Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 27 de marzo de 2021

En camino a su entrega, el gran misterio de Amor

Audio del Padre Juan José Milano del Domingo de Ramos, Lecturas 28-3-21, Ciclo B

 


  Muy querida comunidad, ya hoy Domingo de Ramos, habitualmente otros años antes de esta pandemia podíamos celebrar la entrada triunfal de Jesús, justamente por eso Domingo de Ramos,  justamente con los Ramos recordando aquella entrada triunfal de Jesús en Jerusalén montado en un pollino, es cierto decir un asno pequeño y luego en la eucaristía se leía por supuesto la pasión, antes de este breve texto que voy a hacer alusión y no voy a leer todo obviamente no voy a leer el Evangelio de la misa que es toda la pasión, pero sí importa esto: está precedido de un texto de Isaías 50, 4 que se le llama del sirvo sufriente, el canto del siervo, donde se anuncia: “El señor me ha dado palabra para anunciar y un oído para escuchar”, luego filipenses 2, 6 donde Pablo se nos dice en ese himno cristológico tan bello: “Aquel que siendo de condición divina no quiso hacer alarde de su categoría de Dios, sino que se anonadó a sí mismo tomando la condición humana pasando por uno de tantos”, y así etc., etc. Un himno precioso donde se nos habla de la lo que llamamos Kénosis, el anonadamiento de Dios que no se quedó, justamente por eso es un proceso en las lecturas no se quedó solo en el anuncio o en la escucha que no es poco no solo en el anuncio y a la escucha de su pueblo sino que sea abaja, se hace hombre sufriente, padece, sufre todo lo que es la condición humana natural de todos nosotros pase en algún momento de la vida y entonces al final entonces se comprende esta lectura yo diría algún momento contradictorio que es el día justamente del Domingo de Ramos donde leíamos en la calle bendiciéndolos Ramos toda la entrada triunfal cómo dice aquí que es Marcos 11, 1 y siguiente donde Jesús manda a buscar primero el asno, para una entrada triunfal en Jerusalén, donde muchos extendían sus mantos sobre el camino otro lo cubrían con ramas que encontraban en el campo, lo que iban delante y los que lo seguían a Jesús gritaba hosanna bendito el que viene en nombre del señor, bendito sea el rey del Reino que ya viene, el reino de nuestro padre David, hosanna en las alturas, estos halagos del pueblo, este pueblo que lo clama ,que clama por el enviado de Dios si lo reconocen por lo menos un profeta un descendiente del Rey David sin embargo ese mismo pueblo al poco tiempo va a decir crucifícalo, es el domingo donde las contradicciones y no solo las paradojas evangélicas a los cuales nos tiene acostumbrado del señor el que quiere ser primero hazte último, quiere ser señor hazte servidor etcétera sino también contradicción que no es lo mismo que la paradoja es una aparente contradicción, la contradicción de un hombre, de un ser humano representado en ese momento por el pueblo que lo aclama al entrar con vítores y al poco tiempo pide la liberación de un asesino como Barrabás y la condena en la Cruz a Jesús, incitado por cierto lo sabemos muy bien porque eso están todos los evangelios por la estirpe la cúpula diríamos religiosa de sacerdotes fariseos escribas que ya en el capítulo cuando se lee incluso en el templo todo el tema de la pasión capítulo 14 ya se está hablando en el comienzo de cómo confabulan sacerdotes y escribas como buscar la ocasión de matar a Jesús y en el 15 va hacer toda la pasión que se lee habitualmente en la eucaristía, este es el día de las contradicciones: viva Cristo muera Cristo y un poco representa el corazón humano y del pueblo qué es lábil, vulnerable, manejable diría yo, manejable por los que saben manejar, obviamente siempre va a haber un grupo que manipule a que maneja y mucho que no están firmes en la fe y cambian de opinión de un segundo al otro, lamentablemente estamos acostumbrados a estas cosas, lamentablemente también lo tuvo que vivir Jesús, Jesús ciertamente sabía lo que venía Jesús ciertamente debe haber conocido los corazones de esos que hoy no alababan y mañana lo crucificaban.

Vamos a pedir al buen Jesús con toda sencillez y por eso lo hago breve porque es más una actitud contemplativa y de meditación frente a este hecho que está adelantado digo por el gran profeta Isaías y ese hermoso himno que recomiendo de San Pablo donde se nos describe bellamente ese Dios que se abaja a lo último a dar vida y una forma de dar una vida de lo más terrible, vergonzosa y última como eran aquel momento la condena de un convicto de un condenado a muerte en este caso injustamente y que sin embargo da la vida por todos aquellos que lo condenaron por aquellos que lo aplaudieron por lo por todos, Jesús es de todos, a un de aquel que no lo conoce o no la acepta.

Vamos a pedir al buen Jesús que nos vaya introduciendo ya en esta Semana Santa en el gran misterio de amor que celebramos como cristianos, como el primer signo de salvación y el primer signo eficaz, gracias, gracias eficaz en aquellos que lo guardan con fe. Hasta el próximo domingo.

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