Lecturas del 25-4-10
Hechos de los Apóstoles 13, 14. 43-52
Pablo y Bernabé continuaron su viaje, y de Perge fueron a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron.
Cuando se disolvió la asamblea, muchos judíos y prosélitos que adoraban a Dios siguieron a Pablo y a Bernabé. Estos conversaban con ellos, exhortándolos a permanecer fieles a la gracia de Dios.
Casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra de Dios. Al ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y con injurias contradecían las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé, con gran firmeza, dijeron: «A ustedes debíamos anunciar en primer lugar la Palabra de Dios, pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la Vida eterna, nos dirigimos ahora a los paganos. Así nos ha ordenado el Señor: “Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra.»
Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra de Dios, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Estos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a Iconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo. Palabra de Dios.
Salmo 99
R. Somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta él con cantos jubilosos. R.
Reconozcan que el Señor es Dios: él nos hizo y a él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas de su rebaño. R.
¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones. R.
Lectura del libro del Apocalipsis 7, 9. 14b-17
Yo, Juan, vi una enorme muchedumbre, imposible de contar, formada por gente de todas las naciones, familias, pueblos y lenguas. Estaban de pie ante el trono y delante del Cordero, vestidos con túnicas blancas; llevaban palmas en la mano.
Y uno de los ancianos me dijo: «Estos son los que vienen de la gran tribulación; ellos han lavado sus vestiduras y las han blanqueado en la sangre del Cordero. Por eso están delante del trono de Dios y le rinden culto día y noche en su Templo.
El que está sentado en el trono habitará con ellos: nunca más padecerán hambre ni sed, ni serán agobiados por el sol o el calor. Porque el Cordero que está en medio del trono será su Pastor y los conducirá hacia los manantiales de agua viva. Y Dios secará toda lágrima de sus ojos.» Palabra de Dios.
Santo Evangelio según san Juan 10, 27-30
En aquel tiempo, Jesús dijo: «Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen.
Yo les doy Vida eterna: ellas no perecerán jamás y nadie las arrebatará de mis manos.
Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos de mi Padre. El Padre y yo somos una sola cosa.» Palabra del Señor.
Reflexión:
EL BUEN PASTOR
Jesús, rechazado por los dirigentes.
La escena del Evangelio se desarrolla en el templo y en los días de la fiesta de la dedicación o consagración del mismo. Los judíos celebraban tal fiesta como aniversario/recuerdo de la resistencia heroica de los macabeos contra la profanación del templo por Antioco Epífanes en el siglo II a. C. En el contexto de esta fiesta se enfrenta Jesús, una vez más, con los dirigentes judíos. De fondo está la controversia sobre su identidad y mesianismo. A la capciosa pregunta sobre si es el Mesías, Jesús no contesta directamente. Lo hace de forma indirecta, remitiendo al testimonio de sus obras, muchas y buenas, iguales a las del Padre. Ellos no le pueden creerle porque no son de los suyos. En su respuesta les ofrece la premisa necesaria para que saquen la conclusión. El conflicto está servido.
El que Juan coloque esta escena en la fiesta de la consagración del templo y sitúe a Jesús en el pórtico de Salomón, el rey que construyó el templo planeado por su padre David, es algo intencionado. El evangelista quiere decirnos que Jesús es el nuevo templo consagrado, porque realiza las obras del Padre. Como nuevo Santuario, en el que brilla la gloria de Dios, sustituye al templo antiguo. Esta pretensión de Jesús pone en cuestión la legitimidad de la institución judía y derriba las posiciones de poder de sus dirigentes. Por eso, es rechazado e intentan apedrearlo y darle muerte.
El Mesías, buen pastor
Los primeros forjadores del pueblo de Dios fueron nómadas. De ahí que la imagen del pastor con su rebaño pasase a expresar las relaciones de Dios con su pueblo. Frente a los dirigentes que no sirven ni pastorean a su pueblo, Jesús se muestra Mesías bajo la figura del buen pastor. Así lo demuestran sus obras. El conoce a sus ovejas, las conduce a los pastos, las defiende de los peligros, se entrega totalmente y da su vida por ellas. Su autoridad proviene de la dedicación que les presta. Las grandes figuras de Israel, Moisés y David, fueron pastores.
Ahora, Jesús se presenta como pastor. Así es el Mesías. Sus credenciales no son jurídicas, sino que nacen de su actividad, igual a las del Padre, a favor de los oprimidos y desvalidos. Esto pone a los dirigentes judíos en una situación difícil, pues ellos no toleran estas obras, que sus intereses personales les impiden admitirlas. De ahí que le acusen de blasfemia e intenten apedrearlo.
La nueva comunidad de Jesús: sus ovejas.
La comunidad de Jesús, el nuevo pueblo de Dios, ya que no es Israel. Los discípulos de Jesús (sus ovejas) se distinguen porque: creen en Él -escuchan (reconocen su voz)-le siguen -no se perderán/ni perecerán jamás. En la relación a esta cuádruple distinción, Jesús afirma: que lo que le entregó el Padre, sus discípulos, es lo que más le importa -Él los conoce- los defiende y les da la vida para siempre. Ellos son el nuevo pueblo y nadie podrá arrebatárselo.
Un Mesías muy humano.
Tú, siendo un hombre como los demás, te hacen Dios. Esta es la gran blasfemia que recibe Jesús de los dirigentes judíos. Esta es la gran blasfemia para ellos: uno de su raza, uno como ellos pretende ser Hijo de Dios. Hoy día, a muchos, la divinidad de Jesús no les causa problemas. Tienen dificultades en admitir su humanidad. Pero difícilmente pueden “saber” qué es y qué supone su divinidad si no son capaces de asumir plenamente su humanidad.
Abandono y salida de las antiguas instituciones.
Al rechazo de los dirigentes y a las intenciones de prenderlo, Jesús responde con su territorio judío, yéndose al otro lado del río Jordán. Este gesto simboliza la salida de una tierra e institución de opresión, y el éxodo hacia un nueva tierra prometida y de la liberación, que ya no se identifica con Israel y que, por tanto, está abierta a todo ser humano. Es allí, frente a las instituciones opresoras que lo rechazan, donde se forma su comunidad. “En aquel lugar muchos creyeron en Él”.
Una voz inconfundible. Saber escuchar
Hoy somos víctimas de una lluvia abrumadora de palabras, voces, imágenes y mensajes, que corremos el riesgo de perder nuestra capacidad para escuchar la voz que necesitamos oír para tener vida. Recibimos y sorbemos imágenes, palabras, anuncios, y todo cuanto nos quieran ofrecer, para alimentar nuestra trivialidad, nuestra evasión, nuestra frustración, o nuestra posición de privilegio. Hoy, más que en otros momentos de la historia, el ser humano necesita urgentemente recuperar de nuevo la capacidad de escucha, si no quiere ver su vida y su fe ahogarse progresivamente en la trivialidad. Nuestra sociedad está enferma en su voluntad de vivir. La civilización de la abundancia le ha ofrecido medios de vida, pero no motivos para vivir.
Todos necesitamos estar más atentos a la llamada de Dios, escuchar la voz de la verdad, sintonizar con lo mejor que hay en nosotros, desarrollar esta sensibilidad interior que percibe, más allá de lo visible y de lo audible, la presencia de Aquel que puede dar vida a nuestra vida.
“Mis ovejas escuchan mi voz”. El primer reto es reconocer la suya entre tantas voces que nos llevan al tropel, al asalto. Nos bombardean a diario: ofreciéndonos, informándonos, pidiéndonos… hasta habrá que cribar mucho. Habrá que eliminar. Habrá que discernir cuidadosamente.
Yo las conozco
La suya es una voz amiga. Tiene el acento familiar, directo, de quien no es la primera vez que nos visita.
Sabe llegar a lo más hondo de nuestro ser, a ese fondo cuya llave guardamos celosamente. No se deja engañar por nuestra fachada, porque conoce las razones íntimas de nuestras actitudes. Sabe discernir nuestro lado positivo. Y, sabe, siempre, despertar lo mejor que hay en nosotros.
Su voz tiene un tono inconfundible: el de la vida. Nos da vida y nos abre a la vida.
Ellas me siguen
Una voz así no puede caer en vacío. Trae aires nuevos de esperanza. Pide, sí, mucho. Pero porque antes Él ha sido capaz de darnos todo, de darse entero. Seguirle es acoger y cuidar gozosamente todo lo que da la vida, y proseguir su causa.
Sólo haciendo el éxodo hacia el mundo, y escuchando “los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo”, podemos seguirle. La nueva comunidad de Jesús ha de asumir esta triple opción: hacerse cargo de la realidad: lo que supone estar en la realidad del mundo para conocerla.
Cargar con la realidad: o sea, asumir con responsabilidad de lo que el mundo es y de lo que en él acontece.
Encargarse de la realidad: es decir, tomar la opción de transformarlo, de esperanzarlo, de hacerlo más habitable, más humano y más reino de vida.
En este domingo del Buen Pastor elevamos oraciones por las vocaciones sacerdotales y religiosas, pastores con la misión de guiar a las ovejas en nombre de Cristo. La vocación es una llamada de Jesús, cuya voz es distinguida entre otras voces inauténticas que llaman:
. Hay muchas voces que llaman y es necesario distinguir la verdadera.
. Se presentan muchos caminos y es necesario entrar por el que lleva a la vida.
. Hay necesidades de socorrer y compromisos que cumplir: se trata de saber cuál es la necesidad más urgente y el compromiso más ineludible.
. Hay muchas causas nobles y la elección acertada consiste en distinguir cuál es la causa tan noble que merece la entrega de la propia vida.
Qué hermosa ocasión para que miremos nuestra vida y reflexionar
Los medios de comunicación suelen ser bastantes hostiles cuando hablan de la Iglesia. La mayor parte de sus ataques se dirigen casi siempre a sus pastores: el Papa, los obispos, los sacerdotes… Como cristianos, nos sentimos incómodos ante esas críticas que muchas veces son injustas y desproporcionadas. Todos conocemos el ejemplo de muchos sacerdotes, religiosos/as, misioneros/as… que entregan su vida día a día de manera desinteresada. Otras veces, en cambio, debemos reconocer que los responsables de nuestras comunidades no están a la altura de la misión que tienen encomendada. Por eso, vamos a preguntarnos:
¿Creemos que los ministros de la Iglesia se comportan siempre como verdaderos pastores?
¿Conocemos el ejemplo de alguno cuya vida haya sido una vida de generosidad y entrega?
¿Nos hemos sentido alguna vez como “ovejas sin pastor”, es decir, desamparados o desatendidas por aquellos que en la comunidad deberían cuidar con solicitud del bien de todos?
¿Qué esperamos de los ministros y responsables de la comunidad cristiana?
¿Cómo nos gustaría relacionarnos con ellos?
¿De qué manera podríamos ayudar a nuestros pastores para que se parezca cada vez más a Jesús, el Buen Pastor?
Oremos y cantemos el Salmo 22: EL SEÑOR ES MI PASTOR.
Pbro. Daniel Silva
Lecturas de la semana:
LUNES 26: Hechos apóstoles 11, 1-18; Sal. 41; Juan 10, 1-10.
MARTES 27: 2 Timoteo 1, 13-14; 2, 1-3; Sal. 95; Mateo 9,5-38.
MIERCOLES 28: Hechos de los apóstoles 12, 24—13, 5a; Sal. 66; Juan 12, 44-50.
JUEVES 29: Hechos apóstoles 13, 13-25; Sal. 88; Juan 13, 16-20.
VIERNES 30 Hechos apóstoles 13, 26-33; Sal. 2; Juan 14, 1-6.
SABADO 1: Hechos apóstoles 9, 31-42; Sal. 115; Mateo 13, 54-58.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las lecturas: El libro del Pueblo de Dios.
Impresión Librería “Del Rocío” Av. Mitre 6199 – Wilde – 4207-4785
Te esperamos los sábados 17:00 h.
Para Compartir la Palabra de Jesús,
en la Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Dominico.
Círculo Bíblico San José
miencuentroconjesus@yahoo.com.ar
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com
¡Con su Palabra, Jesús se nos revela y sale a nuestro encuentro, para que experimentemos al Dios de la vida!
Intención para la evangelización ‐
Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia
El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"
"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8.
No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía.
Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16
Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean.
El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes.
La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.
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