En el evangelio: Juan le comparte a Jesús una experiencia
diaria y Jesús, Maestro de Vida, sigue con sus enseñanzas a los discípulos.
Haciendo vida la
Palabra: Aceptar al diferente a nosotros en su forma de trabajar por el mismo
motivo que nosotros, ser testigos del Dios de la Vida presente en cada uno de
nosotros, llevando la Palabra y sanación.
Hoy, ¿Me alegra cuando veo a otra persona que no
pertenece a mi grupo misionero llevando la Palabra y sanación del Señor? O me entristece?
¿Por qué me siento mal si esta sumando para la misma misión?