¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida!
[Mateo 7, 15-20] En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuidado con los profetas falsos; se acercan con piel de oveja, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se cosechan uvas de las zarzas o higos de los cardos? Así, todo árbol sano da frutos buenos; pero el árbol dañado da frutos malos. Un árbol sano no puede dar frutos malos, ni un árbol dañado dar frutos buenos. El árbol que no da fruto bueno se tala y se echa al fuego. Es decir, que por sus frutos los conoceréis». Palabra del Señor.
“Por sus frutos los reconocerán”
La Palabra me lleva a reflexionar de la necesidad de estar atento y a distinguir lo que es de Dios y lo que no. Como dice Francisco, “La vida de Cristo se convierte también en la nuestra: podemos pensar como Él, actuar como Él, ver el mundo y las cosas con los ojos de Jesús”.
En medio de tanto bombardeo que recibo a diario, dame, Señor, la sabiduría de reconocer tu voz y tus obras. Dame la Gracia que mi vida sea un continuo discernimiento, como acto de amor y búsqueda de vos, tu voluntad y tu Reino. (Ref.: donbosco.org.ar)
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