Lecturas del 5/10/08 – Ciclo A -
Domingo 27 Durante el año
Lectura del libro del profeta Isaías 5, 1-7
Voy a cantar en nombre de mi amigo el canto de mi amado a su viña. Mi amigo tenía una viña en una loma fértil. La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. El esperaba que diera uvas, pero dio frutos agrios.Y ahora, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, sean ustedes los jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más se podía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? Si esperaba que diera uvas, ¿por qué dio frutos agrios?
Y ahora les haré conocer lo que haré con mi viña: Quitaré su valla, y será destruida, derribaré su cerco y será pisoteada. La convertiré en una ruina, y no será podada ni escardada. Crecerán los abrojos y los cardos, y mandaré a las nubes que no derramen, lluvia sobre ella.
Porque la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación predilecta. ¡El esperó de ellos equidad, y hay efusión de sangre; esperó justicia, y hay gritos de angustia! Palabra de Dios.
SALMO 79
R. La viña del Señor es la casa de Israel.
Tú sacaste de Egipto una vid, expulsaste a los paganos y la plantaste; extendió sus sarmientos hasta el mar y sus retoños hasta el Río. R.
¿Por qué has derribado sus cercos para que puedan saquearla todos los que pasan? Los jabalíes del bosque la devastan y se la comen los animales del campo. R.
Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que tú hiciste vigoroso. R.
Nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. ¡Restáuranos, Señor de los ejércitos, que brille tu rostro y seremos salvados! R.
Carta ap. S. Pablo cristianos de Filipos 4, 6-9
Hermanos:No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús. En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos. Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes. Palabra de Dios.
Lectura S. Evangelio S. Mateo 21, 33-43
Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: « Escuchen otra parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero. Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera. Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: "Respetarán a mi hijo." Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: "Este es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia." Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?» Le respondieron: «Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo.» Jesús agregó: « ¿No han leído nunca en las Escrituras: La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: esta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos? Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.» Palabra del Señor.
Reflexión
Las lecturas de este domingo nos presentan la imagen de la viña. Una viña que simboliza a Israel, una viña que es amada y cuidada por Dios, pero que, lamentablemente, no produce los frutos que se esperaban de ella. Dios espera frutos de la viña que Él ha cultivado con amor, éste es el tema que nos sirve de reflexión en este domingo.
La primera lectura nos muestra el poema del amigo y de su viña. Con palabras llenas de solicitud, el poema nos presenta al dueño de la viña que se prodiga en cuidados por ella, cava en torno a ella, monta una torre, quita las piedras, planta buenas vides y cava un lagar. Este hombre ama su viña y espera de ella que dé buenas uvas, en cambio, recibe uvas silvestres, agrazones, es decir uvas que nunca maduran. El hombre se lamenta con razón y se pregunta con ánimo quebrantado: ¿qué más podía haber hecho yo por mi viña que no hice? Nada, ciertamente, había puesto en acción cuantos medios se conocían en la época para cultivar una vid excelente.
Dios ama y cuida a su viña. El poema de la viña es uno de los pasajes más sorprendentes del profeta Isaías. El profeta hace comprender al pueblo de Israel que Dios ha cuidado de él, lo ha tratado con especial amor, se ha preocupado de su crecimiento y, sin embargo, el pueblo no ha correspondido a tal amor. Israel no ha sido fiel a su amor. En verdad, parece que nos adentramos en el corazón mismo de Dios que ama a Israel. ¿En qué ha faltado Dios a su amor? ¿Se ha alejado de su pueblo? ¿Lo ha abandonado en tiempo de dificultad? ¿No es verdad que, a pesar de las pruebas por las que ha pasado Israel, ha estado Yahvé siempre cerca de él? En verdad, Dios es fiel a sus promesas y nunca ha dejado a un justo defraudado.
La viña sorprendentemente no da buenos frutos. Esta viña, a pesar del cuidado sabio del viñador, que es el Señor de los ejércitos, no prospera, no da fruto, no da uvas dulces; da uvas inmaduras y silvestres. Se trata ciertamente de una alegoría, pues en verdad, no se puede culpar a una viña de no querer producir frutos. Sin embargo, los oyentes del profeta comprenden que la viña representa a Israel y que el viñador no es otro que el mismo Yahvé. A pesar, de que Israel ha sido cuidado como un hijo, a pesar de que ha sido liberado, a pesar de que el Señor lo ha elegido como el pueblo de su propiedad, Israel no produce frutos de salvación. Es sorprendente ver la tristeza profunda del viñador y, a la vez, su firmeza ante la viña improductiva. Él vendrá y la devastará, la dejará desolada.
En el evangelio se recoge nuevamente el tema de la vid en una especie de alegoría: el dueño de la vid la arrienda a unos trabajadores y se marcha. Envía, después de algún tiempo, sus embajadores para recoger los frutos, pero los viñadores maltratan a los enviados.
En la parábola los culpables de la falta de frutos son los labradores que reciben la viña en arriendo. Son gente sin escrúpulos, no piensan cómo acrecentar la viña y ofrecer al dueño el fruto merecido por darle la viña para que la trabajen, sino que su intento es arrebatar la viña a su dueño. En su corazón no está el amor por la viña, ni el amor por el dueño de la viña, sino el amor a sí mismos. Su interés es ignorar lo que tienen que pagar por el uso de la viña, por eso, al ver venir a los embajadores que requieren los frutos, se molestan, los golpean, los matan. Cualquier cosa que se interponga a su bienestar y al usufructo de la viña en su favor, debe ser eliminado. Estos hombres, cuando ven venir al hijo, es decir, cuando tienen la oportunidad de reconciliarse con el Padre, de ofrecer frutos, de respetar lo pactado, traman el crimen más cruel, suprimir al hijo para quedarse con la herencia y la propiedad. En verdad aquellos viñadores, no eran sólo ladrones, sino homicidas. Las palabras finales de la parábola son dramáticas: el dueño de la viña acabará con aquellos arrendatarios y ofrecerá su viña a otros arrendatarios que produzcan frutos.
El poema de Isaías y la parábola de Jesús ponen de relieve la importancia de producir frutos. En el primer caso, es la viña que no ha producido lo que se esperaba de ella. En el segundo caso, son los viñadores homicidas que no entregan los frutos debidos al dueño. El tema espiritual es importante: Dios ofrece al hombre múltiples dones: la vida, la fe, la vocación profesional... y el Señor espera por parte del hombre una respuesta, espera unos frutos de santidad, espera que este hombre se transforme interiormente y dé frutos apostólicos para el bien de sus hermanos. Tema profundo que requiere reflexión y examen de la propia vida.
El cristiano debe dar buenos frutos. El cristiano es una persona injertada en Cristo por el bautismo, por ello, debe dar frutos de vida eterna. Así como el Padre ha enviado al mundo a Cristo a cumplir la misión redentora, así Cristo envía a los cristianos, especialmente a los apóstoles, a cumplir una misión. No siempre los frutos del cristiano serán manifiestos o inmediatos, pero no cabe dudar que el alma que permanece unida a Cristo, como el sarmiento permanece unido a la vid, producirá frutos a su tiempo. No cabe dudar que, si somos fieles y permanecemos unidos a la vid, que es Cristo, esos frutos llegarán.
Preguntas para la meditación ¿Qué me dice?
Tanto la Iglesia de los primeros tiempos como la actual, sabe que su existencia y su razón de ser están ligadas a la fidelidad de continuar la misión de Jesús. Hacer presente la novedad absoluta del reinado de Dios, reino de justicia, de paz y de amor. El Señor me ha confiado parte de su viña:
¿Estoy conciente de esto?
¿Cuántas veces dejo de escuchar al Señor por medio de sus enviados?
¿Soy conciente que sólo hay dos posibilidades, puedo ser un buen obrero de la viña del Señor, o puedo ser un desentendido que quiere quedarse con todo?
¿Hemos aprovechado con inteligencia y voluntad los talentos recibidos? ¿O hemos vivido como una viña distraída sin darse cuenta que su misión era producir uvas dulces?
ORACION
Señor ayúdanos a no seguir aferrados a un «servicio de la palabra», indiferente a la realidad que vivimos, con poco sabor de la vida y la problemática de nuestro prójimo.
Señor ayúdanos a lograr que nuestro «apostolado, aprovechando al máximo los talentos que nos diste» se inspire y se haga carne en compromisos concretos por la Vida, la Justicia y la Solidaridad en el ambiente que nos toque vivir el día a día.
Señor ayúdanos a tener fecundidad espiritual siendo dócil a la misión que nos tenés reservada. Señor ayúdanos a ser obediente como vos, que sufre y ofrece su vida en rescate por la salvación de los hombres.
SANTORAL: 7 de octubre “Nuestra Señora del Rosario”
El Rosario es una devoción en honor a la Virgen María, el origen de la fiesta del Rosario data de 1571, donde la escuadra cristiana consiguió un triunfo sobre la flota turca en el golfo de Lepanto, que salvó a España.
Para recordar:
Los días 10, 11 y 12 de octubre se realizará la II Asamblea del Pueblo de Dios, bajo el lema “Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia”, será una ocasión propicia para renovar una auténtica experiencia de Iglesia, dentro de la diócesis. Que la Santísima Virgen de la Asunción nos ayude a ser discípulos y misioneros de su Hijo y pidamos a Santa Teresa de Jesús nos haga progresar en el amor a Cristo y a la pasión por su Iglesia. (Obispado)
Lecturas de la semana:
LUNES 6: Gálatas 1, 6-12, Salmo 110, Lucas 10, 25-37.
MARTES 7: Hechos de los apóstoles 1, 12-14; Salmo Lc. 1, 46-47.48-49.50-51; Lucas 1, 26-38.
MIERCOLES 8: Gálatas 2, 1-2.7-14; Salmo 116, Lucas 11, 1-4.
JUEVES 9: Gálatas 3, 1-5; Salmo Lc. 1, 69-70.71-72.73-75; Lucas 11, 5-13.
VIERNES 10: Gálatas 3, 7-14; Salmo 110, Lucas 11, 15-26.
SABADO 11: Gálatas 3, 22-29.; Salmo 104; Lucas 11, 27-28.
Nota: Basado en Lectio divina del CEBIPAL. El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y Maria y Catholic.net, Servicio Bíblico Latinoamericano. Siervas de los Corazones de Jesús y Maria
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados a las 17 h.
para leer la Biblia en la Parroquia San José: Brandsen 4970 Villa DominicoCírculo Bíblico San José
¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Intención para la evangelización ‐
Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia
El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8.
No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía.
Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean.
El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes.
La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.
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