Lecturas del 11 - 09 – 16 – Ciclo C –
El
Señor dijo a Moisés: "Baja en seguida, porque tu pueblo, ese que hiciste
salir de Egipto, se ha pervertido. Ellos se han apartado rápidamente del camino
que yo les había señalado, y se han fabricado un ternero de metal fundido.
Después se postraron delante de él, le ofrecieron sacrificios y exclamaron:
"Este es tu Dios, Israel, el que te hizo salir de Egipto".Luego le
siguió diciendo: "Ya veo que este es un pueblo obstinado. Por eso, déjame
obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré
una gran nación". Pero Moisés trató de aplacar al Señor con
estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese
pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? Acuérdate
de Abraham, de Isaac y de Jacob, tus servidores, a quienes juraste por ti mismo
diciendo: "Yo multiplicaré su descendencia como las estrellas del cielo, y
les daré toda esta tierra de la que hablé, para que la tengan siempre como
herencia". Y el Señor se arrepintió del mal con que había amenazado a
su pueblo. Palabra de Dios.
Salmo 50
R: Iré a la casa de mi Padre.
R: Iré a la casa de mi Padre.
¡Ten
piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis
faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado!. R
Crea
en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me
arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu.
R
Abre
mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. Mi sacrificio es un
espíritu contrito, tú no desprecias el corazón contrito y humillado. R
Primera Carta de San Pablo a Timoteo 1,12-17.
Primera Carta de San Pablo a Timoteo 1,12-17.
Querido
hermano: Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me
ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio a pesar de mis
blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores. Pero fui tratado con
misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia. Y
sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de
Cristo Jesús. Es doctrina cierta y digna de fe que Jesucristo vino al
mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el peor de ellos. Si encontré
misericordia, fue para que Jesucristo demostrara en mí toda su paciencia,
poniéndome como ejemplo de los que van a creer en él para alcanzar la Vida eterna. ¡Al
Rey eterno y universal, al Dios incorruptible, invisible y único, honor y
gloria por los siglos de los siglos! Amén. Palabra de Dios.
Ven a mí,
Espíritu Santo, Espíritu de sabiduría: dame mirada y oído interior, para que no me apegue a las cosas materiales, sino que busque siempre
las realidades del Espíritu.
Evangelio según San Lucas 15,1-10.
Todos
los publícanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y
los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y
come con ellos". Jesús les dijo entonces esta parábola: "Si
alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en
el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte". Palabra del Señor.
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría, y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido". Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte". Palabra del Señor.
Señor, abre mi espíritu y dame inteligencia, en vano
leeré o escucharé tu Palabra si Tú no haces que penetre en mi corazón.
Concédeme ardor para buscarla, docilidad para aceptarla y fidelidad para
cumplirla. Amén
Reflexión:
El
evangelio de hoy nos invita a entrar en el corazón misericordioso de Jesús,
descubriendo en él la revelación acerca de Dios y la fuerza atrayente de su
propuesta del Reino. Jesús nos revela que a Dios le importamos mucho y que
sufre y goza con nuestro destino. Él mismo es la imagen de un Dios que sale en
búsqueda del hijo que se alejó. El suyo es un amor primero e incondicional.
“Parábolas de la confrontación”. Al escuchar las parábolas del evangelio de hoy podemos contemplar a Jesús rodeado de pecadores, mal vistos y pobres. Ver su polémica, su afrontamiento, su cercanía a los marginados. Verle pronunciar estas parábolas, y al decirlas, desvelarnos el rostro de Dios y el suyo. Identificarse uno mismo con la oveja perdida. Verse pecador, necesitado de conversión.
El gesto más provocativo y escandaloso de Jesús. Fue, sin duda, su forma de acoger con simpatía
especial a los excluidos por los dirigentes religiosos y marcados socialmente
por su conducta al margen de la
Ley. Lo que más irritaba era su costumbre de comer
amistosamente con ellos. De ordinario, olvidamos que Jesús creó una situación
sorprendente en la sociedad de su tiempo. Los pecadores no huyen de él. Al
contrario, se sienten atraídos por su persona y su mensaje. Lucas nos dice
que “los pecadores y publicanos solían acercarse a Jesús para
escucharle”. Al parecer, encuentran en él una acogida y comprensión que no
encuentran en ninguna otra parte.
Mientras tanto, los sectores fariseos y los doctores dela Ley , los hombres de mayor
prestigio moral y religioso ante el pueblo, solo saben criticar
escandalizados el comportamiento de Jesús: “Ese acoge a los pecadores y
come con ellos”. ¿Cómo puede un
hombre de Dios comer en la misma mesa con aquella gente pecadora e
indeseable?
Jesús nunca hizo caso de sus críticas. Sabía que Dios no es el Juez severo y riguroso del que hablaban con tanta seguridad aquellos maestros que ocupaban los primeros asientos en las sinagogas. El conoce bien el corazón del Padre. Dios entiende a los pecadores; ofrece su perdón a todos; no excluye a nadie; lo perdona todo. Nadie ha de oscurecer y desfigurar su perdón insondable y gratuito.
Por eso, Jesús les ofrece su comprensión y su amistad. Aquellas prostitutas y recaudadores han de sentirse acogidos por Dios. Es lo primero. Nada tienen que temer. Pueden sentarse a su mesa, pueden beber vino y cantar cánticos junto a Jesús.
Su acogida los va curando por dentro. Los libera de la vergüenza y la humillación. Les devuelve la alegría de vivir.
Jesús los acoge tal como son, sin exigirles previamente nada. Les va contagiando su paz y su confianza en Dios, sin estar seguro de que responderán cambiando de conducta. Lo hace confiando totalmente en la misericordia de Dios que ya los está esperando con los brazos abiertos, como un padre bueno que corre al encuentro de su hijo perdido.
Mientras tanto, los sectores fariseos y los doctores de
Jesús nunca hizo caso de sus críticas. Sabía que Dios no es el Juez severo y riguroso del que hablaban con tanta seguridad aquellos maestros que ocupaban los primeros asientos en las sinagogas. El conoce bien el corazón del Padre. Dios entiende a los pecadores; ofrece su perdón a todos; no excluye a nadie; lo perdona todo. Nadie ha de oscurecer y desfigurar su perdón insondable y gratuito.
Por eso, Jesús les ofrece su comprensión y su amistad. Aquellas prostitutas y recaudadores han de sentirse acogidos por Dios. Es lo primero. Nada tienen que temer. Pueden sentarse a su mesa, pueden beber vino y cantar cánticos junto a Jesús.
Su acogida los va curando por dentro. Los libera de la vergüenza y la humillación. Les devuelve la alegría de vivir.
Jesús los acoge tal como son, sin exigirles previamente nada. Les va contagiando su paz y su confianza en Dios, sin estar seguro de que responderán cambiando de conducta. Lo hace confiando totalmente en la misericordia de Dios que ya los está esperando con los brazos abiertos, como un padre bueno que corre al encuentro de su hijo perdido.
Contemplar el amor desconcertante de
Dios y gozar con Él. Dios me quiere
no por lo que yo hago, sino porque soy de Él. Alegrarme con su alegría, y tener
plena confianza.
Existen
en ellas dos puntos de vista, dos mentalidades, dos concepciones de Dios
enfrentadas. Por una parte está la conducta de Jesús abierta y dialogante, sin
clasismos de pureza legal, que no huye de los pecadores sino que los busca y
acepta sentarse a la mesa con ellos. Por otra parte está la reacción
intelectual-legal provocada por esta conducta: el que hace eso no puede venir
de Dios. Jesús quiere revelar el verdadero rostro de Dios. No se
puede partir de nuestros conceptos para elaborar un Dios a nuestra medida, al
contrario, hay que dejarse instruir por las enseñanzas de Jesús, revelador del
Padre, y por sus pensamientos llegar al verdadero rostro de Dios.
En estas parábolas se destruye el ídolo de una falsa divinidad, rígida en su majestad con exigencias de adoración, para poner en su lugar la realidad del verdadero Dios de Jesucristo, un Padre lleno de amor que espera día y noche o sale Él mismo al encuentro de sus hijos para celebrar con gran regocijo la alegría del regreso.
En estas parábolas se destruye el ídolo de una falsa divinidad, rígida en su majestad con exigencias de adoración, para poner en su lugar la realidad del verdadero Dios de Jesucristo, un Padre lleno de amor que espera día y noche o sale Él mismo al encuentro de sus hijos para celebrar con gran regocijo la alegría del regreso.
Hay algo que los creyentes no deberíamos olvidar nunca. Por muy perdidos que nos encontremos, por muy fracasados que nos sintamos, por muy culpables que nos veamos, siempre hay salida. Cuando nos encontramos perdidos, una cosa es segura: Dios es Alguien que busca precisamente a los perdidos.
Por
eso, uno de los mensajes de estas parábolas es la gratuidad ilógica y
gozosamente desconcertante de la misericordia de Dios a favor de los marginados
y despreciados de aquella sociedad. Es también la condena de un mundo
farisaicamente dividido en dos frentes, el de los justos y buenos u ortodoxos
oficiales y el de los pecadores o malos o heterodoxos. Dios rompe nuestros
esquemas, normas y costumbres.
Francisco:
“Seguir
a Jesús no significa participar en un desfile triunfal.
Significa
compartir su amor misericordioso, entrar en su gran obra de misericordia por
cada ser humano y por todos los seres
humanos”.
El
discípulo de Jesús renuncia a todo, porque encontró en Él el bien más grande,
La fe nace del encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela
su amor… Lumen Fidei Nº 4
Septiembre
Mes de la Biblia
"Felices
los misericordiosos" Mt. 5,7
25 de
septiembre
Celebración
del día Bíblico Diocesano
En la Catedral Avellaneda
Lanus
Lectio
Divina: Decimos que la Lectio Divina
favorece el encuentro con el Señor, ya que la metodología no se limita ni se
agota en tratar el texto en sí mismo, buscando conocer su situación, su
estructura, su gramática, ni su teología. Todo esto sí se tiene en cuenta, y
son la base para cualquier reflexión bíblica, de hecho, estos aspectos son
considerados en la LECTURA y la MEDITACION. En la
medida que se tenga información sobre el texto, será de mayor utilidad a la
hora de buscar aplicar este pasaje a la propia vida, evitando así una
manipulación del mensaje que nos transmite el pasaje bíblico.
Después
de haber conocido el texto bíblico por medio de la lectura y la meditación de
dicho pasaje, se pasa a la ORACIÓN. Pues, una vez que uno haya
tenido esa experiencia de encuentro con el Señor, que lo haya conocido, que se
haya buscado el conocimiento íntimo del Señor, viendo, reflexionando,
conociendo sus actitudes, su manera de ser, sus sentimientos y habernos
colocado delante de Él para mirarnos a la luz de su Palabra….
.
Oración del Papa Francisco para
el Jubileo de la Misericordia
Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a
ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo
ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo
y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la
felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la
traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche
como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don
de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre
invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el
perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor,
resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros
fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los
que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque
a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos
con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un
año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo,
llevar la Buena Nueva
a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y
restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María,
Madre de la Misericordia , a
ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los
siglos. Amén.
Aclaración: Se han
utilizado para la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios.
Misioneros Oblatos. J. A. Pagola. Pbro.
Daniel Silva.
Lectio Divina: los Sábados 16 hs. en:
Círculo Bíblico San José
Parroquia San José: Brandsen 4970
V.
Domínico.
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