Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Domingo 23° Durante el año, «E f a t á »

Lecturas del 06/09/09 Ciclo B

Domingo 23° Durante el año


«E f a t á »,


Libro del profeta Isaías 35, 4-7a

Digan a los que están desalentados: « ¡Sean fuertes, no teman: ahí está su Dios! Llega la venganza, la represalia de Dios: él mismo viene a salvarlos!» Entonces se abrirán los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; entonces el tullido saltará como un ciervo y la lengua de los mudos gritará de júbilo. Porque brotarán aguas en el desierto y torrentes en la estepa; el páramo se convertirá en un estanque y la tierra sedienta en manantiales.

Palabra de Dios.


SALMO 145

R. ¡Alaba al Señor, alma mía!

El Señor hace justicia a los oprimidos y da pan a los hambrientos. El Señor libera a los cautivos. R.

Abre los ojos de los ciegos y endereza a los que están encorvados. El Señor ama a los justos el Señor protege a los extranjeros. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda; y entorpece el camino de los malvados. El Señor reina eternamente, reina tu Dios, Sión, a lo largo de las generaciones. R.


Carta del apóstol Santiago 2, 1-5

Hermanos, ustedes que creen en nuestro Señor Jesucristo glorificado, no hagan acepción de personas. Supongamos que cuando están reunidos, entra un hombre con un anillo de oro y vestido elegantemente, y al mismo tiempo, entra otro pobremente vestido. Si ustedes se fijan en el que está muy bien vestido y le dicen: «Siéntate aquí, en el lugar de honor», y al pobre le dicen: «Quédate allí, de pie», o bien: «Siéntate a mis pies», ¿no están haciendo acaso distinciones entre ustedes y actuando como jueces malintencionados?
Escuchen, hermanos muy queridos: ¿Acaso Dios no ha elegido a los pobres de este mundo para enriquecerlos en la fe y hacerlos herederos del Reino que ha prometido a los que lo aman? Palabra de Dios.


Santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37

Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Ábrete.» Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos.» Palabra del Señor.


Reflexión

Unos de los atributos de Dios es el de liberador. Éste es el atributo especialmente señalado en los textos litúrgicos de este domingo. Dios libera a los hombres de su triste condición de desterrados y a la naturaleza de su aridez infecunda (primera lectura). Libera a los hombres de sus enfermedades del cuerpo y del espíritu: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos" (Evangelio). Libera al cristiano de cualquier acepción de personas, porque todos, ricos o pobres, somos iguales delante de Dios.

Lo fundamental de este relato, es ver a través del milagro, la presencia salvadora de Dios. Es la "fe" del que solicita la imposición de manos a Jesús, la que hace el milagro.

El estado del sordo es de opresión, de desesperanza, pero su fe y la de sus acompañantes hacen posible que Jesús lo haga pasar de esa opresión infranqueable a la liberación y plenitud de vida.

La narración del milagro, nos muestra el camino por el cual se produce el milagro, nos invita a la fe, ya que para Dios no hay nada imposible.

Una persona que no escucha a Dios ni al prójimo porque está encerrada en su egoísmo y sólo le preocupan sus cosas, tiene una ¨sordera¨ más grave aún que la sordera de orden físico.

Cuando esa persona se encuentra con Cristo y descubre que es capaz de escuchar a los demás, se produce un ¨milagro¨ tan extraordinario como el que narra el evangelio de hoy, aún cuando no sea visible para otros.

Para escuchar al otro, se necesita:

Primero, "querer" escuchar y además requiere dejar que los demás "se expresen", porque si no se expresan no podemos escucharlos, es difícil escuchar a un mudo. Escuchar es mucho más que poner la oreja, es ponerse en el lugar del otro, sentir lo que siente, hacer propio su problema.

En el evangelio de hoy también Jesús devuelve la capacidad de hablar. Es común encontrar ¨mudos¨ que tienen una enorme cantidad de talentos para dar y para darse a la comunidad pero que no se animan a hablar.

También en ese terreno hay milagros, y son muchos los que después de encontrarse con Cristo deciden ponerse al servicio de los demás en alguna actividad parroquial. Son muchos los que se encuentran con Jesús y su Espíritu los mueve a salir de sí mismos para ir hacia los otros y comunicar la Buena Noticia del Evangelio.

Pero hablar no es decir cualquier cosa, cuando Jesús nos devuelve el habla, nos la devuelve para que podamos reaccionar cuando vemos algo injusto, intervenir y expresar nuestras ideas con madurez.

Cuando Jesús nos devuelve el don de hablar, es para expresar valientemente nuestra fe, nuestros puntos de vista, para denunciar las injusticias

Jesús hoy nos invita a recuperar el poder de la palabra para expresarnos con madurez y responsabilidad y el poder de escuchar, para que no solamente nos expresemos nosotros, sino que también escuchemos y respetemos la palabra de los otros. Jesús, es nuestro ejemplo. Él fue solidario para escuchar el clamor de los que sufrían y valiente para expresarse ante la autoridad y el pueblo. Nuestro compromiso es pedirle a Dios que nos libere de nuestra sordera y de nuestra mudez y podamos establecer entre los hombres un diálogo maduro para construir una sociedad solidaria.

Querer ser liberado. La liberación posee una fuerza de atracción singular. Es un claro indicio de que el hombre, consciente o inconscientemente, se ve y experimenta a sí mismo, al menos parcialmente, "esclavizado". Digamos que son no pocas las ataduras que el hombre, en las diversas épocas de la vida, va encontrando en el camino de su existencia. Por experiencia se sabe que de esas ataduras, sobre todo de las más hondas y fuertes, no se puede el hombre deshacer por sí mismo. Necesita ser liberado. Para ello se necesita querer ser liberado. Porque se da el caso de que el hombre, por razones inexplicables y muchas veces complejas, ama las "dulces" ataduras que lo "esclavizan". Ataduras que, por más dulces que sean, le van poco a poco estrangulando, hasta llegar a matar su libertad. La liberación, por tanto, es posible sólo para quien quiere ser liberado. Otro aspecto diverso es a quién acudir para ser liberados. Porque en nuestro mundo y en nuestro medio ambiente hay quizás muchos que se las dan de "liberadores", pero lo que liberan no es al hombre en su grandeza y en su dignidad, sino los potros desbocados de sus pasiones, sus egoísmos, sus ambiciones, sus pesadillas, sus instintos. Digámoslo sin tapujos: el verdadero liberador del hombre es Dios.


Dice Michel Quoist:

Los hombres necesitan hablar, pero son pocos hombres compañeros acogedores y dispuestos para sus hermanos, pues pocos se olvidan por completo de sí mismos para escuchar a los demás. Hablar con otro es ante todo escuchar, y pocos saben hacerlo, pues pocos están vacíos de sí mismos, y su "yo" hace ruido.

¿Estás inquieto, preocupado y se presenta alguien que quiere hablarte?

Despréndete con dulzura de tus preocupaciones, el mal humor, el nerviosismo y ofrécelos al Señor. Entonces quedarás libre para escuchar.

Si sabes escuchar, muchos irán a hablarte. Muéstrate atento, silencioso, recogido. Tal vez, aún antes de que pronuncies una palabra constructiva, el otro se habrá ido feliz, liberado, iluminado. Pues lo que de un modo inconsciente esperaba no era un consejo, una receta debida, sino alguien en quien apoyarse.

Si debes responder, no pienses qué decir mientras el otro habla, pues ante todo necesita atención, luego vendrán las palabras. Después, confía en el Espíritu Santo, lo que llega primero, no es el fruto de un razonamiento, sino el fruto de la gracia.

Sólo se producirá auténtico diálogo si haces en ti, un profundo silencio, un silencio religioso para acoger al otro, pues en él y por él, Dios llega a ti.

Pidamos al Señor que nos libere, para hablar y escuchar a Dios en nuestros hermanos.

Algunas actitudes que se destacan en el evangelio que nos permiten meditar:


Desde Jesús

v Tener la apertura de andar por todas las regiones y no cerrarse a nadie.

v Tener la delicadeza de “llevar a parte” al enfermo.

v Acercarse a la “humanidad” del enfermo e involucrase a tal punto que mete los dedos en los oídos y con saliva le toca la lengua.

v Tener la actitud religiosa de “mirar al cielo”.

Desde “la gente”

v Llevar al “enfermo” al encuentro con Jesús.

v Pedir que Jesús ponga su mano sobre él para sanarlo.

v Contar las maravillas hechas por Jesús.

Desde la actitud del enfermo

v Ser dócil a las personas que lo llevan al encuentro con Jesús.

Preguntas para la meditación: ¿Qué me dice?

Todo lo ha hecho bien. Con estas palabras reaccionó la multitud cuando se dio cuenta de que Jesús había curado al sordomudo. Son muchos, los textos evangélicos que relatan las obras buenas de Jesús en favor del hombre. De modo que san Pedro dirá de Jesús que "pasó haciendo el bien". Juan Pablo II nos dice que "la caridad de los cristianos es la prolongación de la presencia de Cristo que se da a sí mismo". Sí, Cristo desea seguir haciendo el bien entre nosotros y en nuestros días mediante los cristianos. Cristo desea seguir liberando al hombre de las necesidades materiales, de las enfermedades, de las calamidades naturales, de los males espirituales mediante los cristianos. El verdadero liberador del hombre es Jesucristo que murió por nosotros y por nosotros resucitó.

Nos podemos preguntar:

¿He aceptado realmente y de todo corazón ser liberado por Jesucristo?

Si quieres ser liberado, no lo dudes, Él te liberará. Habiendo experimentado a fondo la liberación de Cristo, sentirás el aguijón de decir a otros quién puede otorgarles la verdadera liberación que buscan.

¿Hago yo personalmente todo el bien que puedo hacer? ¿Busco que otros, individualmente o comunitariamente, hagan el bien?

¿Estoy convencido de que a través de mí, Cristo glorioso continúa presente entre los hombres haciendo el bien?

Oración:COMUNIIÓNESSPIRITUAL


JESÚS MÍO YO CREO QUE ESTÁS

VERDADERAMENTE PRESENTE EN

EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.

YO TE AMO SOBRE TODAS LAS

COSAS, TE DESEO EN MI ALMA.

PUESTO QUE NO PUEDO RECIBIRTE

AHORA SACRAMENTALMENTE,

VEN POR LO MENOS

ESPIRITUALMENTE

A MI CORAZÓN.

COMO SI YA HUBIERAS VENIDO,

YO TE ABRAZO Y ME UNO

ENTERAMENTE A TI. NUNCA

PERMITAS QUE ME SEPARE DE TI.

AMÉN


Lecturas de la semana:

LUNES 7: Col. 1, 24—2,3; Sal. 61; Lc. 6, 6-11.

MARTES 8: Miq. 5, 1-4a; Sal. 12; Mt. 1, 18-23.

MIERCOLES 9: Col. 3, 1-11; Sal. 144; Lc. 6, 20-26.

JUEVES 10: Col. 3, 12-17.; Sal. 150; Lc. 6, 27-36.

VIERNES 11: 1Tim. 1, 1-2. 12-14; Sal 15; Lc. 6, 37-42.

SABADO 12: 1Tim. 1, 15-17; Sal 112; Lc. 6, 43-49.

Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las reflexiones que acompañan las lecturas, textos de distintos autores: El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria, Catholic.net, “Claves de Lectio Divina” Proyecto Lectionautas CEBIPAL/CELAM –Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785

Te esperamos los sábados 17:00 h.

para leer la Biblia en la Parroquia San José: Brandsen 4970 Villa Dominico.

Círculo Bíblico San José