Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 11 de septiembre de 2010

XXIV Domingo durante el año(C), “…habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta.”

Lecturas del 12-9-10

Libro del Éxodo 32,7-11.13-14.

El Señor dijo a Moisés: "Baja en seguida, porque tu pueblo, ese que hiciste salir de Egipto, se ha pervertido. Ellos se han apartado rápidamente del camino que yo les había señalado, y se han fabricado un ternero de metal fundido. Después se postraron delante de él, le ofrecieron sacrificios y exclamaron: "Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto".
Luego le siguió diciendo: "Ya veo que este es un pueblo obstinado.
Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación".
Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa?
Acuérdate de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo diciendo: "Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como herencia".
Y el Señor se arrepintió del mal con que había amenazado a su pueblo. Palabra de Dios.

Salmo 50

R: Iré a la casa de mi Padre.

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R
Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. Mi sacrificio es un espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado. R

1º Carta de San Pablo a Timoteo 1,12-17.
Querido hermano: Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores. Pero fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia.
Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús.
Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el peor de ellos. Si encontré misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia, poniéndome como ejemplo de los que van a creer en él para alcanzar la Vida eterna.
¡Al Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y gloria por los siglos de los siglos! Amén. Palabra de Dios.

Evangelio según San Lucas 15,1-10.

Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola:
"Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido".
Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".
Palabra del Señor.

Reflexión:

PARABOLAS DE LA OVEJA Y
LA MONEDA PÉRDIDAS
LUCAS 15, 1-10

Se ha llamado a estas parábolas del capítulo 15 de San Lucas las “parábolas de la confrontación”. Existen en ellas dos puntos de vista, dos mentalidades, dos concepciones de Dios enfrentadas.

Por una parte está la conducta de Jesús abierta y dialogante, sin clasismos de pureza legal, que no huye de los pecadores sino que los busca y acepta sentarse a la mesa con ellos. Por otra parte está la reacción intelectual-legal provocada por esta conducta: el que hace eso no puede venir de Dios. Jesús quiere revelar el verdadero rostro de Dios. No se puede partir de nuestros conceptos para elaborar un Dios a nuestra medida, al contrario, hay que dejarse instruir por las enseñanzas de Jesús, revelador del Padre, y por sus conceptos llegar al verdadero rostro de Dios.

En estas parábolas se destruye el ídolo de una falsa divinidad, rígida en su majestad con exigencias de adoración, para poner en su lugar la realidad del verdadero Dios de Jesucristo, un Padre lleno de amor que espera día y noche o sale Él mismo al encuentro de sus hijos para celebrar con gran regocijo la alegría del regreso.

Parábola de la oveja perdida

Es tan breve como encantadora. Subraya:1) La solícita atención de Dios con los pecadores y descreídos, con los marginados y mal vistos; 2) La alegría festiva de encontrar lo perdido. El texto está cargado de sorpresa e ironía.

Es sorprendente que Jesús compare el sentimiento y la actitud de Dios con los de un pastor. Junto con los recaudadores y otros oficios despreciables (usureros, cambistas, vendedores ambulantes, curtidores…), los pastores habían llegado a ser personas de mala fama, contados sin discusión entre los pecadores. Eran sospechosos de no cumplir la ley y de andar mezclados en todo tipo de trampas y robos.

También resulta sorprendente que deje las noventa y nueve y se vaya a buscar la perdida. Un detalle: el pastor al encontrar su oveja, tenga que llevarla a hombros, hacen pensar que ésta era un animal especialmente débil. No es el valor del animal lo que impulsa al pastor a buscarla. Es sencillamente el hecho de que la oveja es suya y la quiere.

Es sorprendente e irónica la inversión de valores: los perdidos, los descreídos, los marginados y excluidos por la sociedad religiosa, si se enmiendan activan su capacidad de hacer fiesta y la comparten con los demás. Todos los publicanos y pecadores se acercan a Jesús, y que los fariseos y maestros de la Ley (los que se consideran justos) sólo se dediquen a murmurar. Éstos no tienen la capacidad ni sienten necesidad de enmienda.

Parábola de la moneda perdida

Esta parábola pone de manifiesto lo mismo. Sacada de la realidad cotidiana, todos pueden entenderla. La preocupación por la moneda perdida, el empeño en buscarla y la alegría de encontrarla, sirven para descubrir las actitudes que se dan en Dios y que Jesús está viviendo de cara a las personas marginadas y pecadoras. Muestra que Dios ama a todos, sea cual sea su conducta, en cambio, los fariseos y los letrados desprecian a los pecadores, descreídos y publicanos porque no observan la Ley.
Para nosotros que buscamos justificaciones ante Dios y creemos saber cómo debe actuar Él, estas parábolas ponen de manifiesto que el amor de Dios va más allá de lo que pensamos. Dios obra como quien ama y está preocupado por la suerte del ser querido. Él toma la iniciativa (como el pastor y la mujer). Para Él somos algo valioso. No somos uno más. Cada uno de nosotros es único. Esta revelación debería seducir a todos, y sobre todo a las personas que están habituadas a Dios. Pero, de hecho, semejante revelación disgusta a muchos cuando no se es sensible al don gratuito.

Hay algo que los creyentes no deberíamos olvidar nunca. Por muy perdidos que nos encontremos, por muy fracasados que nos sintamos, por muy culpables que nos veamos, siempre hay salida. Cuando nos encontramos perdidos, una cosa es segura: Dios es Alguien que busca precisamente a los perdidos.

Si nos fijamos en Mateo 18, 12-14 comparándola con la de Lucas, el auditorio de Mateo es completamente diferente. Jesús no la dirige a sus adversarios, sino a sus discípulos. De acuerdo con esto, la conclusión tiene otro acento: “Es voluntad del Padre del cielo que no se pierda ni uno solo de estos pequeños”. Enmarcada en la amonestación de no despreciar a los pequeños y en la indicación sobre la conducta que se debe seguir con el hermano pecador. Dios quiere que nosotros nos ocupemos del hermano caído tan fielmente como el pastor de la parábola tras la oveja perdida. El cambio de auditorio y del contexto ha traído cambio de acento. Lo que Lucas es revelación de Dios se ha convertido en Mateo en exhortación.

Por eso, uno de los mensajes de estas parábolas es la gratuidad ilógica y gozosamente desconcertante de la misericordia de Dios a favor de los marginados y despreciados de aquella sociedad. Es también la condena de un mundo farisaicamente dividido en dos frentes, el de los justos y buenos u ortodoxos oficiales y el de los pecadores o malos o heterodoxos. Dios rompe nuestros esquemas, normas y costumbres.

Su forma de ser y actuar, revelada en Jesús, pone entre dicho nuestros valores y conducta, la lógica por la que nos movemos y, que queremos imponer a todos. Lo suyo es gratuidad, y como todo lo gratuito se nos presenta como una locura o algo ilógico, porque nos supera y sorprende siempre.

Para orar

La oración con esta página evangélica ofrece muchas posibilidades:

Contemplar a Jesús rodeado de pecadores, mal vistos y pobres. Ver su polémica, su afrontamiento, su cercanía a los marginados. Verle pronunciar estas parábolas, y al decirlas, desvelarnos el rostro de Dios y el suyo.
Identificarse uno mismo con la oveja perdida. Verse pecador, necesitado de conversión
Contemplar el amor desconcertante de Dios y gozar con Él. Dios me quiere no por lo que yo hago, sino porque soy de Él. Alegrarme con su alegría, y tener plena confianza.
Amar como Dios ama, como Jesús ama: salir de mí, acercarme a quien él se acerca, buscar a quien Él busca, alegrarme por lo que Él se alegra.
Pbro. Daniel Silva

Septiembre Mes de la Biblia
“TU PALABRA NOS DA VIDA”
La esperanza del Pueblo amado por Dios.

1. La predicación en la vida de Jesús

Después del relato del bautismo de Jesús, el evangelista Marcos prosigue su narración diciendo: «Marchó Jesús a Galilea y proclamaba el Evangelio de Dios: "El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; convertios y creed en el Evangelio"» (Mc 1, 14 s.). Mateo escribe más brevemente: «Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: "Convertios, porque el Reino de los Cielos ha llegado"» (Mt 4, 17). Con estas palabras empieza el «Evangelio», entendido como la buena noticia «de» Jesús -esta es, traída por Jesús y de la que Él es el sujeto--, diferente de la buena noticia «sobre» Jesús de la sucesiva predicación apostólica, en la que Jesús es el objeto. Se trata de un evento que ocupa un lugar bien preciso en el tiempo y en el espacio: sucede «en Galilea», «después de que Juan fue arrestado». El verbo empleado por los evangelistas, «comenzó a predicar», pone fuertemente de relieve que se trata de un «inicio», de algo nuevo no sólo en la vida de Jesús, sino en la historia misma de la salvación. La Carta a los Hebreos expresa así la novedad: «Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo»

Lecturas de la semana:

LUNES 13: Primera Corinto 11, 17-26. 33; Salmo 39; Lucas 7, 1-10.
MARTES 14: Números, 21, 4b-9, Salmo 77; Juan 3, 13-17.
MIERCOLES 15: Hebreos 5, 7-9; Salmo 30; Juan 19, 25-27.
JUEVES 16: Primera Corinto 15, 1-11; Salmo 117; Lucas 7,36-50.
VIERNES 17: Primera Corinto 15, 12-20; Salmo 16; Lucas 8, 1-3.
SABADO 18: Primera Corinto 15, 35-37. 42-49; Salmo 55; Lucas 8, 4-15.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación del presente: El libro del Pueblo de Dios. Lectionautas. Servicio Bíblico Latinoamericano.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

Te esperamos los sábados 15:30 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José

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