Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 22 de septiembre de 2012

Vigésimo quinto domingo durante el año


Lecturas del 23-09-12
Vigésimo  quinto domingo durante el año
– Ciclo B –

“Jesús nos enseña a encontrarlo en los pequeños, los indefensos, los pobres”
 
Lectura del libro de la Sabiduría 2, 12. 17-20
Dicen los impíos: «Tendamos trampas al justo, porque nos molesta y se opone a nuestra manera de obrar; nos echa en cara las transgresiones a la Ley y nos reprocha las faltas contra la enseñanza recibida. Veamos si sus palabras son verdaderas y comprobemos lo que le pasará al final. Porque si el justo es hijo de Dios, él lo protegerá y lo librará de las manos de sus enemigos. Pongámoslo a prueba con ultrajes y tormentos, para conocer su temple y probar su paciencia. Condenémoslo a una muerte infame, ya que él asegura que Dios lo  visitará.»       Palabra de Dios.
 
Salmo 53 

 R. El Señor es mi verdadero sostén.
Dios mío, sálvame por tu Nombre,  defiéndeme con tu poder. Dios mío, escucha mi súplica, presta atención a las palabras de mi boca.  R.
Porque gente soberbia se ha alzado contra mí, hombres violentos atentan contra mi vida,  sin tener presente a Dios.  R. 
Pero Dios es mi ayuda,  el Señor es mi verdadero sostén: Te ofreceré un sacrificio voluntario,  daré gracias a tu Nombre, porque es bueno.  R. 
 
Lectura de la carta del apóstol Santiago 3, 16-4, 3
Hermanos: Donde hay rivalidad y discordia, hay también desorden y toda clase de maldad. En cambio, la sabiduría que viene de lo alto es, ante todo, pura; y además, pacífica, benévola y conciliadora; está llena de misericordia y dispuesta a hacer el bien; es imparcial y sincera. Un fruto de justicia se siembra pacíficamente para los que trabajan por la paz. 
¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? ¿No es precisamente de las pasiones que combaten en sus mismos miembros? Ustedes ambicionan, y si no consiguen lo que desean, matan; envidian, y al no alcanzar lo que pretenden, combaten y se hacen la guerra. Ustedes no tienen, porque no piden. O bien, piden y no reciben, porque piden mal, con el único fin de satisfacer sus pasiones. Palabra de Dios.
 
Santo Evangelio según san Marcos 9, 30-37
Al salir de allí atravesaron la Galilea; Jesús no quería que nadie lo supiera, porque enseñaba y les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo matarán y tres días después de su muerte, resucitará.» Pero los discípulos no comprendían esto y temían hacerle preguntas.
Llegaron a Cafarnaún y, una vez que estuvieron en la casa, les preguntó: « ¿De qué hablaban en el camino?» Ellos callaban, porque habían estado discutiendo sobre quién era el más grande.
Entonces, sentándose, llamó a los Doce y les dijo: «El que quiere ser el primero, debe hacerse el último de todos y el servidor de todos.» Después, tomando a un niño, lo puso en medio de ellos y, abrazándolo, les dijo: «El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe, no es a mí al que recibe, sino a aquel que me ha enviado.»  Palabra del Señor.
 
Reflexión   
 Jesucristo con su persona, con su enseñanza y su vida ha traído un cambio al mundo del hombre.  Al impío que no entiende ni acepta la vida del justo se le pide implícitamente un cambio de actitud (primera lectura). Los discípulos de Jesús necesitan cambiar de mentalidad ante las enseñanzas sorprendentes de su Maestro (Evangelio). Santiago propone a los cristianos un programa espiritual que implica un cambio en el estilo de vida que antes llevaban (segunda lectura).
 
Dios lo  visitará. El libro de la Sabiduría recoge la experiencia de los profetas de Israel y nos presenta a la persona «justa» como el modelo de sabiduría. El modelo de piedad no lo constituye la persona que hace sacrificios abundantes o que sigue con elegancia y delicadeza todos los pormenores de los ritos litúrgicos. La persona ideal es la que vive la justicia y muestra con sus obras que es posible realizar la voluntad de Dios en este mundo. Pero, aunque este es el camino auténtico y querido por Dios, no por ello, se puede realizar con simplicidad. La oposición no se hace esperar, incluso, en el interior de la familia o del círculo de amigos. El que tome el camino de la justicia, pronto se dará cuenta que hará el viaje en compañía de pocas personas.
 
¿De dónde provienen las luchas y las querellas que hay entre ustedes? La carta de Santiago nos da una explicación tan sencilla como eficaz de la causa de los conflictos en la comunidad cristiana: la ambición. En efecto, nadie roba, ni asesina ni arruina la vida ajena si no está movido por algún tipo de ambición. El deseo de ser más fuerte que los demás, de tener más capacidad económica, de asegurarse esta vida y la otra, no son sino manifestaciones de la ambición. El problema, es que las personas que piensan así, comienzan a ver al resto del mundo como un obstáculo a eliminar o como un puente sobre el cual pasar. Pero, el problema de tales conductas, animadas y patrocinadas por la sociedad, radica en que se constituyen en ideales de vida, incluso de personas que se proclaman como cristianos. La carta de Santiago nos invita a poner todas esas ideas a contraluz y a pasarlas por el inequívoco tamiz del evangelio. La codicia de dinero, prestigio y poder nos puede conducir por un camino sin regreso y nos puede alejar del cristianismo de manera irreversible, aunque nos sigamos considerando cristianos.
 
¿De qué hablamos mientras caminamos con Jesús? En el evangelio vemos que Luego de la curación del epiléptico, Jesús y sus discípulos continúan su camino por la región de Galilea. Quiere dedicar tiempo particular para formar a sus discípulos. Esta enseñanza se concentra en lo que ya compartimos en el texto de la semana pasada: Jesús será entregado en manos de los líderes del pueblo que lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar. Lo que Jesús dice es muy profundo y fuerte en su naturaleza humana. Sin embargo los discípulos no logran captar lo que el Señor les intenta comunicar. No entienden y no se atreven a preguntar.
 
Pero lo más dramático es que ellos están en otra sintonía con respecto a lo que Jesús les está diciendo. Esta es la segunda parte de nuestro relato.
Cuando llegan a Cafarnaúm Jesús le pregunta sobre lo qué hablaban en el camino. La vergüenza se apodera de ellos que no pueden contestar nada dado que su preocupación era saber quién es el más importante. En el mismo momento que el Señor les abre el corazón y les cuenta lo que va a padecer, ellos se están disputando el grado de importancia. Realmente es un momento difícil.
Pero Jesús no desespera, se sienta a enseñar nuevamente, llama a los doce y les dice si alguien quiere ser el más importante debe aprender a ocupar el último espacio siendo servidor de todos.
Jesús debe superar el miedo cultural que invade a sus discípulos y que les impide dirigirse a su «Maestro» con toda confianza. Retoma la discusión de los discípulos que estaban concentrados no, en su enseñanza, sino en la repartición de los cargos burocráticos de un hipotético gobierno y reconduce la discusión mediante un ejemplo tomado de la vida diaria. El «niño» era una de las criaturas más insignificantes de la cultura antigua. Por su estatura y edad no estaba en condiciones de participar en la guerra, ni en la política ni en la vida religiosa. Jesús coloca a uno de esos pequeños en medio de ellos y muestra cómo el presente y el futuro de la comunidad están en colocar en el centro, no las propias ambiciones, sino las personas más postergadas y simples. Sólo así se revierte el sistema social de valores. Y sólo así, la comunidad es una alternativa ante el «mundo», que ya sabe poner en el centro a las personas adineradas. La novedad de Jesús consiste en hacer grande lo pequeño, lo doméstico e insignificante.
 
La verdadera grandeza consiste en servir (1).  “Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos” En el grupo que sigue a Jesús, el que quiera sobresalir y ser más que los demás, se ha de poner el último, detrás de todos; así podrá ver qué es lo que necesitan y podrá ser servidor de todos.
Para Jesús, el primero no es el que ocupa un cargo de importancia, sino quien vive sirviendo y ayudando a los demás. Los primeros en la Iglesia no son los jerarcas sino esas personas sencillas que viven ayudando a quienes encuentran en su camino. No lo hemos de olvidar.
Para Jesús, su Iglesia debería ser un espacio donde todos piensan en los demás. Una comunidad donde estamos atentos a quien nos puede necesitar. No es sueño de Jesús. Para él es tan importante que les va a poner un ejemplo gráfico.
Antes que nada, acerca un niño y lo pone en medio de todos para que fijen su atención en él. En el centro de la Iglesia apostólica ha de estar siempre ese niño, símbolo de las personas débiles y desvalidas, los necesitados de apoyo, defensa y acogida. No han de estar fuera, junto a la puerta. Han de ocupar el centro de nuestra atención.
Luego, Jesús abraza al niño. Quiere que los discípulos lo recuerden siempre así. Identificado con los débiles. Mientras tanto les dice: El que acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí…acoge al que me ha enviado”.
La enseñanza de Jesús es clara: el camino para acoger a Dios es acoger a su Hijo Jesús presente en los pequeños, los indefensos, los pobres y desvalidos. Eclesalia, J A Pagola.
 
Hoy: El afán de superación, el deseo de ser el primero, el anhelo de triunfo y éxito en la vida… parecen, en principio, aspiraciones legítimas del ser humano; el problema, normalmente, está en los medios que utilizamos para alcanzar esas metas. Jesús nunca dijo que no debamos aspirar a ser los primeros, antes al contrario: nos invita a serlo, pero nos señala el único camino humano para lograrlo: el amor y el servicio a la Causa del Reino, que es también la Causa de los pobres.
¿Estoy atrapado en esa pseudomística de la competitividad, del logro material, de la búsqueda del éxito y del dinero a cualquier precio?
No es fácil vivir a contracorriente, para eso hace falta coraje. Jesús nos propone hoy a cada uno que nos dispongamos a "cambiar de vida", que miremos nuestra vida y pensemos qué podemos cambiar nosotros, que nos dispongamos a seguirlo en su “camino”, la única forma que es digna de un verdadero discípulo del Señor.
Santa Teresa de Jesús dice:
“Humildad es andar en la verdad”.
Tengamos presente esta concisa y clara descripción de la humildad para poder orar con el texto. La auténtica humildad no es “callarse y esconderse” sino que tiene que ver con esto de “andar en la verdad”.Año de la Fe: Carta  Apostólica Pota Fidei, del Sumo Pontífice Benedicto XVI
 
El Papa Benedicto XVI convoca al año de la fe que Comenzará el 11 de octubre de 2012, en el cincuenta aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, y terminará en la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el 24 de noviembre de 2013
 
10. En este sentido, quisiera esbozar un camino que sea útil para comprender de manera más profunda no sólo los contenidos de la fe sino, juntamente también con eso, el acto con el que decidimos de entregarnos totalmente y con plena libertad a Dios… El apóstol Pablo nos ayuda a entrar dentro de esta realidad cuando escribe: «con el corazón se cree y con los labios se profesa» (cf. Rm 10, 10). El corazón indica que el primer acto con el que se llega a la fe es don de Dios y acción de la gracia que actúa y transforma a la persona hasta en lo más íntimo.
A este propósito, el ejemplo de Lidia es muy elocuente. Cuenta san Lucas que Pablo, mientras se encontraba en Filipos, fue un sábado a anunciar el Evangelio a algunas mujeres; entre estas estaba Lidia y el «Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo» (Hch 16, 14). El sentido que encierra la expresión es importante. San Lucas enseña que el conocimiento de los contenidos que se han de creer no es suficiente si después el corazón, auténtico sagrario de la persona, no está abierto por la gracia que permite tener ojos para mirar en profundidad y comprender que lo que se ha anunciado es la Palabra de Dios.
Profesar con la boca indica, a su vez, que la fe implica un testimonio y un compromiso público. El cristiano no puede pensar nunca que creer es un hecho privado. La fe es decidirse a estar con el Señor para vivir con él. Y este «estar con él» nos lleva a comprender las razones por las que se cree. La fe, precisamente porque es un acto de la libertad, exige también la responsabilidad social de lo que se cree. La Iglesia en el día de Pentecostés muestra con toda evidencia esta dimensión pública del creer y del anunciar a todos sin temor la propia fe. Es el don del Espíritu Santo el que capacita para la misión y fortalece nuestro testimonio, haciéndolo franco y valeroso.
La misma profesión de fe es un acto personal y al mismo tiempo comunitario. En efecto, el primer sujeto de la fe es la Iglesia. En la fe de la comunidad cristiana cada uno recibe el bautismo, signo eficaz de la entrada en el pueblo de los creyentes para alcanzar la salvación. Como afirma el Catecismo de la Iglesia Católica: «“Creo”: Es la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada creyente, principalmente en su bautismo. “Creemos”: Es la fe de la Iglesia confesada por los obispos reunidos en Concilio o, más generalmente, por la asamblea litúrgica de los creyentes. “Creo”, es también la Iglesia, nuestra Madre, que responde a Dios por su fe y que nos enseña a decir: “creo”, “creemos”».
Continúa ….
 
 
En el 50º aniversario del inicio de sesiones del  CONCILIO VATICANO II, Instituto María Madre de la Iglesia realizará los siguientes encuentros para fieles laicos en general:
 
Lunes 24 de Septiembre: La recepción del Concilio, El concepto de Iglesia particular. Fr. Dr. Mateo Krupsky o.f.m.
Lunes 1 de Octubre: Acto de clausura presidido por Mons. Rubén Oscar Frassia: “El diálogo de la Iglesia con el mundo”, Con la participación de destacados conferencistas e invitación a autoridades civiles y de instituciones de nuestra Diócesis
Horario: de 19.30 a 22 hs, Teatro Roma Sarmiento 101 – Avellaneda. Entrada  libre y gratuita
 
 
Lecturas de la Semana
Lunes  24: Jdt.15, 8-10¸16, 13-14;  Sal Lc. 1, 46-55; Jn.19, 25-27.
Martes 25Prov. 21, 1-6.10-13;  Sal 118; Lc. 8, 19-21.
Miércoles 26: Prov. 21, 5-9; Sal 118; Lc. 9, 1-6.
Jueves 27: Ecl. 1, 2-11;  Sal 89; Lc. 9, 7-9.
Viernes 28: Ecl.  3, 1-11; Sal 143;  Lc. 9, 18-22.
Sábado 29: Dn. 7, 9-10.13-14; Sal 137; Jn. 1, 47-51.
   
Círculo Peregrinoqueremos compartir con vos la Palabra del Señor, por eso podemos ir a tu casa a visitarte a vos o algún familiar enfermo.
Lectio Divina: También podes venir para compartirla  el primer y tercer sábado de cada mes a las 16 hs. en:       
Círculo Bíblico San José
Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Domínico.
 
 
Si  querés recibir la hojita por e-mail pedila a: miencuentroconjesus@yahoo.com.ar