Viernes 4 de marzo, Mt 9,14-15.
En esta Cuaresma no quiero estar anclado en el cumplimiento
de normas, no quiero perder la oportunidad de acompañar a Jesús en su misión y
experimentar la auténtica alegría de tener puesta mi esperanza en Él.
Espero que mi ayuno sea un medio para poder desprenderme
de aquellas cosas que me alejan de Jesús y que me ayude a tener el corazón más
libre para amar más a Dios y a nuestros hermanos.
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