Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

viernes, 10 de julio de 2009

Domingo 15° durante el año, « los envió de dos en dos... »

Lecturas del 12/07/09 –Ciclo B–
Domingo 15° Durante el año

« los envió de dos en dos... »

Lectura de la profecía de Amós 7, 12-15

Amasias dijo a Amós: «Vete de aquí, vidente, refúgiate en el país de Judá, gánate allí la vida y profetiza allí. Pero no vuelvas a profetizar en Betel, porque este es un santuario del rey, un templo del reino.»
Amós respondió a Amasias: «Yo no soy profeta, ni hijo de profetas, sino pastor y cultivador de sicomoros; pero el Señor me sacó de detrás del rebaño y me dijo: "Ve a profetizar a mi pueblo Israel."»
Palabra de Dios.

SALMO 84
R. ¡Manifiéstanos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación!

Voy a proclamar lo que dice el Señor:
el Señor promete la paz, la paz para su pueblo y sus amigos. Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra. R.

El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo. R.

El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos. La Justicia irá delante de él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos. R.

Carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso 1, 3-14

Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. El nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia, que Dios derramó sobre nosotros, dándonos toda sabiduría y entendimiento.
El nos hizo conocer el misterio de su voluntad, conforme al designio misericordioso que estableció de antemano en Cristo, para que se cumpliera en la plenitud de los tiempos: reunir todas las cosas, las del cielo y las de la tierra, bajo un solo jefe, que es Cristo.
En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad- a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
En él, ustedes, los que escucharon la Palabra de la verdad, la Buena Noticia de la salvación, y creyeron en ella, también han sido marcados con un sello por el Espíritu Santo prometido. Ese Espíritu es el anticipo de nuestra herencia y prepara la redención del pueblo que Dios adquirió para sí, para alabanza de su gloria. Palabra de Dios.

Santo Evangelio según san Marcos 6, 7-13

Jesús llamó a los Doce y los envió de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros. Y les ordenó que no llevaran para el camino más que un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero; que fueran calzados con sandalias y que no tuvieran dos túnicas. Les dijo: «Permanezcan en la casa donde les den alojamiento hasta el momento de partir. Si no los reciben en un lugar y la gente no los escucha, al salir de allí, sacudan hasta el polvo de sus pies, en testimonio contra ellos.» Entonces fueron a predicar, exhortando a la conversión; expulsaron a muchos demonios y curaron a numerosos enfermos, ungiéndolos con óleo. Palabra del Señor.

Reflexión:

El punto de encuentro de las lecturas de este domingo es la misión. El Evangelio habla de la misión que Jesús da a los Doce: "Comenzó a enviarlos de dos en dos, dándoles poder sobre los espíritus impuros". El profeta Amós, en la primera lectura, subraya que profetiza, no por voluntad o iniciativa personal, sino "porque el Señor le agarró y le hizo dejar el rebaño diciendo: ´Ve a profetizar a mi pueblo Israel´". El himno cristológico de la carta a los efesios, canta los frutos de la misión en la conciencia de los cristianos: la bendición de Dios Padre, la elección en Cristo, la adopción filial, la redención y el perdón de los pecados, la revelación de los designios de Dios sobre la historia, el bautismo en el Espíritu Santo.

Comienza una nueva etapa en el proceso del seguimiento, la etapa de la misión. Ahora les corresponde a los Doce proclamar lo que han visto y oído. Jesús es consciente de que tendrán que enfrentar el mal en todas sus dimensiones por eso les da poder para hacerlo y les da algunas recomendaciones, les indica que es necesario un cierto estilo de pobreza, tener capacidad para acomodarse a las circunstancias y saber que van a ser aceptados o rechazados. La proclamación de la Buena Nueva debe hacerse en libertad, a nadie se puede obligar a aceptarla. Jesús les está hablando desde su propia vida, les está aportando desde su práctica pastoral.
Todos los comienzos tienen sus dificultades -así lo vemos también en la experiencia de Amós-, pero además están llenos de esperanza y de alegría porque se tiene la motivación de sacar a adelante un proceso. Jesús les advierte a los discípulos cómo son las cosas, para que nada los tome por sorpresa. Sin embargo, la experiencia para cada evangelizador será siempre diferente y a veces donde creemos que nos va a ir bien quizá no logramos nada. Quien evangeliza debe tener presente que es Dios quien hace que surja el fruto, pero también debe disponerse para que el mensaje que transmita motive, inquiete y sea más creíble.
Jesús sabe lo que les espera a los Doce. Los envía de dos en dos. La compañía es apoyo, fuerza y motivación para cumplir mejor con la misión y para resistir a las dificultades. La tarea que van a realizar es una tarea liberadora pero, ¿están capacitados para hacerla? Al final del texto se nos dice cómo los discípulos expulsaron muchos demonios y curaron muchos enfermos. De esta forma los Doce van adquiriendo autonomía y confianza en sí mismos, se dan cuenta de que son capaces de hacer lo mismo que hace Jesús.
El que es enviado sabe que debe permanecer en el lugar hasta que cumpla con su misión, así lo vemos en Amós y en las indicaciones que Jesús les da a los Doce. El enviado no va a nombre personal, va en nombre de quien lo envió. Además Jesús cuenta con la buena voluntad de muchos hombres y mujeres que son solidarios, que abren la puerta de su casa para compartir, de ahí que se atreva a decirles que se queden en la casa donde entren hasta que vayan a otro lugar. Pero también les dice que donde no los reciban ni los escuchen, al marcharse sacudan el polvo de los pies. El gesto de sacudir los pies se hacía públicamente y expresaba condena y separación. Este gesto lo podemos leer también como señal de intolerancia de parte del evangelizador que no soporta que lo rechacen y que no lo reciban. No se puede obligar al otro a que reciba la Buena Nueva, también los demás tienen derecho a disentir, a manifestar que no están de acuerdo y el evangelizador debe tener una actitud más tolerante y comprensiva, debe esperar una nueva oportunidad.

Quienes hemos experimentado la cercanía de Dios, no podemos silenciar nuestra experiencia; Jesús nos la concedió para poder concedérsela a otros muchos a través nuestro; si los discípulos de Jesús, que nos sabemos queridos por él y por él enviados, callamos, ¿quién va a llevar la buena nueva al mundo de que Dios lo ama? Esa es nuestra tarea y nuestra responsabilidad.

Benedicto XVI explica el secreto del misionero: «Dios es amor» Ángelus en el octogésimo Domingo, Mundial de las Misiones, 22 octubre 2006

La caridad que movió al Padre a enviar a su Hijo al mundo, y al Hijo a entregarse por nosotros hasta la muerte de cruz, esa misma caridad ha sido derramada por el Espíritu Santo en el corazón de los creyentes. Cada bautizado, como sarmiento unido a la vida, puede cooperar en la misión de Jesús, que se resume así: llevar a toda persona la buena noticia: «Dios es amor» y, precisamente por este motivo, quiere salvar al mundo.

La misión surge del corazón: cuando uno se detiene a rezar ante el Crucifijo, con la mirada puesta en ese costado traspasado, no se puede dejar de experimentar dentro de uno mismo la alegría de sentirse amado y el deseo de amar y de hacerse instrumento de la misericordia y la reconciliación. Es lo que le sucedió, hace precisamente ochocientos años, al joven Francisco de Asís, en la pequeña iglesia de San Damián, que entonces estaba derruida. Desde lo alto del Crucifijo, custodiado ahora en la Basílica de Santa Clara, Francisco escuchó a Jesús que le decía: «Vete, repara mi casa, pues ya ves que está en ruinas». Aquella «casa» era ante todo su misma vida, que había que «reparar» mediante una auténtica conversión; era la Iglesia, no la que está hecha de ladrillos, sino de personas vivas, que siempre necesita purificación; era también toda la humanidad, en la que Dios quiere hacer su morada. La misión siempre nace del corazón transformado por el amor de Dios, como lo testimonian innumerables historias de santos y de mártires, que de diferentes maneras han gastado la vida al servicio del Evangelio.

La misión es, por tanto, una cantera en la que hay lugar para todos: para quien se compromete a realizar en su propia familia el Reino de Dios; para quien vive con espíritu cristiano el trabajo profesional; para quien se consagra totalmente al Señor; para quien sigue a Jesús Buen Pastor en el ministerio ordenado al Pueblo de Dios; para quien se va específicamente a anunciar a Cristo a quienes todavía no le conocen.
Que María Santísima nos ayude a vivir con un nuevo empuje, cada quien en la situación en que le ha puesto la Providencia, la alegría y la valentía de la misión.
Preguntas para la meditación: ¿Qué me dice?

Francisco de Asís escuchó a Jesús que le decía: «Vete, repara mi casa, pues ya ves que está en ruinas». Aquella «casa» era ante todo su misma vida, que había que «reparar» mediante una auténtica conversión; era la Iglesia, no la que está hecha de ladrillos, sino de personas vivas, que siempre necesita purificación; era también toda la humanidad, en la que Dios quiere hacer su morada. Ante estas palabras del señor:

¿Qué cosas tengo que reparar en mi vida mediante una auténtica conversión? ¿De qué cosas debo liberarme, desatarme para cumplir la misión?

La misión siempre nace del corazón transformado por el amor de Dios:

¿Qué significa para mí hoy ser un “enviado” de Jesús? ¿A qué lugares de manera particular me envía? ¿Cuáles serían los “espíritus malos” que tiene la gente hoy?

“No podemos desaprovechar esta hora de gracia. ¡Necesitamos un nuevo Pentecostés! ¡Necesitamos salir al encuentro de las personas, las familias, las comunidades y los pueblos para comunicarles y compartir el don del encuentro con Cristo, que ha llenado nuestras vidas de “sentido”, de verdad y amor, de alegría y de esperanza!”…
Texto Conclusión del Documento Final de Aparecida.

¿Jesús nos pregunta cuento con vos para esta misión, mi hijo amado?

ORACIÓN: HIMNO DEL X° CONGRESO EUCARÍSTICO NACIONAL

Jesucristo Señor de la Historia,
que estuviste, estás y estarás;
Sos Presencia, Esperanza y Memoria,
sos el Dios de la Vida, hecho Pan.

Sos el mismo Jesús que estuviste,
junto al lago de Genesaret y
ante el hambre del pueblo exigiste
“¡Denle ustedes, por Dios de comer!”

¡Quédate con nosotros, Jesús,
que da miedo tanta oscuridad;
no es posible morirse de hambre
en la Patria, bendita del Pan!
¡Quédate con nosotros, Señor,
que hace falta un nuevo Emaús;
la propuesta será compartir
como vos, y en tu nombre, Jesús!

Lecturas de la semana:

LUNES 13: Éx. 1, 8-14.22; Salmo 123; Mt. 10, 34—11, 1.
MARTES 14: Éx. 2, 1-15a; Salmo 68; Mt. 11, 20-24.
MIERCOLES 15: Éx. 3, 1-6. 9-12; Salmo 102; Mt. 11, 25-27.
JUEVES 16: Zac. 2, 14-17; Sal Lc. 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55; Mt. 12, 46-50.
VIERNES 17: Éx. 11, 10—12, 14 ; Sal 115; Mt. 12, 1-8.
SABADO 18: Éx. 12, 37-42; Sal 135; Mt.12, 14-21.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria, Catholic.net, Homilia.com. “Claves de Lectio Divina” Proyecto Lectionautas CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS NIDAS Pbro. Lic. Gabriel MESTRE, Hno. Ricardo Grzona. Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

T

domingo, 5 de julio de 2009

Domingo 14° domingo durante el año, « Te basta mi gracia »

Lecturas del 5/07/09 –Ciclo B–
Domingo 14° Durante el año

« Te basta mi gracia »

Lectura de la profecía de Ezequiel 2, 2-5

Un espíritu entró en mí y me hizo permanecer de pie, y yo escuché al que me hablaba. El me dijo: Hijo de hombre, yo te envío a los israelitas, a un pueblo de rebeldes que se han rebelado contra mí; ellos y sus padres se han sublevado contra mí hasta el día de hoy.
Son hombres obstinados y de corazón endurecido aquellos a los que yo te envío, para que les digas: «Así habla el Señor.» Y sea que escuchen o se nieguen a hacerlo -porque son un pueblo rebelde- sabrán que hay un profeta en medio de ellos.
Palabra de Dios.

Salmo 122
R. Nuestros ojos miran al Señor,
hasta que se apiade de nosotros.

Levanto mis ojos hacia ti, que habitas en el cielo. Como los ojos de los servidores
están fijos en las manos de su señor. R.

Y los ojos de la servidora en las manos de su dueña: así miran nuestros ojos al Señor, nuestro Dios, hasta que se apiade de nosotros. R.
¡Ten piedad, Señor, ten piedad de nosotros,
porque estamos hartos de desprecios!
Nuestra alma está saturada
de la burla de los arrogantes, del desprecio de los orgullosos. R.

Segunda carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto 12, 7-10

Hermanos: Para que la grandeza de las revelaciones no me envanezca, tengo una espina clavada en mi carne, un ángel de Satanás que me hiere. Tres veces pedí al Señor que me librara, pero él me respondió: “Te basta mi gracia, porque mi poder triunfa en la debilidad.” Más bien, me gloriaré de todo corazón en mi debilidad, para que resida en mí el poder de Cristo. Por eso, me complazco en mis debilidades, en los oprobios, en las privaciones, en las persecuciones y en las angustias soportadas por amor de Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. Palabra de Dios.

Santo Evangelio según san Marcos 6, 1-6a

Jesús salió de allí y se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: « ¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es esa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanos no viven aquí entre nosotros?»
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Por eso les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa.» Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de curar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Y él se asombraba de su falta de fe. Palabra del Señor.

Reflexión:

El domingo anterior los textos litúrgicos se centraban en la potencia de la fe. El presente domingo están centrados en las dificultades para creer y en la actitud de los hombres ante ellas. Los israelitas, a los que dirige su palabra el profeta Ezequiel, dudan de la fidelidad de Dios que los ha abandonado a su propia suerte en el exilio de Babilonia. Ante esta situación se rebelan y su corazón se endurece para las cosas de Dios (primera lectura). Los nazarenos sufren también una crisis de fe ante Jesús que, por un lado, ha obrado grandes signos y milagros, y, por otro, es uno más entre los habitantes de Nazaret, es "el hijo del carpintero" (Evangelio). Pablo no está exento de dificultades en su fe, pero se mantiene firme porque una voz en su interior le repite: "Te basta mi gracia" (segunda lectura). San Pablo, en la carta a los Corintios dice: Tres veces rogué al Señor que lo alejara de mí, pero me respondió: “Te basta mi gracia; mi mayor fuerza se manifiesta en la debilidad”

El escándalo de la fe. Creer es aceptar la irrupción de Dios en la propia vida y en la historia de los hombres. Es aceptar que el hombre, con toda su técnica y todo su saber, no tiene todos los hilos de los acontecimientos en sus manos. Es aceptar el riesgo de que Alguien te indique el camino, que tú no ves. En este sentido, la fe es un auténtico escándalo. El escándalo de la fe no es cosa de estos últimos siglos, ni sólo de los cristianos o de los hombres religiosos; el escándalo afecta a todo ser humano, a los mismos ateos. Quieran o no, la fe es también para ellos una piedra de tropiezo en su marcha por la vida. A los israelitas del siglo VI a. C. les chocó y se les hizo un verdadero drama el ver que Jerusalén era conquistada por los babilonios, que los deportaran en gran número, a su propio país. ¿Dónde está la fidelidad de Yahvé a sus promesas? ¿Dónde está, se preguntaban los israelitas, el brazo poderoso de Yahvé? ¿No se ha mostrado más poderoso Marduk (dios babilonio) que Yahvé? Yahvé nos ha abandonado. ¡El escándalo debió ser imponente!

No menor debió ser el escándalo de los nazarenos. Si a “este” lo conocemos bien, ¿de dónde le viene la capacidad? Pero la pregunta no es para saber el origen, sino para poner en duda esa autoridad, el origen de la palabra que él pronuncia. Es una pregunta de descreimiento (falta de fe), y por eso “no puede” hacer allí milagros (el texto en griego juega de un modo muy interesante con las palabras: podría traducirse por “no podía [edúnato] hacer su poder [dúnamin]”).
Es evidente que los signos de Jesús (frecuentemente conocidos como “milagros”, pero en realidad “expresiones de poder”) manifiestan su misión, es decir, su predicación del Reino (ver Lc. 11,20), y por ello están en relación directa con la fe. Jesús va por los pueblos predicando, “enseñando” (didaskein).
La lista de la parentela de Jesús revela, fundamentalmente, que es una persona conocida en su pueblo. Precisamente por ser conocido “no tiene autoridad” para hablar. Es “el carpintero” (o mejor un “trabajador manual”, téktôn), son manos para trabajar materiales sólidos, no para obrar “signos de poder”. Es “de los nuestros“ no puede “enseñar” con “sabiduría”. Por eso es motivo de escándalo, de tropiezo.

La fe de Pablo es probada de modo diverso. Él ha sido "arrebatado" hasta el tercer cielo, es decir, a una experiencia de Dios absolutamente sobrecogedora y profunda. Con todo, esa experiencia no le libra del aguijón de la "carne" (¿una enfermedad? ¿La conciencia de su debilidad ante la misión? ¿La conciencia del abismo entre él con todas sus limitaciones y Dios con toda su grandeza? ¿El sentir el peso del propio pecado?). ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué Dios no le libra de esa espina que le atormenta? También Pablo pasó por el escándalo de la fe.

Actitudes ante el escándalo de la fe. La liturgia presenta a nuestra consideración tres actitudes ante el escándalo de la fe. La primera es la de los israelitas. Es la actitud de rebelión, de obstinación, de dureza de corazón. En lugar de buscar solución a sus dudas sobre la fidelidad de Dios, se aferran a ellas, en ellas se encierran y con ello su corazón se endurece ante la voz de Dios que les llega por el profeta Ezequiel. En lugar de buscar resolver sus dudas de fe, se hunden más en ellas. La segunda actitud es la de los habitantes de Nazaret. Ellos no pueden dudar de los signos y prodigios que ha hecho Jesús en Cafarnaúm y en los pueblos de su alrededor. Pero no pueden creer que un hombre corriente, y de su pueblo, como es Jesús, logre hacer tales cosas. Ellos se habrían dado cuenta desde antes. ¡No son tan tontos! ¡Algo raro y extraño ha sucedido, aunque no sepan qué es! La tercera actitud, muy diversa de las anteriores, es la de Pablo. La experiencia de Damasco ha marcado para siempre su vida. Lo que le pasa tiene que explicarlo desde esa experiencia. Y así, desde esa experiencia de fe, llega a dos conclusiones: 1) Ante las crisis de fe está presente la gracia de Cristo para enfrentarse a ellas con decisión y valentía; 2) En mi debilidad, es donde soy más fuerte, pero no con mi fuerza, sino con la fuerza de Dios. La prueba de la fe es un momento extraordinario para acrecentarla y consolidarla.

Las dificultades de la fe hoy. El creer encuentra dificultades en cualquier época y en cualquier punto de la tierra. ¿Cuáles son las dificultades que hoy encuentran nuestros contemporáneos en su camino de fe? Algunas son las de siempre, pues la fe es un don y hay que acogerlo en la oración y con humildad. En nuestros días se han acentuado algunas dificultades. Por ejemplo, el desinterés más o menos marcado por lo que no sea inmediato y aporte algo útil al hombre hoy, aquí y ahora; la excesiva confianza en la razón científica, en perjuicio de la razón filosófica que predispone para la fe; el espíritu relativista dominante, amplios sectores de la sociedad, en los que "Dios" es un punto de vista más, en concurrencia con otros aparentemente más atractivos; no pocas veces se menciona también la imagen de una Iglesia retrógrada, enrocada en el pasado en la propuesta de algunas verdades dogmáticas o morales. Hay todavía quien dice no creer porque la fe le aliena y le hace soñar en un mundo inexistente, quitándole energías para trabajar en el mundo en que vive; o quien piensa que la fe es cosa de "viejas"...

"Fuertes en la fe". Las dificultades son "magníficas" para fortalecer nuestra fe, si las sabemos afrontar con valentía y con decidida coherencia.
¿Viene una dificultad? Ora, en primer lugar. Luego, crece ante ella, de manera que te parezca pequeña, aunque sea grande. Piensa también que te va a ayudar a madurar tu fe, porque una virtud no probada siempre será una virtud inmadura. No te olvides, por otra parte, de estar vigilante, porque, si vigilas, la verás venir y buscarás el modo de defenderte y de atacarla.
Cuantas veces nos dice Jesús a nosotros también: “Te basta mi gracia”. Para superar las dificultades basta la ayuda del Señor. Sepamos imitar a San Pablo, que frente a las dificultades se llena de fortaleza y de esperanza confiando en el poder de Cristo y en su promesa: “Te basta mi gracia”.
Preguntas para la meditación: ¿Qué me dice?

Jesús es mirado con los ojos de los paisanos como “uno más”. No han sabido ver en él a un profeta hablando “en nombre de Dios”, cuesta mucho reconocer en quien es visto como “uno de nosotros” a uno que Dios ha elegido y enviado. Cuesta pensar que estos tiempos que vivimos son tiempos especiales y preparados por Dios (kairós) desde siempre. No es fácil reconocer el paso de Dios por nuestra vida, especialmente cuando ese paso se reviste de “ropaje común”, como uno de nosotros. A veces quisiéramos que Dios se nos manifieste de manera espectacular ‘tipo Hollywood’, pero el enviado de Dios, su propio Hijo, come en nuestras mesas, camina nuestros pasos y viste nuestras ropas. Su palabra, es una palabra que Dios pronuncia y con la que Dios mismo nos habla. Sus manos de trabajador común son manos que obran signos, pero con mucha frecuencia nuestros ojos no están preparados para ver en esos signos la presencia del paso de Dios:

¿Sabemos ver el paso de Dios por nuestra vida, sabemos reconocer a nuestros profetas? ¿Nos resulta más fácil esperar cosas extraordinarias y espectaculares, o mirar alguien de afuera? ¿No estaríamos dejando a Jesús pasar de largo?

El profeta reclama el cambio o la conversión. Exige una respuesta o una opción que no todos están dispuestos a aceptar. Pensemos un poco en nosotros y en nuestra comunidad:

¿Aceptamos la propuesta de cambio y de conversión al evangelio de Jesucristo y a los valores del Reino de Dios?

¿Reconocemos o desvalorizamos un compañero de trabajo, o un familiar que tienen ideas buenas, que hacen cosas por la comunidad, que son reconocidas por otros y en cambio nosotros no reconocemos sus méritos y sus cualidades o sus acciones?

ORACIÓN:

Dios, Padre nuestro, que continuamente nos invitas a la conversión con llamamientos que con frecuencia nos pasan desapercibidos; te pedimos abras nuestros oídos y nuestros corazones para que estemos siempre atentos a acoger tu Palabra, sea cual sea el ropaje con el que venga envuelta, para que nos dejemos transformar por ella y la llevemos a la práctica con entusiasmo. Por Jesucristo Amén.

Lecturas de la semana:

LUNES 6: Gn. 28, 10-22a; Salmo 90; Mt. 9, 18-26.
MARTES 7: Gn. 32, 23-33; Salmo 16; Mt. 9, 32-38.
MIERCOLES 8: Gn. 41, 55-57; 42, 5-7ª. 17-24ª; Salmo 32; Mt. 10, 1-7.
JUEVES 9: Is. 7, 10-14; Sal Lc. 1, 46-47. 48-49. 50-51. 52-53. 54-55; Lc. 1, 39-47.
VIERNES 10: Gn. 46, 1-7. 28-30; Sal 36; Mt. 10, 16-23.
SABADO 11: Gn. 49, 29-32; 50, 15-6a; Sal 104; Mt.10, 24-33.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria, Catholic.net, Homilia.com. “Claves de Lectio Divina” Proyecto Lectionautas CEBIPAL/CELAM – SOCIEDADES BIBLICAS NIDAS Pbro. Lic. Gabriel MESTRE, Hno. Ricardo Grzona. Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

Te esperamos los sábados 17:00 h.
para leer la Biblia en la Parroquia San José: Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José