Viernes 26 de Junio, Mt 8, 1 - 4
“Señor, si quieres, puedes curarme”. Jesús extendió la
mano y lo tocó, diciéndole: “Sí quiero, queda curado”.
Jesús, Tú lo sabes todo, conoces cada una de mis
miserias, sabes que llego a este momento de oración sin mucho que ofrecerte más
que mis debilidades y mis miedos, pero sé que tu misericordia y compasión actúan. ayúdame a
transformar mi corazón y mi vida entera para que pueda seguir tus pasos. Ven Señor Jesús, te necesito.
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