Lecturas del 19-12-10
Libro de Isaías 7,10-14.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: "Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas".
Pero Ajaz respondió: "No lo pediré ni tentaré al Señor".
Isaías dijo: "Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la joven está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel. Palabra de Dios.
Salmo 24(23)
R: Va a entrar el Señor, el rey de la gloria.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes, porque él la fundó sobre los mares, él la afirmó sobre las corrientes del océano. R
¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado?
El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos ni jura falsamente. R
Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su Salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R
Carta de San Pablo a los Romanos 1,1-7.
Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser Apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, que él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras,
acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne,
y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos. Por él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo.
A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, llegue la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Palabra de Dios.
Evangelio según San Mateo 1,18-24.
Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.
Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo.
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados".
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta:
La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa. Palabra del Señor.
Reflexión:
Anuncio y nacimiento de Jesús
Este texto no intenta tanto darnos a conocer detalladamente el nacimiento de Jesús cuanto adelantarnos su cometido, el alcance salvífico de su misión, su verdadero ser.
Mateo afirma que Jesús procede de Dios a través de la acción misteriosa del Espíritu en María, y que la vinculación de Jesús con Israel es sólo legal, pues acontece a través de la paternidad adoptiva de José.
“María, su madre, estaba prometida a José”. Entre los judíos esta promesa comportaba un compromiso matrimonial casi definitivo, hasta el punto que, si la pareja tenía un hijo, éste era considerado legítimo de ambos. En caso de infidelidad, la ley de Moisés preveía dos soluciones: la denuncia pública y consiguiente lapidación; o la separación en privado. José, que era justo, sin dejar de ser obediente a la ley, elige la segunda.
El relato está lleno de detalles prodigiosos: la aparición de un mensajero de Dios, la manifestación de la voluntad de Dios a través del sueño, la natural perplejidad de José… Todos ellos confluyen en un mismo punto: Jesús no es sólo hijo de Abraham y de David, sino que es, sobre todo, Hijo de Dios. Si en la genealogía aparece vinculado a Abraham y a David, aunque sólo sea de forma legal, aquí, por la acción del Espíritu Santo, se nos devela que es Hijo de Dios.
El que Jesús nazca de María por la acción del Espíritu Santo es una forma de expresar su divinidad y mesianidad. Pero no pensamos que el Espíritu Santo realiza la función del varón en su concepción. El Espíritu Santo es principio de vida y nos muestra el origen divino de Jesús, pero no podemos pensar, sin entrar en una contradicción, que su acción sea al modo humano.
El nombre de Jesús envuelve toda la narración. Jesús significa “Dios salva” y describe, en apretada síntesis, cuál será su misión: “salvar a su pueblo de sus pecados”.
“Todo esto sucedió para que se cumpliese…”, cuyo propósito es subrayar que en Jesús se realizan las promesas que Dios había hecho a su pueblo.
Al citar a Isaías, Mateo subraya el nombre del niño que nacerá: “Emmanuel, que significa Dios-con-nosotros”. Reafirma así la certeza que tienen sus destinatarios de que, en Jesús, Dios se ha hecho cercano.
Así Mateo nos ha hecho la primera presentación de Jesús: hijo de Abraham y de David, Mesías prometido, Hijo de Dios y presencia cercana suya entre nosotros (Emmanuel)
La solidaridad de Dios. La fe cristiana se fundamenta en una afirmación sencilla y escandalosa: Dios ha querido hacerse hombre. Ha querido compartir con nosotros la aventura de la vida, saber por experiencia propia qué es vivir en este mundo, gozar, sufrir y crecer, caminar con nosotros.
Ser cristiano es descubrir con gozo que “Dios-está-con-nosotros”, intuir desde la fe que Dios está en el corazón de nuestra existencia y en el fondo de nuestra historia humana, compartiendo nuestros problemas y aspiraciones, conviviendo la vida de cada persona. Este gesto de Dios, que se solidariza con nosotros y comparte nuestra historia es el que sostiene, en definitiva, nuestra esperanza. Dios ha querido ser uno de los nuestros. Su nombre propio es Emmanuel, el Dios-con-nosotros.
La fe en un Dios hecho hombre nos debería ayudar a los cristianos, no sólo a agradecer la solidaridad de Dios, sino a creer más en el hombre en quien siempre hay, a tener de Dios, más cosas dignas de admiración que de desprecio.
A propósito del nombre. A José se le indica que ponga a su hijo el nombre de Jesús, porque Él salvará a su pueblo de todos sus pecados. Sin embargo, para la mentalidad semita, el nombre no es algo indiferente y casual, sino que expresa el ser mismo de la persona, su misión, su destino. Por ello, los primeros cristianos descubrieron en el nombre arameo de Jesús (Yehosua=”Yahveh salva”) el contenido profundo de su vida y misión. Por eso, todos tenemos un nombre en el corazón de ese Dios que ha querido compartir nuestra vida. A todos y a cada uno de nosotros nos conoce y nos llama por nuestro propio nombre. Para Dios todos somos únicos e irrepetibles; todos tenemos una misión insustituible.
Un hombre justo. “José, su esposo, que era justo (=bueno, recto, en otras traducciones) y no quería denunciarla, decidió separarse de ella en secreto”.
Para Mateo, José es justo sobre todo porque, comprobando una presencia de Dios, un plan divino que le supera, no quiere ser obstáculo y se retira sin pretensiones. “Justo” tiene entonces el sentido de aceptación del plan de Dios, aunque éste desconcierte y ponga patas arriba el propio. Y de eso es modelo José. El hombre que tuvo sus dudas, que no vio claro ni entendió, acepta, sin embargo, la acción de Dios y, al aceptarla, su actuación se convierte en algo muy importante. Su protagonismo está siempre al servicio del plan de Dios.
De José y su actuación hay mucho que aprender: aceptar el plan de Dios, no ponerle obstáculos, estar a su servicio, saber caminar aun en el desconcierto, no juzgar ni herir a las personas, aceptar el misterio aunque nos supere, saber vivir un proyecto de pareja, respetar al otro, no intentar ser protagonistas, creer en un Dios encarnado, aceptar su salvación…
Dios está cerca. Mateo abre con la proclamación de que Jesús pertenece a nuestra historia y que Él es Emmanuel, y se cierra con este mensaje y promesa del mismo Jesús: “Miren que estoy con ustedes cada día hasta el fin del mundo”.
El sigue siendo, hoy, el Dios con nosotros. No solamente está presente en la comunidad, sino que es su salvador, su fundamento y apoyo. Mateo no pierde oportunidad de indicarnos los lugares privilegiados de la presencia del Señor: en la comunidad reunida en su nombre (18, 20), en los apóstoles misioneros (10, 40), en los hermanos necesitados (25, 31), en la comunidad cuando anuncia la Buena Noticia (28, 20)…
Dios está cerca. Éste es mensaje del Evangelio entero. Dios está con nosotros. Dios está cerca de ti, ahí donde tú estás, con tal de que te abras al Misterio, al Espíritu como María. El Dios inaccesible se ha hecho humano y su cercanía nos envuelve. En cada uno de nosotros puede nacer Dios. En cada uno puede acontecer una verdadera Navidad.
Para reflexionar
Aprender de José. A no poner obstáculos al plan de Dios. A vivir con Dios y con las personas.
Aprender de María. Aprender a ser hueco, seno, vientre, tierra virgen para Dios. Aprender a gestar y a dar a luz a Jesús.
Hacer efectiva la solidaridad de Dios. Dar testimonio de esta presencia y cercanía.
Dar gracias por mi nombre. Sentirme amado, elegido, llamado, respetado, salvado. Descubrir, agradecer y ofrecer las innumerables facetas y tesoros que hay en mí.
Escuchar, acoger y hacerle sitio en mí a la Buena Noticia. Leer el Evangelio, masticarlo, rumiarlo. Dejarnos sorprender. Y después, esperar y esperar, soñar y soñar… con Dios.
Pbro. Daniel Silva.
“Adviento”: este término que es la traducción de la palabra griega parusía, significa “presencia” o mejor dicho “llegada” es decir presencia comenzada.
Significa la presencia comenzada de Dios mismo. La presencia de Dios acaba de comenzar, aún no es total, sino que está en proceso de crecimiento y maduración. Somos nosotros los creyentes quienes por su voluntad hemos de hacerlo presente en el mundo. S.S. Benedicto XVI
ORACIÓN AÑO JUBILAR DIOCESANO AVELLANEDA-LANÚS
Ustedes son el cuerpo de cristo (1 cor, 12,27)
Señor, queremos darte gracias por habernos llamado a ser Iglesia Diocesana, Cuerpo de Cristo que peregrina en Avellaneda-Lanús hacia tu encuentro; por celebrar la fe, vivir la caridad y marchar juntos como hermanos en la esperanza.
Te bendecimos con ánimo agradecido,
porque nos convocaste a ser instrumentos
de tu reino de amor, vida, justicia y paz
y nos encomendaste la obra de tus manos
para ponernos al servicio de todos.
En este Jubileo Diocesano también queremos pedirte perdón por nuestros errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes en responder a tu Palabra, sabiendo que esto nos ayuda a reforzar nuestra fe, haciéndonos capaces y dispuestos para superar las tentaciones y las dificultades.
Concédenos tu Espíritu para ser: Una Iglesia que viva la comunión, y construya la unidad del Cuerpo de Cristo en todo momento.
Una Iglesia Madura y Responsable, que sepa hacia dónde se dirige. Una Iglesia Comunicativa y Solidaria, que reconozca a los demás como parte de su vida y de su historia. Una Iglesia Alegre y Comprometida en la misión, no solo en las palabras sino sobre todo en las obras.
Que la Santísima Virgen María de la Asunción,
Madre y Patrona de nuestra Diócesis
y Santa Teresa de Jesús, intercedan por nosotros.
Amén
Lecturas de la semana:
Lunes 20: Isaías 7, 10-14; Salmo 23; Lucas 1,26-38.
Martes 21: Cantar Cantares 2, 8-14; Salmo 32; Lucas 1, 39-45.
Miércoles 22: 1Samuel 1, 19b-20. 24-28; Salmo 1Sam 2, 1. 4-8d; Lucas 1, 46-56.
Jueves 23: Malaquías 3, 1-4. 23-24; Salmo 24; Lucas 1, 57-66.
Viernes 24: 2Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14ª. 16; Salmo 88; Lucas 1, 67-79.
Sábado 25: Isaías 52, 7-10; Salmo 97; Hebreos 1, 1-6; Juan 1, 1-5, 9-14 o bien Juan 1, 1-8.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación de la presente: El libro del Pueblo de Dios.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados 15:30 h.
Para Compartir la lectura y meditación de la Biblia, en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Intención para la evangelización ‐
Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia
El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8.
No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía.
Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean.
El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes.
La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.