Dijo el Señor: «¡Ay
de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos
padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los
mataron y ustedes les construyen sepulcros. Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles:
matarán y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que
ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la
sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les
aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la
ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden.»
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo,
exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación. Palabra del
Señor.
Todavía hay
personas que se reservan para ellas el “derecho de saber en exclusiva”, que lo
comparten —en el mejor de los casos— con los suyos, con aquellos que les
permiten continuar aupados en sus éxitos y su fama. Personas que cierran el
paso a los que intentan entrar en los ámbitos del conocimiento, no sea que tal
vez sepan tanto como ellos y los adelanten: «¡¡Ay de ustedes, doctores de la
Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes,
y a los que quieren entrar, se lo impiden.» (Lc 11,52).
Ahora, como en tiempos de Jesús, muchos analizan frases y estudian textos para
desacreditar a los que incomodan con sus palabras: ¿es éste nuestro proceder?
«No hay cosa más peligrosa que juzgar las cosas de Dios con los discursos
humanos» (San Juan Crisóstomo).
La poda se hace
cuando finaliza el invierno, cuando aparentemente todo está perdido. Es allí
donde la poda de Dios te anuncia que el proceso no fue para muerte sino para
animarte a que abraces tu primavera. ¿Cómo te está “podando” Dios? ¿Está
recortando tu confianza en vos mismo para que confíes más en Él? ¿Está
recortando tu orgullo para que seas más como Jesús? ¿Está recortando tu zona de
comodidad para que vayas donde Jesús quiere que vayas? (Evangeli.net y donbosco.org.ar)