¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida!
[Marcos 8, 27-33] En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la gente que soy yo?». Ellos le contestaron: «Unos, Juan el Bautista; otros, Elías, y otros, uno de los profetas». Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy?». Tomando la palabra Pedro le dijo: «Tú eres el Mesías». Y les conminó a que no hablaran a nadie acerca de esto. Y empezó a instruirlos: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser reprobado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días». Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Pero él se volvió y, mirando a los discípulos, increpó a Pedro: «¡Ponte detrás de mí, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!». Palabra del Señor.
"Y ustedes, ¿quién decís que soy?"
Hoy la Palabra me lleva a reflexionar que lugar ocupa Dios en mi Vida, quién es Jesús para mí?
Hoy al empezar el día me encuentro con Vos a través de tu Palabra, al llevarla a mi vida, al experimentarla en las cosas que hago, siento tu presencia liberadora, me trae paz y alegría, toma sentido mi vida. Ante la pregunta quien sos para mí, sos en quien tengo puesta toda mi confianza y esperanza, a pesar de mis debilidades e idas y vueltas, necesito seguir tu camino, no por cumplimento, si no por que en lo que vos me decís, encuentro luz y plenitud para mi vida. Sos Dios presente en cada cosa que hago. Ven Señor Jesús, te necesito.
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