Lecturas del 2-12-12
Primer Domingo de Adviento
– Ciclo C –
Que María Sma. Maestra en Vigilancia
nos ayude a recibirlo.
Lectura del libro del profeta Jeremías 33, 14-16
Llegarán los días -oráculo del Señor- en que yo cumpliré la promesa que pronuncié acerca de la casa de Israel y la casa de Judá:
En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país.
En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán así: «El Señor es nuestra justicia.»
En aquellos días y en aquel tiempo, haré brotar para David un germen justo, y él practicará la justicia y el derecho en el país.
En aquellos días, estará a salvo Judá y Jerusalén habitará segura. Y la llamarán así: «El Señor es nuestra justicia.»
Palabra de Dios.
Salmo 24
R. A ti, Señor, elevo mi alma.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R. El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R. Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza. R.
Muéstrame, Señor, tus caminos, enséñame tus senderos.
Guíame por el camino de tu fidelidad; enséñame, porque tú eres mi Dios y mi salvador. R. El Señor es bondadoso y recto: por eso muestra el camino a los extraviados; él guía a los humildes para que obren rectamente y enseña su camino a los pobres. R. Todos los senderos del Señor son amor y fidelidad, para los que observan los preceptos de su alianza. El Señor da su amistad a los que lo temen y les hace conocer su alianza. R.
1º carta de Pablo a a los Tesalonicenses 3, 12-4, 2 Hermanos: Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que él fortalezca
sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
Palabra de Dios.
Santo Evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36 Jesús dijo a sus discípulos: «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.»
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre.» Palabra del Señor.
sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el Día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos.
Por lo demás, hermanos, les rogamos y les exhortamos en el Señor Jesús, que vivan conforme a lo que han aprendido de nosotros sobre la manera de comportarse para agradar a Dios. De hecho, ustedes ya viven así: hagan mayores progresos todavía. Ya conocen las instrucciones que les he dado en nombre del Señor Jesús.
Palabra de Dios.
Santo Evangelio según san Lucas 21, 25-28. 34-36 Jesús dijo a sus discípulos: «Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo por lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.»
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra.
Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante del Hijo del hombre.» Palabra del Señor.
Reflexión
Inicio del Año litúrgico
El Ciclo nos hace meditar a Lucas. Lucas nos revela el cariño de Dios, la necesidad de la oración, el peligro del dinero. Lucas es la desconcertante parábola del hijo pródigo, una afirmación tan clara del cariño de Dios con cada uno de los hombres, aunque se hayan alejado de Él. Lucas es el “buen samaritano” y los peregrinos de Emaús, pero también el publicano y el fariseo, el rico egoísta y Lázaro. Lucas nos narra las infancias de Juan Bautista y de Jesús. Suya es la anunciación y el Magníficat. Historiador, abre los horizontes inmensos de una historia centrada en Jesús: todo el Antiguo Testamento enderezado al Mesías, Jesús inaugurando el Reino y la Iglesia; de las que nos contará los comienzos en su segundo libro, los hechos de los Apóstoles. Vemos en Él el Evangelio predicado a los paganos: Lucas es el evangelista de la salvación universal.
Dentro de esta visión de
la historia, en donde Jesús lo es todo, se describe la vida del cristiano
centrada en Jesús. Entramos en el
Evangelio más luminoso, el que más demuestra la ternura de Dios (el único que
habla de las mujeres que rodeaban a Jesús), el más duro contra lo que seca los
corazones: el orgullo y el dinero.
La vida despierta
Jesús abre nuestro ADVIENTO con una serie de imperativos:
-¡Pónganse de
pie!-¡Levanten la cabeza!-¡Estén sobre aviso!- ¡Manténgase despiertos!-¡Oren!
Casi diríamos que se trata de un despertar muscular,
hay que desterrar la imagen de unos cristianos que caminan cansados y
asustadizos por la vida. Van con la
cabeza erguida, hacia la fantástica aventura de un mundo nuevo: “Verán al Hijo
del hombre venir en plenitud de su poder y de su gloria”.
Evidentemente, para los cristianos la vida es tan
difícil como para los demás: la misma mezcla de esperanzas y decepciones, de
trabajos logrados y de fracasos. La
enorme diferencia está en que nosotros sabemos que todo esto tiene un sentido
global, aunque en detalle las cosas nos parezcan oscuras. Sabemos de dónde
venimos y adónde vamos: nacidos del amor, vivimos bajo una mirada de amor y
vamos hacia el amor. A veces nos dicen:
“¿Qué cambios produce nuestra fe?” ¡Lo cambia todo! Como el sol. Vivimos la mismas cosas, pero en la luz. “El que me sigue, no camina en la noche, nos
dice Jesús” Caminamos bajo el sol de la primera venida de
Cristo: Navidad. Y avanzamos hacia el esplendor de su última
venida: la Parusía. Entre las dos vamos abriendo lo más posible nuestra vida y el mundo entero a una venida más secreta, progresiva: adquirir los pensamientos de Cristo, su fuerza de amar y su inquebrantable confianza en el Padre.
Vivir tan luminosamente, mantenerse en el amor y en la esperanza: eso es el despertar cristiano. “¡Permanezcan despiertos!” Es sentir ganas de vivir a fondo nuestra fe.
¿Es posible describir esta vida despierta? Cada mañana es un hallazgo de Jesucristo y de su Evangelio. Volvemos a tomar, mediante una pequeña lectura, una oración rápida o una meditación más larga, la resolución es estar atentos a Dios, a una tarea, a las personas con las que hemos de tratar. Pero habrá que vigilar constantemente la “pesadez de nuestro corazón”. “Cuidado”, nos dice tan cruelmente Jesús, no se embote la mente con el vicio, la bebida y los agobios de la vida”.
Y nos muestra además dónde podemos encontrar esta voluntad de despertar: “¡Oren!”. Los que descuidan este imperativo deberían dejarse penetrar hoy por la grave advertencia final: “Pidan fuerza en todo momento para escapar de todo lo que va a venir y poder así mantenerse en pie delante de mí”
Padre Daniel
Jesús está viniendo y espera que le abramos la puerta.
Breve historia del Adviento: Este término es tomado del vocabulario romano, designaba la venida de un personaje muy importante como un general victorioso al que había que recibir con todos los honores. Para ello adornaban las rutas por donde pasaría y el pueblo organizaba festejos para recibirlo, incluso se acuñaban monedas con su esfinge, por ejemplo Nerón.
En las obras cristianas de los primeros siglos ADVIENTO vino a ser el término clásico para designar la Venida de Cristo entre los hombres:
§ Su Advenimiento en la carne que inaugura los tiempos mesiánicos, Navidad.
§ Su Advenimiento Glorioso que coronará su obra redentora al Fin de los tiempos.
El Concilio Vaticano II ha querido resaltar que esto es:
a) la preparación de la Navidad: desde el 1º domingo de Adviento hasta el 16 de diciembre, está más orientado hasta la 2da. Venida de Cristo.
b) desde el 17 de diciembre hasta las primeras vísperas del 24 de diciembre orientado a preparar la Navidad.
Los personajes principales son: el Profeta que anuncia; Juan el Bautista que señala y la Sma. Virgen María asociada desde siempre por ser Madre de Cristo.
En este 1º Domingo de Adviento escuchamos La voz del Profeta Jeremías recordando la promesa de Dios de enviar un salvador.
El salmista suplica en la oscuridad de su sufrimiento.
San Pablo exhorta a los Tesalonicenses a prepararse para el Día de la Venida y en el Evangelio escuchamos a Jesús anunciando las señales de su Segunda Venida y nos exhorta a ESTAR VIGILANTES EN LA ORACION.
Este es un tiempo en el que nos preocupan cosas que no nos ayudan a la vigilancia ni a la oración, con quien vamos a pasar las fiestas, qué vamos a comer, qué regalamos, NO ESTA MAL, siempre y cuando todo esto esté en función de lo que vamos a celebrar. Es este un buen momento para acercamos más que nunca a AQUEL QUE ES EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA.
No perdamos de vista estos tiempos, no nos quedemos solo en el pesebre, ESE NIÑO JESÚS YA CRECIÓ, MURIÓ Y RESUCITÓ POR NOSOTROS y ahora ESTA VINIENTO Y ESPERA QUE LE ABRAMOS LA PUERTA, no lo dejemos afuera.
Que María Sma. Maestra en Vigilancia nos ayude a recibirlo y San José, protector de la Iglesia Universal esté siempre con nosotros.
Santa Teresa de Jesús, maestra de oración nos ayude.
Bendiciones para todos y nos estamos encontrando.
Prof. Martha Pereyra O.C.S.
Ven a mí, Espíritu Santo, agua viva que lanza a la vida eterna: concédeme la gracia de llegar a contemplar el rostro del Padre en la vida y en la alegría sin fin.
Tiempo de testimonio: Existía el peligro, en la corriente de entusiasmo apocalíptico, de perder el contacto con la realidad histórica y cotidiana, y esperar la venida del Señor. Pero Lucas parece decir a la comunidad que, si el Señor ha vencido a la muerte y ha resucitado, y ahora podemos encontrarlo, pues está presente, aunque oculta y sacramentalmente, en el mundo. No es intención de Lucas describir acontecimientos que van a suceder en el futuro, sino dar a los creyentes de su comunidad la fuerza y el coraje para que puedan vivir y dar testimonio de Jesús como Buena Noticia, a pesar de las pruebas y dificultades, en este tiempo, aquí y ahora.
Hoy: Vivir con esperanza. A nosotros se nos ha acusado frecuentemente de falta de realismo al refugiarnos en una actitud de esperanza que todo lo deja para el futuro o el más allá. ¡Hay que ser realistas!, se nos dice una y otra vez. Si vivimos de recuerdos, nos estamos remontando a un pasado que ya no existe, si nos dejamos llevar por la esperanza, empezamos a soñar con un futuro que todavía no existe. Aprendamos a enfrentarnos con lucidez y valentía el momento presente, única realidad que tenemos ante nosotros. La esperanza cristiana no es la espera pasiva de los no comprometidos, ni de la espera interesada del bien situado, sino la espera creadora de los comprometidos a favor de una sociedad más justa y fraterna.
Es claro, seguro y de fe que el Hijo del Hombre va a venir al final de los tiempos con toda su Gloria para realizar el Juicio Final. Pero con respecto al Día y a la hora de dicho acontecimiento nadie lo sabe, sólo Dios.
Por lo tanto no es el momento para especular y calcular con respecto al “cuándo” sino que es el tiempo propicio para reflexionar en el “cómo” me preparo para el encuentro con el Señor
La sociedad se hizo "pragmática", "realista". La mística utópica y la esperanza apasionada de una renovación del mundo parecen cosas de otros tiempos…
¿Qué papel tendríamos los cristianos en esta época sin esperanzas mesiánicas ni liberadoras?
¿Somos testigos de la esperanza?
¿Cuáles podrían ser hoy “los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida”, que me estén desconcentrando del camino de la salvación?
¿Qué significa para mi hoy, estar “alerta” y en oración en mi vida espiritual?
Lecturas de la Semana
Lunes 3: Is. 2,1-5; Sal 121 Mt. 8, 5-11.
Martes 4: Is. 11, 1-10; Sal 71; Lc. 10,21-24.
Miércoles 5: Is. 25,6-10; Sal 22; Mt. 15, 29-37.
Jueves 6: Is. 26, 1-6; Sal 117; Mt.7, 21. 24-27-28.
Viernes 7: Is. 29, 17-24; Sal 26; Mt. 9, 27-31
Sábado 8: Gn. 3, 9-15.20; Sal 97; Ef. 1, 3-6.11-12; Lc. 1, 26-38.
Círculo Bíblico San José
Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Domínico.