Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 29 de octubre de 2016

En Jesús mi vida se reconstruye y se libera de todas mis ataduras”, Trigésimo primer domingo durante el año


Lecturas del 30 - 10 – 16  – Ciclo C –

Libro de la Sabiduría 11,22-26.12,1-2.                
Señor, el mundo entero es delante de ti como un grano de polvo que apenas inclina la balanza, como una gota de rocío matinal que cae sobre la tierra. Tú te compadeces de todos, porque todo lo puedes, y apartas los ojos de los pecados de los hombres para que ellos se conviertan. Tú amas todo lo que existe y no aborreces nada de lo que has hecho, porque si hubieras odiado algo, no lo habrías creado. ¿Cómo podría subsistir una cosa si tú no quisieras? ¿Cómo se conservaría si no la hubieras llamado? Pero tú eres indulgente con todos, ya que todo es tuyo, Señor que amas la vida, porque tu espíritu incorruptible está en todas las cosas. Por eso reprendes poco a poco a los que caen, y los amonestas recordándoles sus pecados, para que se aparten del mal y crean en ti, Señor. Palabra de Dios.   

Salmo 144                   
R: Bendeciré al Señor siempre y en todo lugar.  

Te alabaré, Dios mío, a ti, el único Rey, y bendeciré tu Nombre eternamente día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. R                              
El Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia; el Señor es bueno con todos y tiene compasión de todas sus criaturas. R    
Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder, tu reino es un reino eterno, y tu dominio permanece para siempre. R          
El Señor es fiel en todas sus palabras y bondadoso en todas sus acciones. El Señor sostiene a los que caen y endereza a los que están encorvados. R 

2º Carta a los Tesalonicenses 1,11-.2,-2                      
Hermanos, rogamos constantemente por ustedes a fin de que Dios los haga dignos de su llamado, y lleve a término en ustedes, con su poder, todo buen propósito y toda acción inspirada en la fe. Así el nombre del Señor Jesús será glorificado en ustedes, y ustedes en él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Acerca de la Venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, les rogamos, hermanos, que no se dejen perturbar fácilmente ni se alarmen, sea por anuncios proféticos, o por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que hacen creer que el Día del Señor ya ha llegado. Palabra de Dios.   

Evangelio según San Lucas 19,1-10.                      
Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era jefe de los publicanos. El quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura.              
Entonces se adelantó y subió a un sicomoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.                   
Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: "Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa". Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.                   
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: "Se ha ido a alojar en casa de un pecador".    
Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: "Señor, voy a dar la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le daré cuatro veces más"                       .
Y Jesús le dijo: "Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido". Palabra del Señor.              


Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mi y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, que me guíe y asista al meditar tus enseñanzas, para que pueda  saborearla y comprenderla, para que tu Palabra  penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén

Reflexión:
Llegamos casi al final del viaje de Jesús, en Jerusalén nos aproximamos al momento culminante del ministerio de Jesús, el evangelio ofrecido universalmente a publícanos y pecadores, toma cuerpo en la historia de la conversión de Zaqueo.
Y no solamente publícanos y pecadores. El evangelio de la salvación se le ofrece a pobres y a ricos. En el episodio inmediatamente anterior, vemos a Jesús en la entrada de la ciudad de Jericó declararle al mendigo-ciego que está en situación de marginalidad: “Ve, tu fe te ha salvado” (Lc. 18,42). Ahora será salvado quien está en el corazón de la ciudad, quien es presentado desde el principio como una persona de autoridad (“jefe”) y poseedor de bienes (“rico”); para él también se dirá: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa.” Jesús, en su camino hacia Jerusalén se presenta como un pastor buscando celosamente a sus ovejas.

En el corazón del evangelio resuena el fuerte llamado: “¡Zaqueo, baja pronto, porque conviene que hoy me que quede yo en tu casa!”De esta manera el relato nos pone ante una historia de lo que es una experiencia de Jesús.
Jesús es el misionero que “entra en una ciudad” y en una “casa”, contra todas las expectativas, en casa de Zaqueo es bien recibido y su enseñanza tiene efecto. Por los resultados se nota. La historia de Zaqueo nos describe a Jesús Buen Pastor que sabe salvar la vida de la oveja perdida, trayéndola –mediante un proceso que restaura completamente su existencia- a la casa donde es miembro: Zaqueo es el “hijo” perdido que vuelve a casa.

Una vez más Lucas nos hace testigos del accionar de Dios, en la persona de Jesús, hacia aquellos que actúan mal, paciente y compasivo, lento a la ira y rico en misericordia,  el que perdona, amigo de la vida, siempre saliendo al encuentro de sus hijos, corrige lentamente, respeta los ritmos y siempre busca la vida y la reconciliación, construyendo con ellos una relación nueva de amor. En este sentido, Dios es definido como “el amigo de la vida”. Nos dice que Dios ama entrañablemente todo lo que existe, porque su aliento de vida está en todas las cosas.    

Muy seguramente nosotros, por nuestra incapacidad de acoger y perdonar, no hubiéramos considerado a Zaqueo como un hijo bienaventurado de Dios, como no lo consideraron sus paisanos que murmuraron contra Jesús diciendo: “Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador”. Decididamente los conciudadanos de Jesús creían en un Dios diferente. Por eso pensaban también de forma diferente. Para el judaísmo de la época el perdón era cuestión de ritos de purificación hechos en el templo con la mediación del sacerdote, era un puro cumplimiento; para Jesús la oferta del perdón se realiza por medio del Hijo del hombre, ya no en el templo sino en cualquier casa, y con ese perdón se ofrece también la liberación total de lo que oprime al ser humano.    
Por eso, la actitud de Jesús es sorprendente, sale al encuentro de Zaqueo y le regala su amor: lo mira, le habla, desea hospedarse en su casa, quiere compartir su propia miseria y su pecado (robo, fraude, corrupción) y ser acogido en su libertad para la conversión. 
La actitud de Jesús es la que produce la conversión que se realiza en la libertad. Todo lo que le pasa a Zaqueo es fruto del amor de Dios que actúa en su hijo Jesús, es la manifestación de la misericordia y la compasión de Dios que perdona y da la fuerza para cambiar. De esta manera la vida se reconstruye y me puedo liberar de todas las ataduras que me esclavizan, puedo entregarlo todo, sin miedos y sin restricciones.   
Con esta actitud, Zaqueo se constituye en prototipo de discípulo, porque nos muestra de qué manera la conversión influye en nuestra relación con los bienes materiales; y en segundo lugar nos recuerda las exigencias que conlleva seguir a Jesús hasta el final. Aquí la salvación que llega en la persona de Jesús opera un cambio radical de vida.           
Jesús opta por los pobres, mira la vida desde su óptica, se pone al lado de ellos, y comparte su causa. Evidentemente, no excluye a las personas ricas, y ése es el caso de Zaqueo. Pero Jesús no es neutral en el tema de riqueza-pobreza. Su encuentro con Zaqueo no deja a éste indiferente: Jesús lo desafía a pronunciarse, incluso económicamente. Jesús no excluye a Zaqueo, ni a ninguna otra persona rica, pero “sí excluye el modo de vida de los “ricos” basada en la opresión y la injusticia”, exigiéndoles la justicia y el amor. La opción por los pobres no excluye a ninguna persona ¡al contrario, desearía alcanzar y cambiar a todos los que no asumen la causa! 

La atención, como se ve, está en el uso que hay que hacer de las riquezas. Las riquezas son perversas cuando se acaparan, sustrayéndolas a los más débiles y empleándolas para el propio lujo desenfrenado; dejan de ser injustas cuando son fruto del propio trabajo y se ponen al servicio de los demás y de la comunidad. Dios puede hacer el milagro de convertir y salvar a un rico sin, necesariamente, reducirlo al estado de pobreza.            

Hoy. No dudemos que Jesús nos está llamando también a nosotros a la conversión, nos está invitando a que cambiemos radicalmente nuestra vida. El Señor nos propone unirnos a Él, ser sus discípulos y a ejemplo de Zaqueo ser capaces de despojarnos de todo lo que no nos permite vivir auténticamente como cristianos. Aceptemos la mirada de Jesús, dejemos que Él se tropiece con nosotros en el camino e invitémoslo a nuestra casa para que Él pueda sanar nuestras heridas y reconfortar nuestro corazón.
No tengamos miedo, dejémonos seducir por el Señor, por el maestro, para confesar nuestras culpas, arrepentirnos, expresar nuestra necesidad de ser justos, devolver lo que le hemos quitado al otro.
El Señor está con nosotros para que experimentemos su amor. Él ya nos ha perdonado, por eso es posible la conversión.         

"Ojalá Jesús te vaya marcando el camino para encontrarte con quien necesita más.
Tu corazón, cuando te encuentres con aquél que más necesita, se va a empezar a agrandar, agrandar, agrandar, porque el encuentro multiplica la capacidad del amor,
 agranda el corazón.

“La gran riqueza de los pobres”.
Mi Señor: Guíame por el camino de la verdad, a mantenerme firme delante de los fuertes y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si obtengo fortuna, ayúdame a mantener la razón.
Si obtengo éxito, ayúdame a mantener la humildad.
Si me das humildad, ayúdame a mantener la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla, no me dejes inculpar de traición a los demás por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mí mismo.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo, ni en la desesperación si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame que perdonar es un signo de grandeza y que la venganza es una señal de bajeza.
Si me quitas el éxito, déjame fuerzas para aprender del fracaso.
Si yo ofendiera a la gente, dame valor para disculparme y si la gente me ofende, dame valor para perdonar.

¡Señor...si yo me olvido de ti, nunca te olvides de mí!  Mahatma Gandhi  





  
Oración del Papa Francisco para
el Jubileo de la Misericordia

Señor Jesucristo, tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo, y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él. Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible, del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia: haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia, a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.    Amén.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios.  Misioneros Oblatos. Servicio Bíblico Latinoamericano. P. Raniero Cantalamessa.

Lectio Divina: los Sábados 17 hs. en:

Círculo Bíblico San José
Parroquia San José: Brandsen 4970
V. Domínico.

Si  querés recibir la hojita por e-mail pedila:
www.facebook.com/miencuentroconjesussanjose