Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 29 de noviembre de 2008

Primer Domingo de Adviento - Ciclo B -

Lecturas del 30/11/08 – Ciclo B–1° Domingo de Adviento

Lectura del libro del profeta Isaías 63, 16b-17. 19b; 64, 2-7

¡Tú, Señor, eres nuestro padre, «nuestro Redentor» es tu Nombre desde siempre! ¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos y endureces nuestros corazones para que dejen de temerte? ¡Vuelve, por amor a tus servidores y a las tribus de tu herencia! ¡Si rasgaras el cielo y descendieras, las montañas se disolverían delante de ti! Cuando hiciste portentos inesperados, que nadie había escuchado jamás, ningún oído oyó, ningún ojo vio a otro Dios, fuera de ti, que hiciera tales cosas por los que esperan en él. Tú vas al encuentro de los que practican la justicia y se acuerdan de tus caminos.
Tú estás irritado, y nosotros hemos pecado, desde siempre fuimos rebeldes contra ti. Nos hemos convertido en una cosa impura, toda nuestra justicia es como un trapo sucio. Nos hemos marchitado como el follaje y nuestras culpas nos arrastran como el viento. No hay nadie que invoque tu Nombre, nadie que despierte para aferrarse a ti, porque tú nos ocultaste tu rostro y nos pusiste a merced de nuestras culpas.
Pero tú, Señor, eres nuestro padre, nosotros somos la arcilla, y tú, nuestro alfarero: ítodos somos la obra de tus manos! Palabra de Dios.

SALMO 79
R. Restáuranos, Señor del universo,
que brille tu rostro y seremos salvados.

Escucha, Pastor de Israel, tú que tienes el trono sobre los querubines, reafirma tu poder y ven a salvarnos. R.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.

Que tu mano sostenga al que está a tu derecha, al hombre que tú fortaleciste,
y nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. R.

Lectura primera carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 1,3-9
Hermanos:
Llegue a ustedes la gracia y la paz que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. No dejo de dar gracias a Dios por ustedes, por la gracia que él les ha concedido en Cristo Jesús. En efecto, ustedes han sido colmados en él con toda clase de riquezas, las de la palabra y las del conocimiento, en la medida que el testimonio de Cristo se arraigó en ustedes. Por eso, mientras esperan la Revelación de nuestro Señor Jesucristo, no les falta ningún don de la gracia. El los mantendrá firmes hasta el fin, para que sean irreprochables en el día de la Venida de nuestro Señor Jesucristo. Porque Dios es fiel, y él los llamó a vivir en comunión con su Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios.

Lectura S. Evangelio San Marcos. 13, 33-37

En aquél tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
«Tengan cuidado y estén prevenidos, porque no saben cuándo llegará el momento. Será como un hombre que se va de viaje, deja su casa al cuidado de sus servidores, asigna a cada uno su tarea, y recomienda al portero que permanezca en vela. Estén prevenidos, entonces, porque no saben cuándo llegará el dueño de casa, si al atardecer, a medianoche, al canto del gallo o por la mañana. No sea que llegue de improviso y los encuentre dormidos.
Y esto que les digo a ustedes, lo digo a todos: ¡Estén prevenidos!» Palabra del Señor.

Reflexión

Empezamos un nuevo año litúrgico (Año B) y es un buen momento para reflexionar cada uno de nosotros en qué situación espiritual nos encontramos, vivimos sumergidos en un mundo que le ha dado la espalda a Dios de manera directa o de manera sutil con la indiferencia. Es difícil encontrarse hoy con personas que vivan su fe de modo tal que ésta se refleje en la vida cotidiana y así en las estructuras y ambientes sociales, culturales y demás. Los medios nos empujan y casi nos "obligan" a endiosar el consumismo y los ídolos pasajeros que se nos presentan todo el tiempo como paradigmas de felicidad que simplemente no sacian nada: o sacian nuestros anhelos sólo de manera efímera.
Ante este panorama que a veces nos puede hacer caer en la desesperanza, y en ser cómplices por omisión de las injusticias de los hombres, es imprescindible recordar que Dios mismo, el creador de todo lo visible e invisible a nuestros ojos, sale a nuestro encuentro, no nos deja solos, nos llama, nos convoca a ser luz del mundo siendo sus testigos de la verdad, para disipar las tinieblas del pecado y hacer brillar su Palabra allí, en medio de ellas.
Por eso empieza el tiempo de Adviento, como un tiempo para redescubrir el significado real del nacimiento de Dios (Navidad), de su irrupción en la historia del hombre, a comprender mejor el misterio de la Encarnación de Dios. Nos acompaña en la espera del final de los tiempos con un peregrinar por el camino de la santidad, para que el reino de los cielos lo podamos empezar a vivir ya desde hoy y para que un día todos seamos uno en Él, por toda la eternidad.

La salvación y la espera.
« ¡Ah, si rompieses los cielos y descendieses!». La gran invocación de Isaías (63, 19), que sintetiza muy bien la espera de Dios presente, ante todo, en la historia del pueblo de Israel de la Biblia, y en el corazón de todo hombre, no fue pronunciada en vano. Dios Padre ha cruzado el umbral de su trascendencia, mediante su Hijo Jesucristo se ha echado a las calles del hombre y su Espíritu de vida y de amor ha penetrado en el corazón de sus criaturas. (Juan Pablo II, Audiencia general del 26 de julio del 2000). Sí, en Cristo, tenemos la salvación y el acceso al Padre. “Dios Padre ha cruzado el umbral de su trascendencia” para hacerse uno como nosotros, más pobre que nosotros. ¡Admirable caridad que para rescatar al esclavo ofreció al Hijo!
Esta salvación ha tenido lugar en el sacrificio redentor de Cristo. Sin embargo, nos encontramos todavía “en camino” hacia la posesión eterna de Dios. Nos encontramos entre la primera venida de Cristo en la humildad de nuestra carne, haciéndose uno de nosotros, y la venida gloriosa al final de los tiempos, cuando llegará como juez universal. El tiempo de nuestra vida se puede definir, por tanto, como un tiempo de espera, un tiempo de anhelo por ver a Dios cara a cara. Este tiempo de espera, en el evangelio de Marcos, se expresa con tres actitudes:

• La primera: estad atentos. Cristo Jesús nos invita a “vivir atentamente”, es decir, nos invita a adoptar una actitud de reflexión, de recogimiento, de silencio interior. Prestar atención quiere decir concentrarse en una realidad con toda el alma y dar unidad a todas las capacidades de la persona humana. Un hombre atento es un hombre reflexivo y bien dispuesto para entrar en relación con Dios, con sus semejantes y consigo mismo. Lo opuesto a la “atención” es la “distracción”, la “dispersión”, tan común en nuestro mundo contemporáneo, lleno de ruidos, de imágenes y de sensaciones transitorias. En la distracción se pierde la unidad interior de la persona, se pierde la calma y la paz del corazón. Un hombre distraído dispersa sus capacidades humanas y se encuentra a la deriva de las sensaciones que lo solicitan. El peligro más grave es el de vivir distraídos ante el tema fundamental de la vida: la preparación para la venida de Cristo Nuestro Señor al final de los tiempos, la preparación para la eternidad que está cada vez más cercana.
• La segunda: Velad. En el original griego velad equivale a “quedarse sin dormir”. La gran tentación que nos asecha es la de quedarnos dormidos en medio de la noche. En la Biblia, la noche es símbolo de la acción del maligno que siembra la cizaña (Mt 13, 24-30); es el tiempo del sufrimiento, de la prueba, de los ataques por sorpresa (Job 7,3; Is 15,1; Jer 6,5); es el tiempo de la angustia ante la venida del Hijo del Hombre (Rm 13,12; 1 Ts 5,4-6), de rechazo de la luz y de la traición de Judas. Por eso, dice Pablo: Pero vosotros, hermanos, no vivís en la oscuridad, para que ese día os sorprenda como ladrón, pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. (1 Ts 5,4-6).

• La tercera: Vigilad. En el evangelio se repite dos veces este verbo: vigilad. Es la acción del centinela que tiene que estar alerta, mientras espera pacientemente el paso del tiempo nocturno para ver surgir en el horizonte la luz del alba (cf. Juan Pablo II). Estar alerta significa discernir en medio de la noche los signos de los tiempos. Significa tener un “sexto sentido” para descubrir aquello que puede dañar mi fe, mi amor a la Iglesia, mi fidelidad a la palabra empeñada. Estar alerta significa, como el centinela, vivir con la esperanza en los ojos del amanecer que se avecina; más aún, es descubrir ya en la noche la acción misma de la luz que va venciendo las tinieblas. Como todos los hombres, los cristianos viven en la noche de este mundo, pero no pertenecen a la noche. Esta vigilia, sin embargo, es una prueba; es un momento duro, de lucha, de dificultad. Es una vigilia que, como la de Cristo en Getsemaní, debe decidirse con una adhesión incondicional a los planes de Dios, porque son planes de amor. Es una vigilia de oración, es una vigilia que implica sacrificio; pero es, al mismo tiempo, una vigilia en la que se anuncia cada vez más cercana la aurora. Centinela, ¿cuánto le queda a la noche? El centinela responde: Llega la mañana y después la noche. Si queréis preguntar volveos, venid (Is. 21, 11-12).

Presencia – ausencia de Cristo

¿Qué papel tiene Jesús en nuestra sociedad y en nuestra cultura? Pienso que se puede hablar, al respecto, de una presencia-ausencia de Cristo. En cierto nivel Jesucristo está muy presente, nada menos que una «Superstar», según el título de un conocido musical sobre él. En una serie interminable de relatos, películas y libros, los escritores manipulan la figura de Cristo, a veces bajo pretexto de fantasmales nuevos documentos históricos sobre él. Desde cierto punto de vista podemos por lo tanto decir que Jesucristo está muy presente en nuestra cultura………
Preocupante es, lo que se observa en la sociedad en general, incluidos los que se definen «creyentes cristianos». ¿En qué creen, en realidad, aquellos que se definen «creyentes»? Creen, la mayoría de las veces, en la existencia de un Ser supremo, de un Creador; creen que existe un «más allá». Pero ésta es una fe deísta, no aún una fe cristiana. Jesucristo está en la práctica, ausente en este tipo de religiosidad…….
Significado original de la palabra «fe» en el Nuevo Testamento. Para Pablo, la fe que justifica a los pecadores y confiere el Espíritu Santo (Ga 3,2), en otras palabras, la fe que salva, es la fe en Jesucristo, en su misterio pascual de muerte y resurrección. Primera predicación de Adviento del padre Raniero Cantalamessa OFM Cap. 2005

Preguntas para la meditación ¿qué me dice?

¿Qué significa hoy, en mi vida “estén alertas y vigilen todo el tiempo”?
¿Se puede decir que mi vida espera algún Adviento = Advenimiento = Esperanza?
¿Qué papel tiene Jesús en nuestra sociedad y en nuestra cultura? ¿Cómo está la esperanza en nuestra sociedad? ¿Qué tipo de esperanzas mueven a las personas hoy? ¿Hay lugar para las actitudes cristianas? ¿Por qué?

Oración:

Oh, Misterio inefable que sustentas el Ser y la Vida, al cosmos y al ser humano dentro de él: acoge nuestro deseo de caminar por la vida confiados en la bondad primordial de tu iniciativa, que nos antecede y supera, y en la que queremos tener el coraje de cifrar nuestra esperanza a pesar de todos los signos de desesperanza que nos rodean. Te presentamos la expresión de nuestros sentimientos más profundos. Acógela. Amén.

Lecturas de la semana:

LUNES 1: Isaías 2, 1-5;. Salmo 121; Mateo 8, 5-11.
MARTES 2: Isaías 11, 1-10; Salmo 71; Lucas 10, 21-24.
MIERCOLES 3: Isaías 25, 6-10a; Salmo 22, Mateo 15, 29-37.
JUEVES 4: Isaías 26, 1-6; Salmo 117; Mateo 7, 21. 24-27.
VIERNES 5: Isaías 29, 17-24; Salmo 26, Mateo 9, 27-31.
SABADO 6: Isaías 30, 19-21.23-26.; Salmo 146; Mateo 9, 35—10,1.5ª.6-8.

Nota: Basado en El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria, Catholic.net, Servicio Bíblico Latinoamericano, Siervas de los Corazones de Jesús y Maria. “Claves para Lectio Divina para Jóvenes” Proyecto Lectionautas CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS UNIDAS Hno. Ricardo Grzona, frp.

Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

Te esperamos los sábados 17:30 h.
para leer la Biblia en la Parroquia San José: Brandsen 4970 Villa Dominico
Círculo Bíblico San José