelo que hay en cada uno de nosotros sus creaturas.
Y responde, mostrándonos cómo es Él y cuál es el camino para llegar a Él, con su Hijo Jesucristo, que se hace hombre, nace y vive en nuestro mundo en un momento dado de nuestra historia. (cfr. Juan Pablo II, En el umbral del Tercer Milenio).
 
Jesucristo es la respuesta de Dios a nuestra búsqueda de Él. Es el Salvador del género humano. Es el “Rey de Reyes”. Es el Dios hecho hombre.Eso lo supieron los magos que vinieron de oriente hacia Belén, buscándolo. Ellos habían recibido una inspiración del Señor que los impulsaba a buscar a ese “Rey” que era mucho más que ellos, ya que su Reino era mucho mayor que todos los reinos de la tierra. Recibieron una llamada divina para ponerse en marcha y luego la Estrella del Señor los guiaba por el camino hacia Belén. Por eso dicen los Magos: “Hemos visto suestrella en Oriente y venimos a adorarlo”.
En efecto, después de muchas vicisitudes, llegaron “al lugar donde estaba el Niño”. Allí volvieron a ver “la Estrella y se llenaron de inmensa alegría.
“Vieron al Niño que estaba con María, su Madre y postrándose, le adoraron”. Es decir, al llegar ante la presencia de Dios-hecho-Hombre, caen postrados ante tal majestad y grandeza. Caen, adorándolo.
 
En la visita de los magos a Jesús, los Padres de la Iglesia ven simbolizadas en los regalos que le ofrecieron: oro, en reconocimiento de que era Rey; incienso, con que lo reconocían como Dios, y mirra, sustancia usada para ungir a los muertos, simbolizaba su muerte como Hombre para nuestra salvación. La tradición a puesto nombre a estos magos, Melchor, Gaspar y Baltasar. Además los ha hecho pertenecer a tres razas principales de la Tierra: blanca, amarilla y negra. Los transformó de magos en reyes (el teólogo y abogado cartaginés Tertuliano (160-220 d.C.) aseguró que los magos eran reyes y que procederían de Oriente). Y así la tradición interpretó perfectamente la intención del evangelista, de una forma tan plástica y tan clara nos decía que los magos eran los representantes de los pueblos y razas de la Tierra que llegaron a Belén a adorar no sólo al Rey de los judíos, sino al que reconocían como Rey y Señor de toda la humanidad. 
 
Esta breve historia de la Sagrada Escritura nos muestra que Dios se revela a toda raza, pueblo y nación. Se revela en Jesucristo, Dios Vivo y Verdadero, ante Quien no podemos más que postrarnos y adorarlo.
 
La historia de los Magos de Oriente nos muestra cómo Dios llama a cada persona de diferentes maneras, sea cual fuere su origen o su raza, su pueblo o su nación, su creencia o convicción. Él toca nuestros corazones para que lo reconozcamos en Jesucristo como nuestro Señor, nuestro Creador, nuestro Rey.
 
Como a los tres Magos, Dios nos llama, nos inspira para que le busquemos, se revela a nosotros en Jesucristo. Y nuestra respuesta no puede ser otra que la de ellos: buscarlo, seguir Su Camino, postrarnos y adorarlo, ofreciéndole nuestra entrega a Él, nuestra oración y nuestros trabajos.
 
Pablo, a través de la carta a los Efesios, nos afirma que la salvación venida por Dios, a través de Jesús, es para “todos”, judíos y paganos. El plan de Dios, según Pablo, consiste en formar un solo pueblo, una sola comunidad creyente, un solo cuerpo, una sola Iglesia, un organismo vivo capaz de comunicar a toda la creación la vida y la salvación otorgada por Dios. E
El misterio recibido por Pablo consiste en que la Buena Nueva de Cristo se hace efectiva también en los paganos, ellos son coherederos y miembros de ese mismo Cuerpo; esto significa que Dios se ha querido revelar a toda la humanidad, actúa en todos, salva a todos, reconcilia a todos sin excepción.
 
 
Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que lanza a la vida eterna: concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin.
Amén
 
Nota: Basado en el Libro del Pueblo de Dios, homilías.com.ar, Unos momentos con Jesús y María, “Y la Palabra se hizo fiesta..... De Edit. Claretiana. Catholic-Nec.com. Servicio Bíblico Latinoamericano.
 
 
Cuento: La Elección de Vivir
 
Jeremias era el tipo de persona que te encantaría envidiar. Siempre estaba de buen humor y siempre tenía algo positivo que decir. Cuando alguien le preguntaba cómo le iba, el respondía “Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”. El era un gerente especial porque tenía varias meseras que lo habían seguido de restaurante en restaurante. La razón porque las meseras seguían a Jeremías era por su actitud.
El era un motivador natural: Si un empleado tenía un mal día, Jeremías estaba ahí para decirle al empleado cómo ver el lado positivo de la situación.
Ver este estilo realmente me causo curiosidad, así que un día fui a buscar a Jeremías y le pregunté: -¿No lo entiendo? No es posible ser una persona positiva todo el tiempo… ¿Cómo lo haces? Jeremías respondió: -“Cada mañana me despierto, saludo a Dios con una oración, le doy gracias por permitirme estar vivo un día más y me digo a mi mismo, Jeremías, tienes dos opciones hoy, puedes escoger estar de buen humor o puedes escoger estar de mal humor. Escojo estar de buen humor. Cada vez que sucede algo malo, puedo escoger entre ser una víctima o aprender de ello. Escojo aprender de ello. Cada vez que viene alguien a mí para quejarse, puedo aceptar su queja o puedo señalarle el lado positivo de la vida. Escojo el lado positivo de la vida. “
-“Sí… claro… pero no es tan fácil” (protesté)  -“Sí lo es” dijo. -“Todo en la vida es acerca de elecciones. Cuando quitas todo lo demás, cada situación es una elección. Tú eliges como la gente afectara tu estado de ánimo. Tú eliges estar de buen humor o mal humor. En resumen: “TU ELIGES CÓMO VIVIR LA VIDA”. DIOS nos concedió ese Don”.
Reflexioné en lo que me dijo Jeremías. Poco tiempo después, dejé la industria de restaurantes para iniciar mi propio negocio. Perdimos contacto, pero con frecuencia pensaba en Jeremías cuando tenía que hacer una elección en la vida en vez de reaccionar a ella.
Varios años más tarde, me enteré que Jeremías hizo algo que nunca debe hacerse en un negocio de restaurante. Dejó la puerta de atrás abierta una mañana y fue asaltado por 3 ladrones armados. Mientras trataba de abrir la caja fuerte, su mano temblando por el nerviosismo, resbaló de la combinación. Los asaltantes sintieron pánico y le dispararon.
Con mucha suerte, Carlos fue encontrado relativamente pronto y llevado de emergencia a una clínica. Después de 18 hs. de cirugía y semanas de terapia intensiva, Jeremías fue dado de alta aún con fragmentos de bala en su cuerpo.
Me encontré con Jeremías seis meses después del accidente y cuando le pregunté cómo estaba, me respondió: “Si pudiera estar mejor, tendría un gemelo”.
Le pregunté ¿qué pasó por su mente en el momento del asalto? Contestó: -“Lo primero que me vino a la mente fue que debí haber cerrado con llave la puerta de atrás. Cuando estaba tirado en el piso recordé que tenia dos opciones: “Podía elegir vivir o podía elegir morir. Elegí vivir. -¿No sentiste miedo?, le pregunté. Jeremías  continuó: “Los médicos fueron geniales. No dejaban de decirme que iba a estar bien. Pero cuando me llevaron al quirófano y vi las expresiones en las caras de médicos y enfermeras, realmente me asusté… podía leer en sus ojos es hombre muerto. Supe entonces que debía tomar acción.
 
¿Qué hiciste? Pregunté. -“Bueno… primero le di gracias a DIOS por que hasta ahora me había dejado vivir y le dije, quiero seguir viviendo pero que se haga tu voluntad, no la mía. Después uno de los médicos me preguntó si era alérgico a algo y respirando profundo grité ¡¡SI..!!, a las balas… Mientras reí les dije: “Estoy escogiendo vivir… opérenme como si estuviera vivo, no muerto y no se preocupen DIOS decide el resto.”
Jeremías vivió sin lugar a duda gracias a DIOS, ÉL les dio a los médicos lo que él sentía, ganas de vivir, para no fallar en la operación... y la asombrosa actitud y decisión de Jeremías fue crucial.
                             
Cuadro de texto: Círculo Bíblico San José
Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Domínico.
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com

Si  querés recibir la hojita por e-mail pedila:
 miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
Lecturas de la Semana
 
Lunes 7: 1Jn. 3, 22—4.6; Sal. 2; Mt. 4, 12-17.23-25.
Martes 8: 1Jn. 4, 7-10; Sal 71; Mc. 6,34-44.
Miércoles 9: 1Jn. 4,11-18; Sal 71; Mc.6, 45-52.
Jueves 10: 1Jn. 4, 19—5.4; Sal. 71; Lc. 4, 14-22.
Viernes 11:  1Jn. 5, 5-13;  Sal 147;  Lc. 5, 12-16.
Sábado 12: 1Jn. 5, 14-21; Sal. 149; Jn.3, 22-30.