Hola, les comparto el audio de la reflexión del Padre Juan Jose Milano del Cuarto domingo de Pascua, evangelio del Buen Pastor. Lecturas 25-4-21, Ciclo B
¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Hola, les comparto el audio de la reflexión del Padre Juan Jose Milano del Cuarto domingo de Pascua, evangelio del Buen Pastor. Lecturas 25-4-21, Ciclo B
Tiempo de Resurrección
Cuarto domingo de Pascua, Lecturas 25-4-21, Ciclo B
” Ven Espíritu Santo”
Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mí y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, que me guie y asista al meditar tus enseñanzas, para que pueda saborearla y comprenderla, para que tu Palabra penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén
Lectura de
los Hechos de los Apóstoles 4, 8-12
En aquellos días: Pedro lleno del Espíritu Santo, dijo: «Jefes del pueblo y ancianos, ya que hoy se nos pide cuenta del bien que hicimos a un enfermo y de cómo fue sanado, sepan ustedes y todo el pueblo de Israel: este hombre está aquí sano delante de ustedes por el nombre de nuestro Señor Jesucristo de Nazaret, al que ustedes crucificaron y Dios resucitó de entre los muertos. El es la piedra que ustedes, los constructores, han rechazado, y ha llegado a ser la piedra angular. Porque, en ningún otro existe la salvación, ni hay bajo el cielo otro Nombre dado a los hombres, por el cual podamos salvarnos.» Palabra de Dios.
Salmo 117, R. ¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor!
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno
su amor! Es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los hombres;
es mejor refugiarse en el Señor que fiarse de los poderosos. R.
Yo te doy gracias porque me escuchaste y fuiste mi
salvación. La piedra que desecharon los constructores es ahora la
piedra angular.
Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros
ojos. R.
¡Bendito el que viene en nombre del Señor!
Nosotros los bendecimos desde la Casa del Señor: Tú eres mi Dios, y yo te doy
gracias; Dios mío, yo te glorifico. ¡Den gracias al Señor, porque es
bueno, porque es eterno su amor! R.
Primera
carta del apóstol san Juan 3, 1-2
Queridos hermanos: ¡Miren cómo nos amó el Padre! Quiso que nos llamáramos hijos de Dios, y nosotros lo somos realmente.Si el mundo no nos reconoce, es porque no lo ha reconocido a él. Queridos míos, desde ahora somos hijos de Dios, y lo que seremos no se ha manifestado todavía. Sabemos que cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. Palabra de Dios.
Santo
Evangelio según san Juan 10, 11-18
Jesús dijo: «Yo soy el buen Pastor. El buen Pastor da su vida por las ovejas. El asalariado, en cambio, que no es el pastor y al que no pertenecen las ovejas, cuando ve venir al lobo las abandona y huye, y el lobo las arrebata y las dispersa. Como es asalariado, no se preocupa por las ovejas. Yo soy el buen Pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí -como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre- y doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este corral y a las que debo también conducir: ellas oirán mi voz, y así habrá un solo Rebaño y un solo Pastor. El Padre me ama porque yo doy mi vida para recobrarla. Nadie me la quita, sino que la doy por mí mismo. Tengo el poder de darla y de recobrarla: este es el mandato que recibí de mi Padre.» Palabra del Señor.
Reflexión: El Pastor Bueno.
Después de la curación del ciego de nacimiento, el evangelio de hoy está enmarcado en un contexto más amplio de la polémica entre Jesús y los fariseos, “Quien no entra por la puerta, es ladrón y bandido. Quien no es dueño de las ovejas, sino asalariado, no está dispuesto a dar la vida por ellas”. No se trata solamente de una enseñanza sino de una denuncia, todo poder que no se pone al servicio del pueblo es contrario a Dios.
La figura del pastor era muy familiar en la tradición de Israel, se aplicaba a Dios o a los dirigentes. Moisés, Saúl, David y otros líderes habían sido pastores y al pueblo le agradaba imaginar a Dios como un «pastor» que cuida a su pueblo, lo alimenta y lo defiende.
En tiempo de Jesús, el pastor era, casi siempre, el dueño de un pequeño número de ovejas, a las que cuidaba como si fueran miembros de la familia, incluso, cobijándolas bajo el mismo techo, llamándolas por su nombre propio. De ellas dependía el sustento de la familia.
El buen pastor está en contraposición con el asalariado. El pastor, que es dueño de las ovejas, actúa por amor y no le importa arriesgar su propia persona para defenderlas de cualquier peligro. El mercenario actúa por dinero, las ovejas lo tienen sin cuidado. En (4 Esd 5,18) dice: “No nos abandones como pastor a su rebaño en poder de lobos dañinos”. La figura del lobo está en paralelo con la del ladrón y bandido, que arrebata y dispersa. Precisamente lo contrario de lo que hace Jesús, reunir las ovejas dispersas (Jn 11,52)
La imagen del pastor utilizada en el AT se aplicó a los dirigentes, muchas veces para llamar la atención de que no cumplían con su deber. Se aplicó al mismo Dios que, cansado de los malos pastores, terminaría por apacentar Él mismo a su rebaño.
Jesús es el Buen
Pastor: Conoce a los suyos – los defiende de los peligros – da la
vida por todos – reúne en la unidad a los dispersos- acompaña a los creyentes
en su libertad de vivir y de comprometerse con la vida de los demás.
Para los primeros creyentes, Jesús no es sólo un pastor sino el buen pastor, el verdadero pastor. El único líder capaz de orientar a la verdadera vida a las personas. Esta fe en Jesús como el buen pastor y guía adquiere relevancia en una sociedad masificada como la nuestra, donde la persona corre el riesgo de perder su propia identidad y quedar aturdida ante tantas voces y reclamos. Es triste ver a personas esforzándose por vivir un estilo de vida impuesto desde fuera.
Los cristianos creemos que sólo Jesús puede ser guía definitivo. Sólo desde Él aprendemos a vivir. Precisamente ser cristiano es ir descubriendo desde Jesús, día a día, cuál es la manera más humana de vivir. Seguir a Jesús como buen pastor es asumir las actitudes fundamentales que él vivió y vivirlas con generosidad, hoy, desde nuestra propia originalidad, prosiguiendo la tarea de construir el reino de Dios que él comenzó.
Acercarnos y conocernos. Cuando entre los primeros cristianos comenzaron los conflictos y disensiones entre grupos y líderes diferentes, alguien sintió la necesidad de recordar que, en la comunidad de Jesús, sólo él es el Pastor bueno. No un pastor más, sino el auténtico, el verdadero, el modelo a seguir por todos.
Esta bella imagen de Jesús, Pastor bueno, es una llamada a la conversión, dirigida a quienes pueden reivindicar el título de «pastores» en la comunidad cristiana. El pastor que se parece a Jesús sólo piensa en sus ovejas, no «huye» ante los problemas, no las «abandona». Al contrario, está junto a ellas, las defiende, se desvive por ellas, «expone su vida» buscando su bien.
Al mismo tiempo, esta imagen es una llamada a la
comunión fraterna entre todos. El Buen Pastor «conoce» a sus ovejas y las
ovejas lo «conocen» a él. Sólo desde esta cercanía estrecha, desde este
conocimiento mutuo y esta comunión de corazón, el Buen Pastor comparte su vida
con las ovejas. Hacia esta comunión y mutuo conocimiento hemos de caminar
también hoy en la Iglesia.
El dar Vida empalma con el tiempo de Pascua porque la experiencia pascual es que Jesús les comunica Vida. Nosotros tenemos la posibilidad de hacer nuestra, esa Vida. Se trata de la misma Vida de Dios. "El Padre que vive me ha enviado y yo vivo por el Padre; del mismo modo el que me come vivirá por mí". El que me come, quiere decir el que me hace suyo, el que se identifica con mi manera de ser, de pensar, de actuar, de vivir.
Jesús había actuado sólo por amor. Todos recordaban todavía su entrega a las «ovejas perdidas de Israel»: las más débiles, las más enfermas y heridas, las más descarriadas. El pastor bueno siempre trata a las ovejas con cuidado y amor. El pastor que se preocupa de sus propios intereses es un «asalariado». En realidad, «no le importan las ovejas» ni su sufrimiento.
Jesús no había actuado como un jefe dedicado a dirigir, gobernar o controlar. Lo suyo había sido «dar vida», curar, perdonar. No había hecho sino «entregarse», desvivirse, terminar crucificado dando la vida por las ovejas. El que no es verdadero pastor, piensa en sí mismo, «abandona las ovejas», evita los problemas y «huye».
Hablar hoy de pastores y ovejas puede crear confusión y malestar, debido a la ambigüedad de dichos términos y a su contenido cultural actual. Ningún grupo humano quiere sentirse identificado con un rebaño de ovejas, por mucho que lo idealicemos. Los grupos humanos son libres y creativos, se constituyen voluntariamente, se marcan a sí mismos las metas, se señalan los objetivos, se dan normas, medios y condiciones que creen convenientes. Son grupos democráticos. Hoy más que nunca nos revelamos contra todos los que manipulan a las personas o intentan aprovecharse de ellas y las tratan como ovejas. Nos angustia la masificación. Y, sin embargo, bíblicamente, el rebaño es un símbolo usado frecuente para designar al pueblo de Dios, que anda como “ovejas sin pastor”.
Lo peligroso es pensar que bajo la imagen del rebaño/ovejas se está hablando de manipulación, dependencia y falta de libertad. Más bien en él se recalca la libertad de las ovejas que siguen a uno y huyen de otro, según conozcan o no su voz; que no hacen caso a ladrones y bandidos que pretenden entrar, no por la puerta sino por cualquier otro lugar.
En la comunidad cristiana no hay simplemente dirigentes y dirigidos, pastores y ovejas. ¡Todos somos hermanos y a todos nos incumbe la responsabilidad! Este pasaje no se refiere al obispo, al párroco o al catequista, sino que nos habla del Buen Pastor que es Jesús, y del pueblo de Dios, en el que todos somos responsables, aunque de distinta manera.
Hoy se celebra
la Jornada Mundial: de Oración por las Vocaciones
Este 25 de abril, Domingo del Buen Pastor, la Iglesia
celebra la 58° Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, con el lema: “San
José: el sueño de la vocación”.
En medio de la pandemia de COVID-19, esta fecha
especial vuelve a convocar a los cristianos y los invita a rezar por todas las
vocaciones, para que los jóvenes puedan decir sí a la llamada de Dios.
En su mensaje para la Jornada Mundial de las Vocaciones 2021, el Papa Francisco señaló que le gustaría pensar en el custodio de Jesús y de la Iglesia, San José, como “custodio de las vocaciones”. ACIprensa
Santísima Trinidad, haz que la sangre preciosa de
JESÚS se derrame sobre los corazones juveniles y haga germinar muchas
vocaciones de sacerdotes, religiosas y consagrados santos para toda la Iglesia,
y particularmente para nuestra diócesis. Virgen María, que sea eficaz nuestra
oración. San José, protector de la Iglesia Universal ruega por nosotros. Amen.
Para iluminar
nuestra oración podemos reflexionar este relato:
Estoy a la puerta
Un hombre había
pintado un lindo cuadro. El día de la presentación al público, asistieron las
autoridades locales, fotógrafos, periodistas, y mucha gente, pues se trataba de
un famoso pintor, un reconocido artista. Llegado el momento, se tiró
el paño que tapaba el cuadro. Hubo un caluroso aplauso.
Era una
impresionante figura de Jesús tocando suavemente la puerta de una casa. Jesús
parecía vivo. Con el oído junto a la puerta, parecía querer oír si adentro de
la casa alguien le respondía.
Todos admiraban
aquella preciosa obra de arte. Un observador muy curioso, encontró una
falla en el cuadro. La puerta no tenía cerradura. Y fue a preguntar al
artista: “¡Su puerta no tiene cerradura! ¿Cómo se hace para abrirla? “El
pintor tomó su Biblia, buscó un versículo y le pidió al observador que lo
leyera, Apocalipsis 3, 20, ”He aquí,
yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la
puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”
” Así
es”, respondió el pintor. “Esta es la puerta del corazón del
hombre.” "Sólo se abre por dentro.”
Abramos nuestro corazón al amor, a DIOS. Cambiemos, aún estamos a tiempo.
“Para que todos
los que creen en él, tengan Vida eterna”
Quinto domingo de Cuaresma
“Y cuando yo sea levantado en alto sobre la tierra, atraeré a todos
hacia mí”
“Hosanna, Bendito el que viene en
nombre del Señor”
Domingo de Pascua
“Cristo Vive”
Segundo domingo de Pascua
“Señor mío y Dios
mío”
Tercer domingo de Pascua
“Ustedes son testigos de todo esto”
Aclaración: Se han consultado para la preparación del siguiente texto: El libro del Pueblo de Dios y las reflexiones de, Centro Bíblico del CELAM. Donbosco.org.ar. Dominicos.org. José Antonio Pagola. Fray Marcos. Evangeli.net.
Círculo
Bíblico San José
“Tu palabra es una
lámpara a mis pies y una luz
en mi camino” Sal 119