Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 10 de junio de 2023

Corpus Christi. Lecturas 11-6-23 , Ciclo A.

 

” Ven Espíritu Santo”

Señor, envía tu Espíritu sobre mí y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, enséñame a abrir mi corazón para recibirla; dame fuerza para poner en práctica tus mandatos. Ilumina, señor, mis caminos para que vaya por los senderos de justicia y amor en los que te pueda encontrar. Amén.  

“El pan que me da la Vida es el pan que en que me convierto cuando me doy”  

Libro del Deuteronomio 8, 2-3. 14b-16a

Moisés habló al pueblo diciendo: «Acuérdate del largo camino que el Señor, tu Dios, te hizo recorrer por el desierto durante esos cuarenta años.Allí él te afligió y te puso a prueba, para conocer el fondo de tu corazón y ver si eres capaz o no de guardar sus mandamientos. Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor.          No olvides al Señor, tu Dios, que te hizo salir de Egipto, de un lugar de esclavitud, y te condujo por ese inmenso y temible desierto, entre serpientes abrasadoras y escorpiones. No olvides al Señor, tu Dios, que en esa tierra sedienta y sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca, y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres.» Palabra de Dios. 

Salmo 147, R. ¡Glorifica al Señor, Jerusalén!

¡Glorifica al Señor, Jerusalén, alaba a tu Dios, Sión! El reforzó los cerrojos de tus puertas y bendijo a tus hijos dentro de ti.  R.

El asegura la paz en tus fronteras y te sacia con lo mejor del trigo. Envía su mensaje a la tierra, su palabra corre velozmente.  R.

Revela su palabra a Jacob, sus preceptos y mandatos a Israel: a ningún otro pueblo trató así ni le dio a conocer sus mandamientos.  R. 

Primera carta Pablo a los Corintios 10, 16-17

Hermanos: La copa de bendición que bendecimos, ¿no es acaso comunión con la Sangre de Cristo? Y el pan que partimos, ¿no es comunión con el Cuerpo de Cristo? Ya que hay un solo pan, todos nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo Cuerpo, porque participamos de ese único pan. Palabra de Dios.

Evangelio según san Juan 6, 51-58

Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que yo daré es mi carne para la Vida del mundo.» Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?» Jesús les respondió: «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día.  Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Este es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente.» Palabra del Señor.  

Quédate conmigo, esta noche, Jesús, en la vida con todos los peligros, yo te necesito. Déjame reconocerte como lo hicieron tus discípulos en la partición del pan, para que la Comunión Eucarística sea la luz que dispersa la oscuridad, la fuerza que me sostiene, el único gozo de mi corazón. (P. Pio)

 Reflexión:

Este domingo la liturgia de la Iglesia celebra la Solemnidad del Corpus Christi, es decir la memoria particular de la presencia real de Jesús en el Pan y el Vino consagrado y compartido. Este día, nos invita a la reflexión sobre la necesidad que tenemos en nuestras vidas de alimentarnos, de recibir el Pan de Vida, en que es el propio Jesús que nos alimenta en cada Eucaristía.                

La presencia divina en nosotros. La eucaristía fue para las primeras comunidades el acto más espectacular imaginado. Los cristianos que la celebraban se sentían comprometidos a vivir lo que el sacramento significaba, conscientes de que recordaban lo que Jesús había sido y comprometiéndose a vivir como él vivió. 

Para celebrar la eucaristía dominical no basta con seguir las normas prescritas o pronunciar las palabras obligadas. No basta tampoco cantar, santiguarnos o darnos la paz en el momento adecuado. Es muy fácil asistir a misa y no celebrar nada en el corazón; oír las lecturas correspondientes y no escuchar la voz de Dios; comulgar piadosamente sin comulgar con Cristo; darnos la paz sin reconciliarnos con nadie. ¿Cómo vivir la misa del domingo como una experiencia que renueve y fortalezca nuestra fe? 

Para empezar, hemos de escuchar con atención y alegría la Palabra de Dios, y en concreto el evangelio de Jesús. Durante la semana hemos visto la televisión, hemos escuchado la radio y hemos leído la prensa. Vivimos invadidos por toda clase de mensajes, voces, noticias, información y publicidad. Necesitamos escuchar otra voz diferente que nos sane por dentro. Es un respiro escuchar las palabras directas y sencillas de Jesús. Traen verdad a nuestra vida. Nos liberan de engaños, miedos y egoísmos que nos hacen daño. Nos enseñan a vivir con más sencillez y dignidad, con más sentido y esperanza. Es una suerte hacer el recorrido de la vida guiados cada domingo por la luz del evangelio. 

La plegaria eucarística constituye el momento central. No nos podemos distraer. «Levantamos el corazón» para dar gracias a Dios. Es bueno, es justo y necesario agradecer a Dios por la vida, por la creación entera y por el regalo que es Jesucristo. La vida no es solo trabajo, esfuerzo y agitación. Es también celebración, acción de gracias y alabanza a Dios. Es bueno reunirnos cada domingo para sentir la vida como regalo y dar gracias al Creador. 

La comunión con Cristo es decisiva. Es el momento de acoger a Jesús en nuestra vida para experimentarlo en nosotros, identificarnos con él y dejarnos trabajar, consolar y fortalecer por su Espíritu. Todo esto no lo vivimos encerrados en nuestro pequeño mundo. Rezamos juntos el Padrenuestro sintiéndonos hermanos de todos. Le pedimos que a nadie le falte el pan ni el perdón. Nos damos la paz y la buscamos para todos. 

La eucaristía es un sacramento donde se unen un signo con una realidad significada.

El primer signo es el Pan partido y preparado para ser comido, es el signo de lo que fue Jesús toda su vida. La clave del signo no está en el pan como cosa, sino en el hecho de que está partido. El pan se parte para comerlo, es decir, el signo está en la disponibilidad de poder ser comido. Jesús estuvo siempre preparado para que todo el que se acercara a él pudiera hacer suyo todo lo que él era. Se dejó partir, se dejó comer, se dejó asimilar; aunque esa actitud tuvo como consecuencia que fuera aniquilado por los jefes de su religión. La posibilidad de morir por ser como era fue asumida con la mayor naturalidad. 

El segundo signo es la sangre derramada. Es muy importante tomar conciencia de que, para los judíos, la sangre era la vida misma. Si no tenemos esto en cuenta, se pierde el significado. Tenían prohibido tomar la sangre de los animales, porque como era la vida, pertenecía solo a Dios. La sangre está haciendo alusión a la vida de Jesús que estuvo siempre a disposición de los demás. No es la muerte la que nos salva, sino su vida humana que estuvo siempre disponible para todo el que lo necesitaba.

La realidad significada, es una realidad trascendente, que está fuera del alcance de los sentidos. Si queremos hacerla presente, tenemos que utilizar los signos. Por eso tenemos necesidad de los sacramentos. Dios no los necesita, pero nosotros sí, porque no tenemos otra manera de acceder a esas realidades. Esas realidades son eternas y no se pueden ni crear ni destruir; ni traer ni llevar; ni poner ni quitar. Están siempre ahí. En lo que fue Jesús durante su vida, podemos descubrir esa realidad, la presencia de Dios como don.

Lo principal de este sacramento es tomar conciencia de la presencia divina en nosotros. Pero esa toma de conciencia tiene que llevarnos a vivir esa misma realidad como la vivió Jesús.

En la eucaristía se concentra todo el mensaje de Jesús, que es el AMOR. El Amor que es Dios manifestado en el don de sí mismo que hizo Jesús durante su vida. Esto soy yo: Don total, Amor total, sin límites. Al comer el pan y beber el vino consagrados, lo que quiere decir es que hago mía su vida y me Aclaración: Se han consultado para la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios. Centro Bíblico del CELAM. Catholic Net. J A Pagola. Mons. Miguel Esteban Hesayne. Raniero Cantalamessa. Hojitas anteriores.

¿Qué me dice La Palabra de hoy? 

¿Qué me llevo de mi encuentro con Jesús, para meditar durante la semana? “El Pan partido y preparado para ser comido, es el signo de lo que fue Jesús toda su vida.”

“Lo principal de este sacramento es tomar conciencia de la presencia divina en nosotros”

Comunión: con Dios y entre nosotros! 

 “El pan que me da la Vida no es el pan que como, sino el pan en que me convierto cuando me doy. Soy cristiano, no cuando cómo sino cuando me dejo comer, como hizo Jesús”

 “Al comer el pan y beber el vino, consagrados, lo que quiere decir es que hago mía su vida y me comprometo a identificarme con lo que fue e hizo Jesús” 

Domingo de Pascua, ¡Cristo vive! 

Segundo Domingo de Pascua, De la Divina Misericordia, “Hemos visto al Señor”

Tercer Domingo de Pascua, “Reconocer la presencia de Jesús en nuestras vidas”  

Cuarto Domingo de Pascua, “Yo he venido para que tengan Vida, y la tengan en abundancia”  

Quinto Domingo de Pascua, “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”  

Sexto domingo de Pascua, “No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes”  

Ascensión, “No estamos solos, ni perdidos, ni abandonados. Cristo está con nosotros”  

Pentecostés, “Reciban al Espíritu Santo, el soplo creador que infunde aliento de vida”  

Santísima Trinidad, “Dios Amor nos invita al gozo de su vida en comunidad” 

Círculo Bíblico San José  

“Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino” Sal 119


Evangelio del día 10 junio 2023. Mc 12, 38-44. "Esta viuda pobre ha echado todo lo que ..."

 
¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 38-44 ] En aquel tiempo, Jesús, instruyéndolos, les dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en las plazas, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas y aparentan hacer largas oraciones. Esos recibirán una condenación más rigurosa». Estando Jesús sentado enfrente del tesoro del templo, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban mucho; se acercó una viuda pobre y echó dos monedillas, es decir, un cuadrante. Llamando a sus discípulos, les dijo: «En verdad os digo que esta viuda pobre ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero esta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir». Palabra del Señor.

viernes, 9 de junio de 2023

Evangelio del día 9 junio 2023. Mc 12, 35-37. ¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de Dav...

 
¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 35-37] En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido por el Espíritu Santo, dice: “Dijo el Señor a mi Señor: siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies”. Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?». Una muchedumbre numerosa le escuchaba a gusto. Palabra del Señor. 

jueves, 8 de junio de 2023

Evangelio del día 8 junio 2023. Mc 12, 28-34. ¿Qué mandamiento es el primero de todos?

 
¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 28b-34] En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. Palabra del Señor.

miércoles, 7 de junio de 2023

Evangelio del día 7 junio 2023. Mc 12, 18-27. "No es Dios de muertos, sino de vivos"

 
¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 18-27] En aquel tiempo, se le acercan unos saduceos, los cuales dicen que no hay resurrección, y le preguntan: «Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero no hijos, que se case con la viuda y dé descendencia a su hermano”. Pues bien, había siete hermanos: el primero se casó y murió sin hijos; el segundo se casó con la viuda y murió también sin hijos; lo mismo el tercero; y ninguno de los siete dejó hijos. Por último murió la mujer. Cuando llegue la resurrección y resuciten, ¿de cuál de ellos será mujer? Porque los siete han estado casados con ella». Jesús les respondió: «¿No estáis equivocados, por no entender la Escritura ni el poder de Dios? Pues cuando resuciten, ni los hombres se casarán ni las mujeres serán dadas en matrimonio, serán como ángeles del cielo. Y a propósito de que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de Moisés, en el episodio de la zarza, lo que le dijo Dios: “Yo soy el Dios de Abrahán, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob”? No es Dios de muertos, sino de vivos. Estáis muy equivocados». Palabra del Señor.

martes, 6 de junio de 2023

Evangelio del día 6 junio 2023. Mc 12, 13-17. "Dad al César lo que es del César y a Dio..."

 
 ¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 13-17] En aquel tiempo, le envían a Jesús algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres veraz y no te preocupa lo que digan; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?». Adivinando su hipocresía, les replicó: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea». Se lo trajeron. Y él les preguntó: «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?». Le contestaron: «Del César». Jesús les replicó: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y se quedaron admirados.

Evangelio del día 5 junio 2023. Mc 12, 1-12. "Un hombre plantó una viña"

 
 ¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida! 

[Marcos 12, 1-12] En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, a los escribas y a los ancianos: «Un hombre plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó un lagar, construyó una torre, la arrendó a unos labradores y se marchó lejos. A su tiempo, envió un criado a los labradores, para percibir su tanto del fruto de la viña. Ellos lo agarraron, lo azotaron y lo despidieron con las manos vacías. Les envió de nuevo otro criado; a este lo descalabraron e insultaron. Envió a otro y lo mataron; y a otros muchos, a los que azotaron o los mataron. Le quedaba uno, su hijo amado. Y lo envió el último, pensando: “Respetarán a mi hijo”. Pero los labradores se dijeron: “Este es el heredero. Venga, lo matamos y será nuestra la herencia”. Y, agarrándolo, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña. ¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, hará perecer a los labradores y arrendará la viña a otros. ¿No habéis leído aquel texto de la Escritura: “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente”?». Intentaron echarle mano, porque comprendieron que había dicho la parábola por ellos; pero temieron a la gente y, dejándolo allí, se marcharon». Palabra del Señor.

Santísima Trinidad Lecturas 4-6-23, Ciclo A

 
” Ven Espíritu Santo”

Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mí y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, que me guie y asista al meditar tus enseñanzas, para que pueda saborearla y comprenderla, para que tu Palabra penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén  

“Dios Amor nos invita al gozo de su vida en comunidad”

Lectura del libro del Éxodo 34, 4b-6. 8-9 

En aquellos días: Moisés subió a la montaña del Sinaí, como el Señor se lo había ordenado, llevando las dos tablas en sus manos. El Señor descendió en la nube, y permaneció allí, junto a él. Moisés invocó el nombre del Señor. El Señor pasó delante de él y exclamó: «El Señor es un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarse, y pródigo en amor y fidelidad.» Moisés cayó de rodillas y se postró, diciendo: «Si realmente me has brindado tu amistad, dígnate, Señor, ir en medio de nosotros. Es verdad que este es un pueblo obstinado, pero perdona nuestra culpa y nuestro pecado, y conviértenos en tu herencia.» Palabra de Dios. 

Salmo: Dn. 3, 52. 53. 54. 55. 56, R: A ti, eternamente, gloria y honor 

Bendito seas, Señor, Dios de nuestros padres, alabado y exaltado eternamente. Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, alabado y exaltado eternamente. R

Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado eternamente por encima de todo. Bendito seas en el trono de tu reino, aclamado por encima de todo y exaltado eternamente. R

Bendito seas tú, que sondeas los abismos y te sientas sobre los querubines, alabado y exaltado eternamente por encima de todo. Bendito seas en el firmamento del cielo, aclamado y glorificado eternamente. R  

2° carta de Pablo a los Corintios 13, 11-13

Hermanos: Alégrense, trabajen para alcanzar la perfección, anímense unos a otros, vivan en armonía y en paz. Y entonces, el Dios del amor y de la paz permanecerá con ustedes. Salúdense mutuamente con el beso santo. Todos los hermanos les envían saludos. La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo permanezcan con todos ustedes. Palabra de Dios.

Evangelio según san Juan 3, 16-18

Dijo Jesús: Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios. Palabra del Señor.

 
Reflexión:

Hoy, la liturgia nos invita a celebrar a la Santísima Trinidad, nuestro Dios. Un solo Dios en tres Personas, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo, en el nombre del cual hemos sido bautizados. Y por la gracia del Bautismo estamos llamados a tener parte en la vida de la Santísima Trinidad, hemos sido hechos partícipes de la vida divina, llegando a ser hijos del Padre Dios, hermanos en Cristo y templos del Espíritu Santo.  

Hoy proclamamos que la vida trinitaria, la intimidad del Padre y del Hijo y su Amor, es la medida, la gracia y la inspiración de nuestras relaciones con Dios y entre nosotros. Se trata de un misterio inagotable que conocemos experiencialmente, en la medida en que se impregna en nosotros.  

Una revelación que proviene de Jesús, el Hijo. Ante todo, tengamos presente que, Jesús aparece en nuestra historia humana para revelarnos el auténtico “amor”. Nos revela el gran secreto del amor, sin ambigüedades, al revelarnos la intimidad de Dios.  Algunas de sus revelaciones más significativas que meditamos el mes pasado en el evangelio de Juan:  

• “Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre… Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí” (14,9.11).  

• “Si alguien me ama, guardará mi Palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él” (14,23).  

• “El Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todo” (14,26).  

• “Que todos sean uno; como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros” (17,21).             

• “Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios” (20,17). 

• “‘Como el Padre me envió, también yo los envío’. Dicho esto, sopló sobre ellos y les dijo: ‘Reciban el Espíritu Santo’” (20,21b-22).  

Dios, comunión amorosa. Como Dios es “único”, muchas veces nos inclinamos a pensarlo un “eterno solitario” e “infinitamente lejano”. Pero, Dios es tan inmenso, admirable, fascinante que lo mejor que se ha dicho de Él es que es “Amor”, pero al no tener una idea exacta y clara qué es el “amor”, caemos en crearnos un Dios que busca alabanzas y admiración, que se mira a sí mismo, exigiendo esclavos adoradores de su grandeza infinitamente dominadora. Felizmente por ser Dios quien es, se auto revela disipando estas oscuras fantasías. En el Misterio Trinitario aparece radiante que Dios es comunión amorosa de tres personas. Y la persona no es una isla. El ser de “persona” es ser referencial a otra.  

Solo Amor…*  

La fe en la Trinidad cambia no sólo nuestra manera de mirar a Dios sino también nuestra manera de entender la vida. Confesar la Trinidad de Dios es creer que Dios es un misterio de comunión y de amor. Dios no es un ser frío, cerrado e impenetrable, inmóvil e indiferente. Dios es un foco de amor insondable. Su intimidad misteriosa es sólo amor y comunicación. Consecuencia: en el fondo último de la realidad dando sentido y existencia a todo no hay sino Amor. Todo lo existente viene del Amor. 

El Padre es Amor originario, la fuente de todo amor. Él empieza el amor: «Sólo él empieza a amar sin motivos, es más, es él quien desde siempre ha empezado a amar». El Padre ama desde siempre y para siempre, sin ser obligado ni motivado desde fuera. Es el «eterno Amante». Ama y seguirá amando siempre. Nunca retirará su amor y fidelidad. De él sólo brota amor. Consecuencia: creados a su imagen, estamos hechos para amar. Sólo amando acertamos a vivir plenamente.  

El ser del Hijo consiste en recibir el amor del Padre. Él es el «Amado eternamente» antes de la creación del mundo. El Hijo es el Amor que acoge, la respuesta eterna al amor del Padre. El misterio de Dios consiste pues en dar y en recibir amor. En Dios, dejarse amar no es menos que amar. ¡Recibir amor es también divino! Consecuencia: creados a imagen de Dios, estamos hechos no sólo para amar sino para ser amados.  

El Espíritu Santo es la comunión del Padre y del Hijo. Él es el Amor eterno entre el Padre amante y el Hijo amado, el que revela que el amor divino no es cerrazón o posesión celosa del Padre ni acaparamiento egoísta del Hijo. El amor verdadero es siempre apertura, don, comunicación hasta sus criaturas. «El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado» (Rom 5, 5). Consecuencia: creados a imagen de ese Dios, estamos hechos para amarnos mutuamente sin acaparar y sin encerrarnos en amores ficticios y egoístas. *José Antonio Pagola  

La Trinidad Santa nos habita de manera inefable. Gracias a la “guía” del Espíritu que todo lo conduce “hasta la Verdad completa”, nuestra vida se va paulatinamente cristificando, impregnando en nosotros el rostro del amor. La identidad con el Hijo, la participación en su gloria nos hace posible unirnos al amor de los Tres, compartir su vida de alabanza recíproca, de amor y de gozo, y meditar largamente y en profunda paz las confidencias del Uno y del Otro a través de la escucha de lo que el Espíritu nos coloca en el corazón. Siendo todo esto así, no se puede ser cristiano completo sin vivir en la Trinidad, porque la novedad de la vida bautismal -somos bautizados “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”- está iluminada por un amor transformante del Dios familia: “El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado” ¿Qué más se puede desear? No queda sino adorar y suspirar hondamente.  

Pensamientos para el Evangelio de hoy.  

«Tú, Trinidad eterna, eres como un mar profundo en el que cuanto más busco, más encuentro, y cuanto más encuentro, más te busco» (Santa Catalina de Siena)  

«Si en la creación el Padre nos dio la prueba de su inmenso amor dándonos la vida, en la pasión y en la muerte de su Hijo nos dio la prueba de las pruebas: Él nos ama y nos perdona siempre» (Francisco)  

«El Verbo se encarnó para que nosotros conociésemos así el amor de Dios: ‘En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de Él’ (1Jn 4,9). ‘Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo único, para que todo el que crea en Él no perezca, sino que tenga vida eterna’ (Jn 3,16)» (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 458).  

“Dios nuestro, Padre de la luz, tú has enviado al mundo tu Palabra, sabiduría que sale de tu boca, Tú has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que procede de ti (Jn 1,1-14), se hiciera carne y viviera en medio de tu pueblo. Envía ahora tu Espíritu sobre nosotros: Que Él nos dé un corazón oyente (1Re 3,9), nos permita encontrarte en tus Santas Escrituras y engendre tu Verbo en nosotros. Que el Espíritu Santo levante el velo de nuestros ojos (2 Cor 3,12-16), nos conduzca a la Verdad Completa (Jn 16,13), y nos dé inteligencia y perseverancia.  Amén. 

Domingo de Pascua, ¡Cristo vive!  

Segundo Domingo de Pascua, De la Divina Misericordia, “Hemos visto al Señor”  

Tercer Domingo de Pascua, “Reconocer la presencia de Jesús en nuestras vidas”  

Cuarto Domingo de Pascua, “Yo he venido para que tengan Vida, y la tengan en abundancia”  

Quinto Domingo de Pascua, “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”  

Sexto domingo de Pascua, “No los dejaré huérfanos, volveré a ustedes”  

Ascensión, “No estamos solos, ni perdidos, ni abandonados. Cristo está con nosotros”  

Pentecostés, “Reciban al Espíritu Santo, el soplo creador que infunde aliento de vida”  

¿Qué me dice La Palabra de hoy? ¿Qué me llevo de mi encuentro con Jesús, para meditar durante la semana?    

Nota: Tus reflexiones y el que te dice la palabra hoy, lo podes poner en comentarios, bendiciones.

Aclaración: Se han consultado para la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios. Centro Bíblico del CELAM. Catholic Net. J A Pagola. Hojitas anteriores.  

Círculo Bíblico San José

“Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino” Sal 119