¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Intención para la evangelización ‐
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16
sábado, 12 de noviembre de 2022
Sabádo 12 noviembre 2022. Lc 18,1-8. "Había un juez que ni temía a Dios ni le importaban los hombres"
Trigésimo tercer domingo durante el año. Lecturas 13-11-19, Ciclo C
” Ven Espíritu Santo”
Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mí y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, que me guie y asista al meditar tus enseñanzas, para que pueda saborearla y comprenderla, para que tu Palabra penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén
Libro de
Malaquías 3,19-20a.
Llega el Día, abrasador como un horno. Todos los
arrogantes y los que hacen el mal serán como paja; el Día que llega los
consumirá, dice el Señor de los ejércitos, hasta no dejarles raíz ni
rama.
Pero para ustedes, los que temen mi Nombre, brillará el sol de justicia que
trae la salud en sus rayos. Palabra de
Dios.
Salmo 97. R: El Señor viene a gobernar a los pueblos.
Canten
al Señor con el arpa y al son de instrumentos musicales; con clarines y sonidos
de trompeta aclamen al Señor, que es Rey. R
Resuene
el mar y todo lo que hay en él, el mundo y todos sus habitantes; aplaudan las
corrientes del océano, griten de gozo las montañas al unísono. R
Griten de gozo delante del Señor, porque él viene a gobernar la tierra; él gobernará al mundo con justicia, y a los pueblos con rectitud. R
2º C S. Pablo a
los Tesalonicenses 3,6-12.
Hermanos: porque ustedes ya saben cómo deben seguir
nuestro ejemplo. Cuando estábamos entre ustedes, no vivíamos como
holgazanes, y nadie nos regalaba el pan que comíamos. Al contrario, trabajábamos
duramente, día y noche, hasta cansarnos, con tal de no ser una carga para
ninguno de ustedes. Aunque teníamos el derecho de proceder de otra manera,
queríamos darles un ejemplo para imitar. En aquella ocasión les impusimos esta
regla: el que no quiera trabajar, que no coma. Ahora, sin embargo, nos
enteramos de que algunos de ustedes viven ociosamente, no haciendo nada y
entrometiéndose en todo. A estos les mandamos y los exhortamos en el Señor
Jesucristo que trabajen en paz para ganarse su pan. Palabra de
Dios.
Evangelio según
San Lucas 21,5-19.
Como
algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y
ofrendas votivas, Jesús dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un
día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido".
Ellos le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la
señal de que va a suceder?". Jesús respondió: "Tengan cuidado,
no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy
yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los
sigan.
Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que
esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin".
Después les dijo: "Se levantará nación contra
nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en
muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el
cielo.
Pero antes de todo eso, los detendrán, los
perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán
ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para
que puedan dar testimonio de mí.
Tengan bien presente que no deberán preparar su
defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que
ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir.
Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y
amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa
de mí Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvaran su vida. Palabra
del Señor.
Reflexión: Somos ante el mundo un signo de esperanza.
El ministerio de Jesús en Jerusalén culmina con el
llamado “discurso escatológico”, la enseñanza sobre el fin. Hay en el Evangelio
una clara advertencia a los que esperaban impacientemente la vuelta del Señor,
enfrentándolos al tiempo del testimonio que está viviendo la
comunidad. Existía el peligro, en la corriente del entusiasmo
apocalíptico, de perder el contacto con la realidad histórica y
cotidiana.
Nos ubicamos de nuevo en el Templo de Jerusalén, los oyentes se encuentran dentro y el tema de conversación es su decoración interna. Esta ambientación le da mayor solemnidad al pasaje: ante Jesús está un amplio auditorio que incluye a los discípulos y a la multitud.
La magnificencia del Templo. Obedece al gusto de su último reconstructor: el rey Herodes el Grande (40-4 a C). En los días del ministerio de Jesús la construcción estaba bastante avanzada, si bien no terminada completamente. Los peregrinos no podían sino quedar boquiabiertos ante semejante edificación, la cual tenía lo mejor en materiales y decoración.
La profecía de Jesús. Él
dijo: "De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra
sobre piedra: todo será destruido". Jesús anuncia un cambio de
situación: “lo que la gente ahora “contempla” será destruido, los muros se
vendrán al piso, “una piedra no quedará encima de otra”. El mensaje de Jesús es
que no hay que sentirse absolutamente seguro con el hecho de tener Templo
porque un día será destruido.
Puesto que en la mentalidad judía se pensaba que el fin del Templo sería uno de los signos del fin de los tiempos, la pregunta sobre la llegada del fin de la historia pasa ahora a ocupar el centro de atención: Le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo sucederá eso? Y ¿cuál será la señal de que todas estas cosas están para ocurrir?”
Ante la pregunta por el “cuándo” y el “cómo” de la llegada del “fin” y de cara ante la lista de acontecimientos trágicos enumerados, Jesús nos hace caer en cuenta que ninguno de ellos es exclusivo de ningún período histórico particular. Lo mismo vale para las persecuciones a los discípulos. Lo que cuenta es que en medio de ellas debe brillar la fuerza de la fe y del testimonio.
En momentos de crisis, desconcierto y confusión no es
extraño que se escuchen mensajes y revelaciones proponiendo caminos nuevos de
salvación. Estas son las consignas de Jesús. En primer lugar, «que nadie los
engañe»: La advertencia vale también para hoy. Ni el fin ni las catástrofes
tienen importancia ninguna, si sabemos mantener la actitud adecuada. La
realidad no debe perturbarnos. Sabemos que la realidad material termina, pero
lo esencial dura.
No caer en la ingenuidad de dar crédito a mensajes ajenos al evangelio, ni fuera ni dentro de la Iglesia. Por tanto, “No los sigan”, no seguir a quienes nos separan de Jesucristo, único fundamento y origen de nuestra fe.
Centrarnos en lo esencial. Cada generación cristiana tiene sus propios problemas, dificultades y búsquedas. No hemos de perder la calma, sino asumir nuestra propia responsabilidad. No se nos pide nada que esté por encima de nuestras fuerzas. Contamos con la ayuda del mismo Jesús: “yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría” Incluso en un ambiente hostil de rechazo o desafecto, podemos practicar el evangelio y vivir con sensatez cristiana.
La hora del testimonio. Los tiempos difíciles no han de ser tiempos para los lamentos, la nostalgia o el desaliento. No es la hora de la resignación, la pasividad o la dimisión. La idea de Jesús es otra: en tiempos difíciles «tendremos ocasión de dar testimonio». Es ahora precisamente cuando hemos de reavivar entre nosotros la llamada a ser testigos humildes pero convincentes de Jesús, de su mensaje y de su proyecto.
Paciencia. Esta es la exhortación de Jesús para momentos duros: “Gracias a la constancia salvaran su vida” El término original puede ser traducido indistintamente como «paciencia» o «perseverancia». Entre los cristianos hablamos poco de la paciencia, pero la necesitamos más que nunca. Es el momento de cultivar un estilo de vida cristiana, paciente y tenaz, que nos ayude a responder a nuevas situaciones y retos sin perder la paz ni la lucidez.
Con las enseñanzas de hoy retomamos con mayor conciencia de sus implicaciones el evangelio de las Bienaventuranzas que leímos al inicio de este año: “Bienaventurados serán cuando los hombres los odien, cuando los expulsen, los injurien y proscriban sus nombres como malo, por causa del Hijo del hombre. Alégrense ese día y salten de gozo, que su recompensa será grande en el cielo”
En medio de las dificultades del mundo (violencia, pobreza, marginación, silenciamiento de las voces críticas) los discípulos son “profetas”. Como lo deja entender el pasaje de hoy, viviendo las actitudes enseñadas por Jesús, ellos encararán con realismo histórico y fe madura las violencias presentes y futuras, y alcanzarán la plena libertad. Habrá dificultades, sí, muchas de ellas absurdas, pero, así como los discípulos seguiremos adelante “contentos por haber sido considerados dignos de sufrir ultrajes por el Nombre” (Hechos 5,41). Esto es vivir las bienaventuranzas y ser ante el mundo un signo de esperanza.
La seguridad no la puede dar la falta de conflictos
(siempre los habrá), ni la promesa de felicidad, sino la confianza en Dios.
Todo lo contrario, puede ser que la desaparición de esas seguridades nos ayude
a buscar nuestra verdadera salvación.
Lo esencial del mensaje de hoy está en la importancia
del momento presente frente a los miedos por un pasado o las especulaciones
sobre el futuro. Aquí y ahora puedo trabajar mi plenitud. Aquí y ahora puedo
tocar la eternidad…
Ven
Señor Jesús.
Francisco: “Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón.”
Mantener la esperanza. Cuántas dificultades hay en la vida de cada uno, en nuestra gente, nuestras comunidades, pero, por más grandes que parezcan, Dios nunca deja que nos hundamos. Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza. Jamás la apaguemos en nuestro corazón. …el mal, existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte. El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza. Es cierto que hoy en día, todos un poco, y también nuestros jóvenes, sienten la sugestión de tantos ídolos que se ponen en el lugar de Dios y parecen dar esperanza: el dinero, el éxito, el poder, el placer.
Con frecuencia se abre camino en el corazón de muchos
una sensación de soledad y vacío, y lleva a la búsqueda de compensaciones, de
estos ídolos pasajeros. Queridos hermanos y hermanas, seamos luces de
esperanza. Tengamos una visión positiva de la realidad. Demos aliento a la
generosidad que caracteriza a los jóvenes, ayudémoslos a ser protagonistas de
la construcción de un mundo mejor: son un motor poderoso para la
Iglesia y para la sociedad. Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan
sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón
espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo: espiritualidad, generosidad,
solidaridad, perseverancia, fraternidad, alegría; son valores que encuentran
sus raíces más profundas en la fe cristiana.
¡Jesús misericordioso en vos
confío!
“Dios sale a nuestro encuentro” (24° domingo)
“No podemos servir a
Dios y al dinero, tenemos que elegir” (25° domingo)
“Romper la
indiferencia” (26° domingo)
“El servicio a Dios.
Somos simples servidores” (27° domingo)
“Levántate y vete, tú fe te ha salvado” (28° domingo)
“Oración, signo de esperanza viva” (29° domingo)
“La
experiencia gozosa del perdón
de Dios” (30° domingo)
“He venido a salvar lo que estaba perdido” (31° domingo)
“Señor,
al despertar, me saciare de
tu presencia”
(32°
domingo)
Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios. Misioneros Oblatos. J: A: Pagola. Dicc. Bíblico.
Círculo
Bíblico San José
“Tu palabra es una lámpara a mis
pies y una luz en mi camino” Sal
119
viernes, 11 de noviembre de 2022
Viernes 11 noviembre 2022. Lc 17, 26-37. "El que pretenda guardar su vida, la perderá"
jueves, 10 de noviembre de 2022
Jueves 10 de noviembre 2022. Lc 17, 20-25. «El Reino de Dios ya está entre ustedes»
Lc
17, 20-25
«El
Reino de Dios ya está entre ustedes»
Hoy
la Palabra me lleva a reflexionar sobre todas las cosas que Jesús me transmite
en este peregrinar junto a Él, todo lo que experimento al vivirla y especialmente
tomando conciencia que el reino de Dios se hace realidad viviendo esas
enseñanzas en el día a día. Jesús misericordioso en vos confío.
miércoles, 9 de noviembre de 2022
Miércoles 9 noviembre 2022. Jn 2, 13.22. Dedicación de la Basílica de Letrán.
E
[Juan 2, 13-22] Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre». Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora». Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?». Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré». Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?». Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Palabra del Señor.
“¿No
sabéis que sois templos de Dios?”
Hoy
la Palabra me lleva a pensar en toda la sabiduría de Dios recibida y compartida
por Jesús en forma gratuita, con una entrega total hasta dar su vida, ayudándome
a darle valor y sentido a mi existencia.
Me pregunto ¿con tolo lo recibido de Dios que hago, las comparto sin esperar nada a cambio o estoy buscando beneficiarme con la necesidad del otro? Le doy gracias a Dios por darme su Espíritu Santo que habita en mi para que guíe y asista en todo lo que tengo que hacer. Amén
martes, 8 de noviembre de 2022
Martes 8 noviembre 2022. Lc 17, 7-10. “Hemos hecho lo que teníamos que hacer”
“Hemos hecho lo que teníamos que hacer”
Hoy la Palabra me lleva a reflexionar sobre la vida y el servicio. No pedí la vida, pero la tengo, me gusta vivirla y no quiero perderla. Se que es un regalo que recibí y le agradezco a Dios por dármela. Desde mi libertad de elegir el camino a seguir, me pregunto ¿Qué cosas estoy haciendo para sentirme servidor de aquel que me dio la vida y me sostiene en ella?
Ven Señor Jesús, te necesito.
lunes, 7 de noviembre de 2022
Lunes 7 noviembre 2022. Lc 17, 1-6. ¡Ay de quien provoca escándalos!
¡Ay de quien
provoca escándalos!
Hoy la Palabra me
lleva a reflexionar sobre temas, que como discípulo necesito experimentar en mi
vida para poder realmente poder seguir los pasos de aquel con quien me
identifico, Jesús, mi Maestro.
Me pregunto: ¿mi
forma de vivir es obstáculo para los otros, o soy puente para que se encuentren
y conozcan a Jesús? En mi relación mis hermanos y conmigo mismo trato de vivir sin
resentimientos, buscando que cada día sea una oportunidad de un mundo mejor?
A igual que los discípulos
le digo a Jesús ayúdame a fortificar mi fe.