Rezar con la Palabra de Dios. Lectio Divina: más que un método de lectura y oración de la Biblia es una experiencia de Dios. En sí todo texto escrito es fruto de una experiencia vivencial del escritor sagrado que ha vivido y experimentado, él o el pueblo. Una experiencia de encuentro y conocimiento de Dios que lo ha marcado y ha tenido la capacidad de transmitir aquello que ha sido determinante en su vida o en el de la comunidad, como ser el descubrir la presencia de Dios en los acontecimientos, en la revelación explícita. Este hecho que ha sido impactante y que lo ha llevado a conocer al Señor, que lo ha tocado y marcado, lo ha puesto por escrito. De ahí, que el texto en sí mismo es una experiencia de Dios, en la que el creyente al acercarse al texto escrito puede hacer su propia experiencia, partiendo del texto revelado, buscar el encuentro vivencial con el Señor.
1 Al principio existía la Palabra,
y la Palabra estaba junto a Dios y la Palabra era Dios.
9 La Palabra era la luz verdadera
que, al venir a este mundo,
ilumina a todo hombre.
10 Ella estaba en el mundo,
y el mundo fue hecho por medio de ella,
y el mundo no la conoció.
11 Vino a los suyos,
y los suyos no la recibieron.
12 Pero a todos los que la recibieron,
a los que creen en su Nombre,
les dio el poder de llegar a ser hijos de Dios.
13 Ellos no nacieron de la sangre,
ni por obra de la carne,
ni de la voluntad del hombre,
sino que fueron engendrados por Dios.
(San Juan 1, 1. 9-13)