Lecturas del 29-8-10
Libro del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29
Hijo mío, realiza tus obras con modestia y serás amado por los que agradan a Dios. Cuanto más grande seas, más humilde debes ser, y así obtendrás el favor del Señor, porque el poder del Señor es grande y él es glorificado por los humildes.
No hay remedio para el mal del orgulloso, porque una planta maligna ha echado raíces en él. El corazón inteligente medita los proverbios y el sabio desea tener un oído atento.
Palabra de Dios.
Salmo 67
R. Señor, por tu bondad
tú preparaste una morada para el pobre.
Los justos se regocijan, gritan de gozo delante del Señor y se llenan de alegría.
¡Canten al Señor, entonen un himno a su Nombre! Su Nombre es «el Señor.» R.
El Señor en su santa Morada es padre de los huérfanos y defensor de las viudas:
él instala en un hogar a los solitarios
y hace salir con felicidad a los cautivos. R.
Tú derramaste una lluvia generosa, Señor:
tu herencia estaba exhausta y tú la reconfortaste; allí se estableció tu familia,
y tú, Señor, la afianzarás por tu bondad para con el pobre. R.
Carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24
Hermanos:
Ustedes, en efecto, no se han acercado a algo tangible: fuego ardiente, oscuridad, tinieblas, tempestad, sonido de trompeta, y un estruendo tal de palabras, que aquellos que lo escuchaban no quisieron que se les siguiera hablando.
Ustedes, en cambio, se han acercado a la montaña de Sión, a la Ciudad del Dios viviente, a la Jerusalén celestial, a una multitud de ángeles, a una fiesta solemne, a la asamblea de los primogénitos cuyos nombres están escritos en el cielo. Se han acercado a Dios, que es el Juez del universo, y a los espíritus de los justos que ya han llegado a la perfección, a Jesús, el mediador de la Nueva Alianza.
Palabra de Dios.
Santo Evangelio según san Lucas 14, 1. 7-14
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola: «Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: "Déjale el sitio", y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: "Amigo, acércate más", y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.»
Después dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!» Palabra del Señor
Reflexión:
El inicio del Evangelio de este domingo nos ayuda a corregir un prejuicio sumamente difundido. «Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente». Al leer el Evangelio desde un cierto punto de vista, se ha acabado haciendo de los fariseos el modelo de todos los vicios: hipocresía, doblez, falsedad; los enemigos por antonomasia de Jesús. Con estos significados negativos, el término «fariseo» ha pasado a formar parte del diccionario de nuestra lengua y de otras muchas. Semejante idea de los fariseos no es correcta. Entre ellos había ciertamente muchos elementos que respondían a esta imagen y Cristo se enfrenta duramente con ellos. Pero no todos eran así. Nicodemo, que va a ver a Jesús de noche y que después le defiende ante el Sanedrín, era un fariseo (cf. Juan 3,1; 7, 50 y siguientes). También era fariseo Saulo, antes de la conversión, y era ciertamente una persona sincera y celosa, aunque todavía no estaba bien iluminado. Fariseo era Gamaliel, quien defendió a los apóstoles ante el Sanedrín (cf. Hechos 5, 34 y siguientes).
Las relaciones de Jesús con los fariseos no fueron sólo conflictivas. Compartían muchas veces las mismas convicciones, como la fe en la resurrección de los muertos, en el amor de Dios y el compromiso como primer y más importante mandamiento de la ley. Algunos, como en nuestro caso, incluso le invitan a comer en su casa…
Durante la comida, aquel sábado, Jesús ofreció dos enseñanzas importantes: una dirigida a los «invitados» y otra al «anfitrión». Al dueño de casa, Jesús le dijo (quizás cara a cara o en presencia sólo de sus discípulos): «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos…». Es lo que hizo el mismo Jesús, cuando invitó al gran banquete del Reino a los pobres, a los afligidos, a los humildes, a los hambrientos, a los perseguidos (las categorías de personas mencionadas en las Bienaventuranzas).
Pero en esta ocasión quisiera detenerme a meditar en lo que Jesús dice a los «invitados». «Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar…». Jesús no quiere dar consejos de buena educación. Ni siquiera pretende alentar el sutil cálculo de quien se pone en última fila, con la escondida esperanza de que el dueño le pida que se acerque. La parábola en esto puede dar pie a equívoco, si no se tiene en cuenta el banquete y el dueño de los que Jesús está hablando. El banquete es el universal del Reino y el dueño es Dios.
En la vida, quiere decir Jesús, escoge el último lugar, trata de contentar a los demás más que a ti mismo; sé modesto a la hora de evaluar tus méritos, deja que sean los demás quienes los reconozcan y no tú («nadie es buen juez en su casa»), y ya desde esta vida Dios te exaltará. Te exaltará con su gracia, te hará subir en la jerarquía de sus amigos y de los verdaderos discípulos de su Hijo, que es lo que realmente cuenta.
Te exaltará también en la estima de los demás. Es un hecho sorprendente, pero verdadero. No sólo Dios «se inclina ante el humilde y rechaza al soberbio» (cf. Salmo 107,6); también el hombre hace lo mismo, independientemente del hecho de ser creyente o no. La modestia, cuando es sincera, no artificial, conquista, hace que la persona sea amada, que su compañía sea deseada, que su opinión sea deseada. La verdadera gloria huye de quien la persigue y persigue a quien la huye.
Vivimos en una sociedad que tiene suma necesidad de volver a escuchar este mensaje evangélico sobre la humildad. Correr a ocupar los primeros lugares, quizás pisoteando, sin escrúpulos, la cabeza de los demás, son característica despreciadas por todos y, por desgracia, seguidas por todos…
P. Raniero Cantalamessa, 02/09/07
Del hombre bueno y pacífico. Por Tomás de Kempis (Imitación de Cristo)
-No te importe mucho quién está por ti o contra ti, sino busca y procura que esté Dios contigo en todo lo que haces.
-Ten buena conciencia y Dios te defenderá.
-Al que Dios quiere ayudar no le podrá dañar la malicia de alguno.
-Si sabes callar y sufrir, sin duda verás el favor de Dios.
-Él sabe el tiempo y el modo de librarte, y por eso te debes ofrecer a Él.
-A Dios pertenece ayudar y librar de toda confusión.
-Algunas veces conviene mucho, para guardar mayor humildad, que otros sepan nuestros defectos y los reprendan.
-Cuando un hombre se humilla por sus defectos, entonces fácilmente aplaca a los otros y sin dificultad satisface a los que lo odian. Dios defiende y libra al humilde; al humilde ama y consuela; al hombre humilde se inclina; al humilde concede gracia, y después de su abatimiento lo levanta a gran honra.
-Al humilde descubre sus secretos y lo atrae dulcemente a sí y lo convida.
-El humilde, recibida la afrenta, está en paz, porque está en Dios y no en el mundo.
-No pienses haber aprovechado algo, si no te estimas por el más inferior a todos.
-Ponte primero a ti en paz, y después podrás apaciguar a los otros.
-El hombre pacífico aprovecha más que el muy letrado.
-El hombre apasionado, aun el bien convierte en mal, y de ligero cree lo malo.
-El hombre bueno y pacífico todas las cosas echa a la buena parte.
-El que está en buena paz, de ninguno sospecha.
-El descontento y alterado, con diversas sospechas se atormenta; ni él sosiega, ni deja descansar a los otros.
-Dice muchas veces lo que no debiera, y deja de hacer lo que más le convendría.
-Piensa lo que otros deben hacer, y deja él sus obligaciones.
-Ten, pues, primero celo contigo, y después podrás tener buen celo con el prójimo.
-Tú sabes excusar y disimular muy bien tus faltas, y no quieres oír las disculpas ajenas.
-Más justo sería que te acusases a ti, y excusases a tu hermano.
-Mira cuán lejos estás aún de la verdadera caridad y humildad, la cual no sabe desdeñar y airarse sino contra sí.
Sufre a los otros si quieres que te sufran.
-No es mucho conversar con los buenos y mansos, pues esto a todos da gusto naturalmente; y cada uno de buena gana tiene paz, y ama a los que concuerdan con él.
-Pero poder vivir en paz con los duros, perversos y mal acondicionados, y con quien nos contradice, grande gracia es, y acción varonil y loable.
-Hay algunos que tienen paz consigo, y también con los otros.
-Otros hay que ni la tienen consigo, ni la dejan tener a los demás: molestos para los otros, lo son más para sí mismos.
-Y hay otros que tienen paz consigo, y trabajan en reducir a paz a los otros.
-Pues toda nuestra paz en esta miserable vida, está puesta más en el sufrimiento humilde, que en dejar de sentir contrariedades.
-El que sabe mejor padecer, tendrá mayor paz. Este es el vencedor de sí mismo y señor del mundo, amigo de Cristo y heredero del cielo.
Preguntas para la meditación:
Cuando invito, incluso cuando me doy a mí mismo, ¿lo hago pensando en la recompensa que me podrán devolver? En definitiva: ¿soy humilde y gratuito?
¿Soy capaz de “sentarme a la mesa” con las personas que Dios pone en mi camino?
En mi perspectiva de vida eterna: ¿creo que tengo “asegurado el cielo” por pertenecer a tal o cual grupo cristiano?
Septiembre Mes de la Biblia
“TU PALABRA NOS DA VIDA”
La esperanza del Pueblo amado por Dios.
El Papa Benedicto XVI recordó en el Sínodo de Obispos sobre la Palabra de Dios que “… la palabra humana tiene ya una fuerza increíble. Son las palabras que luego crean la historia; la realidad. Con mayor razón, la Palabra de Dios es el fundamento de todo, es la verdadera realidad. Y, para ser realistas, debemos contar precisamente con esta realidad”.
Avisos parroquiales
4 de Septiembre:
Peregrinación Diocesana a Luján.
“Madre de Luján, ejemplo de servicio, junto al pueblo argentino desde su nacimiento. Guíanos”
11 hs. Santa Misa, presidida por nuestro Obispo Rubén O. Frassia, luego rezo del Santo Rosario por la plaza frente a la Basílica.
12 de septiembre:
Colecta Nacional Más por Menos
“Construyamos una historia sin excluidos”
Lecturas de la semana:
LUNES 30: Segunda Corinto 10, 17—11,2; Salmo 148; Mateo 13, 44-46.
MARTES 31: Primera Corintos 2, 10b-16, Salmo 144; Lucas 4, 31-37.
MIERCOLES 1: Primera Corinto 3, 1-9; Salmo 32; Lucas 4, 38-44.
JUEVES 2: Primera Corinto 3, 18-23; Salmo 23; Lucas 5, 1-11.
VIERNES 3: Primera Corinto 4, 1-5; Salmo 36; Lucas 5, 33-39.
SABADO 4: Primera Corinto 4, 6b-16; Salmo 144; Lucas 6, 1-5.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación del presente: El libro del Pueblo de Dios. Lectionautas. Servicio Bíblico Latinoamericano.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados 15:30 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Intención para la evangelización ‐
Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia
El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8.
No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía.
Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean.
El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes.
La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.
sábado, 28 de agosto de 2010
jueves, 26 de agosto de 2010
XXI Domingo del Tiempo Ordinario(C), "Traten de entrar por la puerta estrecha”
Lecturas del 22-8-10
Libro de Isaías 66,18-21.
Entonces, yo mismo vendré a reunir a todas las naciones y a todas las lenguas, y ellas vendrán y verán mi gloria.
Yo les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Put, Lud, Mésec, Ros, Tubal y Javán, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria.
Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones.
Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén.
Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas y en dromedarios -dice el Señor- como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro.
Y también de entre ellos tomaré sacerdotes y levitas, dice el Señor.
Palabra de Dios
Salmo 116
R: Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia.
¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
Es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!
Carta a los Hebreos 12,5-7.11-13.
Hermanos: Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo.
Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre? Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.
Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.
Palabra de Dios.
Evangelio según San Lucas 13,22-30.
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.
Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?".
El respondió:
"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán.
En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Y él les responderá: 'No sé de dónde son ustedes'.
Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”.
Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”.
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
Palabra del Señor.
Reflexión:
LA PUERTA ESTRECHA
Hay dichos de Jesús que, si no sabemos leerlos en su verdadera perspectiva, nos pueden conducir a una grave deformación de todo el Evangelio.
Así sucede con las palabras tan conocidas de este pasaje: “Traten de entrar por la puerta estrecha”.
Mal interpretada pueden llevarnos a un rigorismo estrecho, rígido y anti-evangélico en lugar de orientarnos hacia la verdadera radicalidad exigida por Jesús.
El pensamiento original de Jesús, tal como lo recoge la tradición de Lucas, es suficientemente claro. A aquellos judíos que le preguntan, preocupados, por el número de los que se salvan, Jesús les responde sobre el cómo de la salvación.
Y les advierte que ésta no es algo mecánico, que se obtenga automáticamente. No basta con ser hijo de Abraham. Es necesario acoger el mensaje del Reino y vivir sus profundas exigencias de conversión.
Jesús imagina una muchedumbre agolpada hacia una puerta estrecha. Si no se hace un esfuerzo serio no es posible entrar por ella y uno puede quedarse excluido de la salvación del Reino. Pero este esfuerzo por entrar por esa puerta no consiste en aquel rigorismo estrecho, agobiante y en definitiva, estéril y superficial de los círculos farisaicos que Jesús ha considerado tantas veces.
Jesús llama por el contrario, a la radicalidad (radical viene de “raíz”) y nos invita a cambiar la orientación del corazón y a esforzarnos a vivir una vida nueva, dando primicia absoluta al Señor y a los hermanos.
Esta conversión no es algo teórico que se acepta con la cabeza, sin repercusiones prácticas en el comportamiento diario.
Es una decisión que trastoca nuestro criterio de actuar y nos exige una conducta nueva y un modo nuevo de relacionarnos con las personas, con las cosas y con Dios.
La puerta del Reino es estrecha y nos enfrenta con nuestra propia consciencia, desnudo de todo sistema institucional, religioso o mágico que pretenda ofrecernos, como si de un mercado se tratara, la salvación.
La entrada del Reino no es fácil para unos y difícil para otros, pues es tan fácil o difícil como la misma vida, con sus continuas dudas, opciones, choques, crisis, gozos y alegría.
La imagen del Banquete es muy frecuente en la Biblia para hablar del reino de Dios. Jesús la usa muy a menudo. Es uno de los símbolos más repetidos en los evangelios. El banquete es una forma de expresar el reino, es plenitud, satisfacción, festín, gozo, solidaridad, hermandad. El banquete en compañía de los grandes antepasados –Abraham, Isaac, Jacob– era la gran esperanza, el anhelo de todo judío. Pues bien, en torno a esta imagen abundan en el Evangelio las expresiones más duras: “el dueño, por mucho que llamen, no les abrirá, no los conozco”; “lejos de mí los que son agentes de injusticia”; “los echaran fuera”. No vale decir: “Si somos de los tuyos”; “Si hemos comido contigo”.
Sin la referencia primitiva de Jesús iba para los que le escuchaban, para los judíos, hoy resuena como advertencia para nosotros, para la comunidad cristiana. No basta con haber pertenecido al pueblo de Dios por la circuncisión, ni con ser cristiano por el bautismo, tampoco basta con haber enseñado o hablado, si la palabra no ha ido acompañada de un testimonio coherente y no sean tenido entrañas de misericordia.
Hay frases en el Evangelio que nos resultan tan duras y violentas que, casi inconscientemente las encerramos en un cómodo paréntesis y las olvidamos para no sentirnos demasiados interpelados. Pero siguen estando ahí.
Sin apenas darnos cuenta, somos muchos los cristianos que vivimos dentro de la Iglesia (y de nuestra comunidad) prácticamente convencidos de que este es el camino seguro que lleva a la salvación, sin tener conciencia de la necesidad que tenemos de entrar por la puerta estrecha de la conversión personal. Y sin embargo, ni la Iglesia, ni la Comunidad, ni la práctica de unas obligaciones religiosas son un salvoconducto.
Por eso, nos debe hacer pensar la frase de Jesús: “Hay últimos que serán primeros y primeros que será últimos”.
El Reino no es un privilegio que se adquiere por títulos o etiquetas, es un don del que gozan los que luchan por él, sean creyentes o no. Están abiertos a todos. Creerse en posición de Él, pensar que tenemos la exclusiva, marginar a otros…es vivir no sólo desorientado sino fuera de la dinámica del Reino que está presente. Aunque parezca una frase hecha hay que decirla:
“No son todos los que están, ni están todos los que somos”.
Para orar…
Contigo, mano a mano, y no retiro la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte será baza final. Apuesto. Miro tus cartas y me ganas siempre.
Tiro tus cartas y me ganas siempre.
Tiro las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte trampas. Y no es posible. Clara suerte tienes, contrario en el que tanto admiro. Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda igualar todavía. Si mi parte no basta ya por pobre y mal jugada, si de tanto caudal no queda nada, ámame más, Señor, para ganarte.
García Nieto, J.
Pbro. Daniel Silva
Preguntas para la meditación:
• ¿De qué manera experimento hoy, que Jesús sigue recorriendo poblados y aldeas enseñando a la gente?
• El tema de la "salvación eterna" fue en otros tiempos clave de la vida cristiana. ¿Cómo está ese tema hoy entre nosotros? ¿Nos resulta extraño, obsesivo, frecuente, descuidado, mágico? ¿Me preocupa a mí la salvación?
• En mi vida: ¿dónde experimento la realidad de la “puerta estrecha” en mi camino como discípulo?
• En la medida que “coma y beba” con el Señor, al participar de la Eucaristía: ¿voy convirtiendo mi corazón? O ¿Con mis acciones soy del grupo que el Señor denomina “apártense de mí todos los que hacen el mal”?
Para ir preparándonos
Septiembre Mes de la Biblia
Bajo el lema:
“TU PALABRA NOS DA VIDA”
La esperanza del Pueblo amado por Dios.
El Papa Benedicto XVI recordó en el Sínodo de Obispos sobre la Palabra de Dios que “… la palabra humana tiene ya una fuerza increíble. Son las palabras que luego crean la historia; la realidad. Con mayor razón, la Palabra de Dios es el fundamento de todo, es la verdadera realidad. Y, para ser realistas, debemos contar precisamente con esta realidad”.
Meditamos: Dios se nos revela, se nos comunica y esa experiencia es única para cada persona:
1 Jn 1, 1-3
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.
Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado.
Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros.
Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
(Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral bíblica Arg.)
Avisos parroquiales
Viernes 27,19 hs. Conmemoración mensual de la Medalla Milagrosa. Se entregan y bendicen las medallas.
Lecturas de la semana:
LUNES 23: Segunda Tesalónica 1, 1-5. 11b-12; Salmo 95; Mateo 23, 13-22.
MARTES 24: Apocalipsis 21, 9b-14, Salmo 144; Juan 1, 45-51.
MIERCOLES 25: Segunda Tesalónica 3, 6-10. 16-18; Salmo 127; Mateo 23, 27-32.
JUEVES 26: Primera Corinto 1, 1-9; Salmo 144; Mateo 24, 42-51.
VIERNES 27: Primera Corinto 1, 17-25; Salmo 32; Mateo 25, 1-13.
SABADO 28: Primera Corinto 1, 26-31; Salmo 32; Mateo 25, 14-30.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación del presente: El libro del Pueblo de Dios. Lectionautas. Servicio Bíblico Latinoamericano.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados 15:30 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
Libro de Isaías 66,18-21.
Entonces, yo mismo vendré a reunir a todas las naciones y a todas las lenguas, y ellas vendrán y verán mi gloria.
Yo les daré una señal, y a algunos de sus sobrevivientes los enviaré a las naciones: a Tarsis, Put, Lud, Mésec, Ros, Tubal y Javán, a las costas lejanas que no han oído hablar de mí ni han visto mi gloria.
Y ellos anunciarán mi gloria a las naciones.
Ellos traerán a todos los hermanos de ustedes, como una ofrenda al Señor, hasta mi Montaña santa de Jerusalén.
Los traerán en caballos, carros y literas, a lomo de mulas y en dromedarios -dice el Señor- como los israelitas llevan la ofrenda a la Casa del Señor en un recipiente puro.
Y también de entre ellos tomaré sacerdotes y levitas, dice el Señor.
Palabra de Dios
Salmo 116
R: Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia.
¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
Es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!
Carta a los Hebreos 12,5-7.11-13.
Hermanos: Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes.
Porque el Señor corrige al que ama y castiga a todo aquel que recibe por hijo.
Si ustedes tienen que sufrir es para su corrección; porque Dios los trata como a hijos, y ¿hay algún hijo que no sea corregido por su padre? Es verdad que toda corrección, en el momento de recibirla, es motivo de tristeza y no de alegría; pero más tarde, produce frutos de paz y de justicia en los que han sido adiestrados por ella.
Por eso, que recobren su vigor las manos que desfallecen y las rodillas que flaquean.
Y ustedes, avancen por un camino llano, para que el rengo no caiga, sino que se cure.
Palabra de Dios.
Evangelio según San Lucas 13,22-30.
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.
Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?".
El respondió:
"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán.
En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Y él les responderá: 'No sé de dónde son ustedes'.
Entonces comenzarán a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas”.
Pero él les dirá: “No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!”.
Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios.
Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
Palabra del Señor.
Reflexión:
LA PUERTA ESTRECHA
Hay dichos de Jesús que, si no sabemos leerlos en su verdadera perspectiva, nos pueden conducir a una grave deformación de todo el Evangelio.
Así sucede con las palabras tan conocidas de este pasaje: “Traten de entrar por la puerta estrecha”.
Mal interpretada pueden llevarnos a un rigorismo estrecho, rígido y anti-evangélico en lugar de orientarnos hacia la verdadera radicalidad exigida por Jesús.
El pensamiento original de Jesús, tal como lo recoge la tradición de Lucas, es suficientemente claro. A aquellos judíos que le preguntan, preocupados, por el número de los que se salvan, Jesús les responde sobre el cómo de la salvación.
Y les advierte que ésta no es algo mecánico, que se obtenga automáticamente. No basta con ser hijo de Abraham. Es necesario acoger el mensaje del Reino y vivir sus profundas exigencias de conversión.
Jesús imagina una muchedumbre agolpada hacia una puerta estrecha. Si no se hace un esfuerzo serio no es posible entrar por ella y uno puede quedarse excluido de la salvación del Reino. Pero este esfuerzo por entrar por esa puerta no consiste en aquel rigorismo estrecho, agobiante y en definitiva, estéril y superficial de los círculos farisaicos que Jesús ha considerado tantas veces.
Jesús llama por el contrario, a la radicalidad (radical viene de “raíz”) y nos invita a cambiar la orientación del corazón y a esforzarnos a vivir una vida nueva, dando primicia absoluta al Señor y a los hermanos.
Esta conversión no es algo teórico que se acepta con la cabeza, sin repercusiones prácticas en el comportamiento diario.
Es una decisión que trastoca nuestro criterio de actuar y nos exige una conducta nueva y un modo nuevo de relacionarnos con las personas, con las cosas y con Dios.
La puerta del Reino es estrecha y nos enfrenta con nuestra propia consciencia, desnudo de todo sistema institucional, religioso o mágico que pretenda ofrecernos, como si de un mercado se tratara, la salvación.
La entrada del Reino no es fácil para unos y difícil para otros, pues es tan fácil o difícil como la misma vida, con sus continuas dudas, opciones, choques, crisis, gozos y alegría.
La imagen del Banquete es muy frecuente en la Biblia para hablar del reino de Dios. Jesús la usa muy a menudo. Es uno de los símbolos más repetidos en los evangelios. El banquete es una forma de expresar el reino, es plenitud, satisfacción, festín, gozo, solidaridad, hermandad. El banquete en compañía de los grandes antepasados –Abraham, Isaac, Jacob– era la gran esperanza, el anhelo de todo judío. Pues bien, en torno a esta imagen abundan en el Evangelio las expresiones más duras: “el dueño, por mucho que llamen, no les abrirá, no los conozco”; “lejos de mí los que son agentes de injusticia”; “los echaran fuera”. No vale decir: “Si somos de los tuyos”; “Si hemos comido contigo”.
Sin la referencia primitiva de Jesús iba para los que le escuchaban, para los judíos, hoy resuena como advertencia para nosotros, para la comunidad cristiana. No basta con haber pertenecido al pueblo de Dios por la circuncisión, ni con ser cristiano por el bautismo, tampoco basta con haber enseñado o hablado, si la palabra no ha ido acompañada de un testimonio coherente y no sean tenido entrañas de misericordia.
Hay frases en el Evangelio que nos resultan tan duras y violentas que, casi inconscientemente las encerramos en un cómodo paréntesis y las olvidamos para no sentirnos demasiados interpelados. Pero siguen estando ahí.
Sin apenas darnos cuenta, somos muchos los cristianos que vivimos dentro de la Iglesia (y de nuestra comunidad) prácticamente convencidos de que este es el camino seguro que lleva a la salvación, sin tener conciencia de la necesidad que tenemos de entrar por la puerta estrecha de la conversión personal. Y sin embargo, ni la Iglesia, ni la Comunidad, ni la práctica de unas obligaciones religiosas son un salvoconducto.
Por eso, nos debe hacer pensar la frase de Jesús: “Hay últimos que serán primeros y primeros que será últimos”.
El Reino no es un privilegio que se adquiere por títulos o etiquetas, es un don del que gozan los que luchan por él, sean creyentes o no. Están abiertos a todos. Creerse en posición de Él, pensar que tenemos la exclusiva, marginar a otros…es vivir no sólo desorientado sino fuera de la dinámica del Reino que está presente. Aunque parezca una frase hecha hay que decirla:
“No son todos los que están, ni están todos los que somos”.
Para orar…
Contigo, mano a mano, y no retiro la postura, Señor. Jugamos fuerte.
Empeñada partida en que la muerte será baza final. Apuesto. Miro tus cartas y me ganas siempre.
Tiro tus cartas y me ganas siempre.
Tiro las mías. Das de nuevo. Quiero hacerte trampas. Y no es posible. Clara suerte tienes, contrario en el que tanto admiro. Pierdo mucho, Señor. Y apenas queda tiempo para el desquite. Haz Tú que pueda igualar todavía. Si mi parte no basta ya por pobre y mal jugada, si de tanto caudal no queda nada, ámame más, Señor, para ganarte.
García Nieto, J.
Pbro. Daniel Silva
Preguntas para la meditación:
• ¿De qué manera experimento hoy, que Jesús sigue recorriendo poblados y aldeas enseñando a la gente?
• El tema de la "salvación eterna" fue en otros tiempos clave de la vida cristiana. ¿Cómo está ese tema hoy entre nosotros? ¿Nos resulta extraño, obsesivo, frecuente, descuidado, mágico? ¿Me preocupa a mí la salvación?
• En mi vida: ¿dónde experimento la realidad de la “puerta estrecha” en mi camino como discípulo?
• En la medida que “coma y beba” con el Señor, al participar de la Eucaristía: ¿voy convirtiendo mi corazón? O ¿Con mis acciones soy del grupo que el Señor denomina “apártense de mí todos los que hacen el mal”?
Para ir preparándonos
Septiembre Mes de la Biblia
Bajo el lema:
“TU PALABRA NOS DA VIDA”
La esperanza del Pueblo amado por Dios.
El Papa Benedicto XVI recordó en el Sínodo de Obispos sobre la Palabra de Dios que “… la palabra humana tiene ya una fuerza increíble. Son las palabras que luego crean la historia; la realidad. Con mayor razón, la Palabra de Dios es el fundamento de todo, es la verdadera realidad. Y, para ser realistas, debemos contar precisamente con esta realidad”.
Meditamos: Dios se nos revela, se nos comunica y esa experiencia es única para cada persona:
1 Jn 1, 1-3
Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.
Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado.
Lo que hemos visto y oído, se lo anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros.
Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.
(Comisión Episcopal de Catequesis y Pastoral bíblica Arg.)
Avisos parroquiales
Viernes 27,19 hs. Conmemoración mensual de la Medalla Milagrosa. Se entregan y bendicen las medallas.
Lecturas de la semana:
LUNES 23: Segunda Tesalónica 1, 1-5. 11b-12; Salmo 95; Mateo 23, 13-22.
MARTES 24: Apocalipsis 21, 9b-14, Salmo 144; Juan 1, 45-51.
MIERCOLES 25: Segunda Tesalónica 3, 6-10. 16-18; Salmo 127; Mateo 23, 27-32.
JUEVES 26: Primera Corinto 1, 1-9; Salmo 144; Mateo 24, 42-51.
VIERNES 27: Primera Corinto 1, 17-25; Salmo 32; Mateo 25, 1-13.
SABADO 28: Primera Corinto 1, 26-31; Salmo 32; Mateo 25, 14-30.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación del presente: El libro del Pueblo de Dios. Lectionautas. Servicio Bíblico Latinoamericano.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados 15:30 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
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