Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

jueves, 31 de diciembre de 2009

Natividad del Señor - Misa de la Aurora

Lecturas del 20/12/09 Ciclo C


Libro del profeta Isaías 52, 7-10


Salmo 97, 1-6

R. Hoy brillará una luz sobre nosotros,
porque nos ha nacido el Señor.


carta del apóstol san Pablo a los Hebreos 1, 1-6
Cuando Palabra de Dios.

Santo Evangelio según s Juan 1, 1-18

Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado.»
Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.

Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. Palabra del Señor.

Reflexión

Ya no habrá más guerra entre el cielo y el suelo:
Dios está en la tierra, ya la tierra en el cielo.
El cielo ya no está solo, la tierra ya no está a oscuras, Hermanos, cantad conmigo:
¡Gloria a Dios en las alturas!
Mas no nace solamente en Belén:
nace donde hay un ardiente corazón. Nace en mí,
nace en cualquiera, si hay amor;
nace donde hay verdadera comprensión
¡Gloria a Dios en las alturas!

Este es el canto de los ángeles en la Nochebuena, que repite la Iglesia. La Navidad es: Paz y Alegría, Esperanza y Luz, Amor y Entrega, Humildad y Grandeza, Silencio y Canciones.
En el evangelio de la misa de la Aurora de hoy, en el Cap. 2 Vers 15 al 20 del Evangelio de San Lucas leemos el pasaje en que se narra la visita de los pastores al Niño Jesús recién nacido, en seguida que el Ángel del Señor les anunció su nacimiento:
Jesús, María y José estaban solos. Pero Dios buscó para acompañarlos gente sencilla, unos humildes pastores.
Esa noche, ellos son los primeros y los únicos en saber del nacimiento del Mesías en la tierra. En cambio, hoy, lo saben millones de hombres de todo el mundo. La luz de la noche de Belén ha llegado a muchos corazones. Los pastores que aquella noche la acogieron, encontraron una gran alegría. La alegría que brota de la luz. La oscuridad del mundo superada por la luz del nacimiento de Dios.
Dios quiso que los pastores fueran también los primeros mensajeros. Ellos contarán los que han visto y oído. Y nos dice el evangelio que todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Igualmente a nosotros se nos revela Jesús en medio de la normalidad de nuestros días, y también nosotros necesitamos las misma sencillez y humildad de los pastores para llegar hasta El. Debemos estar atentos para descubrir a Jesús en la sencillez de lo ordinario, envuelto en pañales y reclinado en un pesebre, sin demostraciones aparatosas. Y todo el que ve a Cristo se siente movido a darlo a conocer en seguida. No puede esperar.
Alegrémonos todos en el Señor, porque nuestro Salvador ha nacido en el mundo.
San Bernardo nos anuncia: Hoy, desde el Cielo, ha descendido la paz sobre nosotros. Acabamos de oír un mensaje que rebalsa de alegría y es digno de todo aprecio: “Cristo Jesús, el Hijo de Dios, ha nacido en Belén de Judá. El anuncio me estremece, mi espíritu se enciende en mi interior y se apresura, como siempre, a comunicar esta alegría y este júbilo”
Hoy ha nacido nuestro Salvador. No puede haber lugar para la tristeza, cuando acaba de nacer la vida; la misma que acaba con el temor de la mortalidad, y nos infunde la alegría de la eternidad prometida.
Nadie tiene por que sentirse alejado de la participación de semejante alegría, a todos es común el motivo para el júbilo: porque nuestro Señor ha venido a liberarnos a todos: Pues el Hijo, al cumplirse la plenitud de los tiempos asumió la naturaleza humana para conciliarla con su Creador. De aquí nace para todos, la alegría de estas fiestas.
Cantamos con júbilo en estos días de Navidad porque el amor está entre nosotros hasta el fin de los tiempos. La presencia del Niño es el amor en medio de los hombres; y el mundo no es ya un lugar oscuro: quienes buscan amor saben donde encontrarlo. Y es de amor de lo que esencialmente estamos necesitados los hombres; también aquellos que pretenden estar satisfechos de todo.
Cuando en el día de hoy nos acerquemos a besar al Niño o contemplemos un Pesebre, o meditemos en este gran misterio, agradezcamos a Dios su deseo de hacerse pequeño para que lo podamos entender y amar y decidámonos también nosotros hacernos como niños, para pod

La Navidad de Benedicto XVI

El Santo Padre ha meditado en la Noche Santa sobre el amor que pondría la Virgen en el nacimiento de su Hijo. Es en el establo "donde el cielo y la tierra se tocan", ha dicho.

25 de diciembre de 2007

Lea la homilía entera aquí.

"Podemos imaginar -ha dicho el Papa en su homilía de la Misa de la vigilia de Navidad- con cuánta preparación interior, con cuánto amor, esperó María aquella hora. El breve inciso, «lo envolvió en pañales», nos permite vislumbrar algo de la santa alegría y del callado celo de aquella preparación. Los pañales estaban dispuestos, para que el niño se encontrara bien atendido. Pero en la posada no había sitio. En cierto modo, la humanidad espera a Dios, su cercanía. Pero cuando llega el momento, no tiene sitio para Él. Está tan ocupada consigo misma de forma tan exigente, que necesita todo el espacio y todo el tiempo para sus cosas y ya no queda nada para el otro, para el prójimo, para el pobre, para Dios. Y cuanto más se enriquecen los hombres, tanto más llenan todo de sí mismos y menos puede entrar el otro".

En este sentido, ha invitado a que cada uno se haga estas preguntas: "¿Tenemos tiempo para el prójimo que tiene necesidad de nuestra palabra, de mi palabra, de mi afecto? ¿Para aquel que sufre y necesita ayuda? ¿Para el prófugo o el refugiado que busca asilo? ¿Tenemos tiempo y espacio para Dios? ¿Puede entrar Él en nuestra vida? ¿Encuentra un lugar en nosotros o tenemos ocupado todo nuestro pensamiento, nuestro quehacer, nuestra vida, con nosotros mismos?".

El pesebre es el trono de este nuevo Rey del Mundo. Un trono como lo será la Cruz: "En el establo de Belén, precisamente donde estuvo el punto de partida, vuelve a comenzar la realeza davídica de un modo nuevo: en aquel niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre. El nuevo trono desde el cual este David atraerá hacia sí el mundo es la Cruz. El nuevo trono –la Cruz- corresponde al nuevo inicio en el establo. Pero justamente así se construye el verdadero palacio davídico, la verdadera realeza. Así, pues, este nuevo palacio no es como los hombres se imaginan un palacio y el poder real. Este nuevo palacio es la comunidad de cuantos se dejan atraer por el amor de Cristo y con Él llegan a ser un solo cuerpo, una humanidad nueva".
"En el establo de Belén el cielo y la tierra se tocan. El cielo vino a la tierra. Por eso, de allí se difunde una luz para todos los tiempos; por eso, de allí brota la alegría y nace el canto".

MARIA:

Qué impulsó a María, una muchacha joven, a afrontar aquel viaje? ¿Qué, sobre todo, le empujó a olvidarse de sí misma para pasar los primeros tres meses de su embarazo al servicio de su prima, necesitada de ayuda?

La respuesta está escrita en un Salmo: «Corro por el camino de tus mandamientos, [Señor], pues tú mi corazón dilatas» (Sal 118,32). El Espíritu Santo, que hizo presente al Hijo de Dios en la carne de María, dilató su corazón a las dimensiones del de Dios y le impulsó por la vía de la caridad. La Visitación de María se comprende a la luz del acontecimiento que le precede inmediatamente en el relato del Evangelio de Lucas: el anuncio del Ángel y la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo. El Espíritu Santo fue sobre la Virgen, el poder del Altísimo le cubrió con su sombra (v. Lc 1,35). Aquel mismo Espíritu le impulsó a «levantarse» y a partir sin tardanza (v. Lc. 1,39), para ser de ayuda a su anciana pariente. Jesús apenas ha comenzado a formarse en el seno de María, pero su Espíritu ya ha llenado su corazón, de forma que la Madre comienza ya a seguir al Hijo divino: en el camino que de Galilea conduce a Judá es el mismo Jesús el que «impulsa» a María, infundiéndole el ímpetu generoso de salir al encuentro del prójimo que tiene necesidad, el valor de no poner por delante las propias y legítimas exigencias, dificultades, peligros para su propia vida. Es Jesús quien le ayuda a superar todo dejándose guiar por la fe que actúa por la caridad (v. Ga 5,6) Papa Benedicto XVI, el 31 de mayo de 2007.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria, Catholic.net, Servicio Bíblico latinoamericano. “Claves de Lectio Divina” Proyecto Lectionautas CEBIPAL/CELAM.

Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

Boletín Parroquial:

Horarios de Misas de Navidad y Año Nuevo: ver programa de Navidad.

· Domingo 20 de diciembre

19 hs. Celebrará la Santa Misa el recientemente ordenado Padre Rodolfo Veliz

  • Lunes 21 de Diciembre

Al terminar la Santa Misa, actuación del coro Municipal de la Tercera Edad

  • Sábado 26 de Diciembre

19 hs. Fiesta de la Sagrada familia:

Renovación de las Promesas Matrimoniales

Lecturas de la semana:

LUNES 21: Cant. 2, 8-14; Sal. 32; Lc. 1, 39-45.

MARTES 22: 1 Sam. 1, 19-20.24-28; Sal. 1 Sam. 2, 1.4-8; Lc. 1, 46-55.

MIÉRCOLES 23: Mal. 3, 1-4.23-24; Sal. 24; Lc. 1, 57-68.

JUE VES 24: 2 Sam. 7, 1-5.8-12.14.16; Sal. 88; Mt. 1, 1-25.

VIERNES 25: Is. 62, 11-12; Sal. 96;Tit3, 4-7; Lc. 2, 15-20.

SABADO 26: Hech. .6,8-10;7, 54-60. 8,2; Sal. 30; Mt. 10, 17-22.

Te esperamos los sábados 17:00 h.

Para Compartir la Palabra de Jesús,

en la Parroquia San José: Brandsen 4970

Villa Dominico.

Círculo Bíblico San José

miencuentroconjesus@yahoo.com.ar

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