Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Domingo de la Cuarta Semana de Adviento, “María, la Virgen de la Esperanza”


Lecturas del 18-12-11– Ciclo B –

2º libro de Samuel 7, 1-5. 8b-12. 14a.-16
Cuando David se estableció en su casa y el Señor le dio paz, librándolo de todos sus enemigos de alrededor, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo habito en una casa de cedro, mientras el Arca de Dios está en una tienda de campaña.»           
Natán respondió al rey: «Ve a hacer todo lo que tienes pensado, porque el Señor está contigo.»
Pero aquella misma noche, la palabra del Señor llegó a Natán en estos términos: «Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ¿Eres tú el que me va a edificar una casa para que yo la habite? Yo te saqué del campo de pastoreo, de detrás del rebaño, para que fueras el jefe de mi pueblo Israel. Estuve contigo dondequiera que fuiste y exterminé a todos tus enemigos delante de ti. Yo haré que tu nombre sea tan grande como el de los grandes de la tierra. 
Fijaré un lugar para mi pueblo Israel y lo plantaré para que tenga allí su morada. Ya no será perturbado, ni los malhechores seguirán oprimiéndolo como lo hacían antes, desde el día en que establecí Jueces sobre mi pueblo Israel.
Yo te he dado paz, librándote de todos tus enemigos. Y el Señor te ha anunciado que él mismo te hará una casa. 
Sí, cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo.
Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre.» 
Palabra de Dios.
Salmo 88 
R. Cantaré eternamente tu amor, Señor.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones.
Porque tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente,  mi fidelidad está afianzada en el cielo.»  R.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: «Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones.»  R.
El me dirá: «Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora.» Le aseguraré mi amor eternamente, y mi alianza será estable para él.  R.
San Pablo a los cristianos de Roma 16, 25-27
Hermanos: ¡Gloria a Dios, que tiene el poder de afianzarlos, según la Buena Noticia que yo anuncio, proclamando a Jesucristo, y revelando un misterio que fue guardado en secreto desde la eternidad y que ahora se ha manifestado!
Este es el misterio que, por medio de los escritos proféticos y según el designio del Dios eterno, fue dado a conocer a todas las naciones para llevarlas a la obediencia de la fe.   
¡A Dios, el único sabio, por Jesucristo, sea la gloria eternamente! Amén.  Palabra de Dios.
Santo Evangelio según san Lucas 1, 26-38
En el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: « ¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin.»
María dijo al Ángel: « ¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?»
El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios.» María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho.» Y el Ángel se alejó.                                    Palabra del Señor. 

Reflexión:   
 María, la Virgen de la Esperanza


Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” es el saludo  del ángel.  “Alégrate/Salve era el saludo normal de aquella época en griego.  Es digno de resaltar, sin embargo, que la primera palabra de parte de Dios a los hombres, cuando el Salvador se acerca al mundo, es una invitación a la alegría.  Es lo que escucha María: Alégrate.
 El término “favorecida, llena de gracia, agraciada” y la expresión “Dios te ha concedido su favor” son equivalentes.  La elección de Dios es siempre una gracia, un don, algo que nos plenifica.  La elección de Dios no destruye ni nuestra libertad ni nuestro auténtico ser.
“El Señor está contigo” es una fórmula, usual en el AT y en Lucas, para indicar la elección y solicitud de Dios por un determinado personaje, y asegura el destinatario la ayuda permanente para que lleve a cabo una misión humanamente imposible.
El saludo no provoca temor alguno a María, sólo turbación por la magnitud de su contenido.  La turbación de María entra en el esquema de las anunciaciones, por tanto no tiene nada que ver con otro tipo de turbaciones.  La presencia de Dios es siempre portadora de alegría y de paz; de ahí la invitación del ángel: “Tranquilízate”.
Este saludo vale también para cada uno de nosotros, puesto que somos elegidos de Dios y llevamos con nosotros a Jesús resucitado.  Todo cristiano es, decían los Padres apostólicos “cristóforos” portadores de Cristo.
Jesús es descripto con los rasgos mesiánicos del AT “Será grande, Hijo de Dios, el Señor Dios le dará el trono de David su padre, reinará para siempre en la casa de Jacob, su reino no tendrá fin, lo llamarán Consagrado”  Lucas añade el título de Hijo de Dios para describir la relación misteriosa que lo une al Padre.  Una relación que, según san Lucas, existe desde su nacimiento por obra del Espíritu Santo.
“Ser hijo” no significa solamente haber sido engendrado por su padre, sino, sobre todo, heredar la tradición que éste transmite y tener el padre por modelo de comportamiento.  Así pues, no será David el referente de Jesús; su mensaje vendrá directamente de Dios, su Padre. En Jesús, cuyo nombre significa “Salvador”, “Dios salva”. Dios cumple sus promesas, pero de una forma completamente nueva.  Dios es infinitamente mejor que lo que nos creemos.  Los hombres no nos atrevemos a creer del todo en la bondad y la ternura de Dios.  Necesitamos detenernos ante lo que significa un Dios encarnado, que se nos ofrece como niño débil e indefenso, irradiando sólo paz y alegría.
Tras la pregunta de María, el ángel explica el misterio de la concepción.  El Espíritu Santo bajará sobre Ella. Se da así el comienzo de una humanidad nueva. Isabel, una anciana estéril, ha concebido un hijo y ya está de seis meses.  Se trata de una señal que aparece frecuentemente en el AT.  Expresa la protección de Dios hacia los débiles, más en concreto, la liberación de la vergüenza y marginación que suponía en aquella sociedad la esterilidad.
María da su consentimiento: “Aquí está la esclava  del Señor, cúmplase en mí lo que has dicho”.
La palabra “sierva, esclava” significa pertenencia a Dios.  Esta condición se expresa en la disponibilidad, en la aceptación de su voluntad.  La Palabra de Dios es un don, y éste debe ser acogido por la libertad humana.  María nos enseña a estar abiertos a la novedad y utopía de Dios.  Pero la pequeñez y la humildad de María no le impiden entablar un dialogo con el enviado de Dios.  Ella no se limita a escuchar y aceptar el anuncio, su fe es un acto libre, por ello inquiere, desea saber cómo sucederá lo que le es comunicado.  La fuerza del espíritu suscita en ella una participación activa, es la colaboración de alguien que se sabe en manos de Dios.  El sí a su maternidad nos comunica al Mesías. María ocupa, de este modo, su lugar en la historia de la salvación.  La encarnación es fruto de la fuerza del espíritu y de la disponibilidad de María.
Gestos, signos e imágenes para orar:
·       Un ícono.  Poner en el lugar de oración un ícono o imagen de María.
·       La casa. Dios ha encontrado una buena casa, nosotros mismos.
·       Hacer un panel de buenas noticias. Con recortes de prensa y revistas, con lo visto y      escuchado en los medios de comunicación.
·       Tiempo de encuentro, como lo fue el ángel con María, porque orar es aprender a crear espacio y tiempo para Dios.
·       Tiempo para dejarse arar. Vivir a la sombra del Espíritu, dejarse conducir, guiar, llevar, también llenar y fecundar.
·       Decir sí, “fíat”, hágase”, a Dios, a la vida, a la solidaridad, a la fraternidad, a la justicia.
·       Contemplar a Jesús y contemplar a María.  La contemplación del misterio de Jesús. Somos cristóforos,portadores de Cristo.  Llevamos dentro de nosotros el misterio de Dios.  Nuestra vida, nuestros hechos y actitudes pueden ser tan transparentes que, a través de ellos, los demás vean a Dios, o pueden ser tan opacos que no dejen traslucir rasgo ni señal de Dios.

Padre Daniel Silva.
Solemnidad de la Inmaculada Concepción
Queridos hermanos y hermanas: 
Una de las fiestas de la santísima Virgen más bellas y populares: es la Inmaculada Concepción. María no sólo no cometió pecado alguno, sino que fue preservada incluso de la herencia común del género humano que es la culpa original, por la misión a la que Dios la destinó desde siempre: ser la Madre del Redentor.
Todo esto está contenido en la verdad de fe de la "Inmaculada Concepción". El fundamento bíblico de este dogma se encuentra en las palabras que el ángel dirigió a la joven de Nazaret:  "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo" (Lc 1, 28).
"Llena de gracia" —en el original griego kecharitoméne— es el nombre más hermoso de María, un nombre que le dio Dios mismo para indicar que desde siempre y para siempre es la amada, la elegida, la escogida para acoger el don más precioso, Jesús, "el amor encarnado de Dios" (Deus caritas est, 12).
Podemos preguntarnos: ¿por qué entre todas las mujeres Dios escogió precisamente a María de Nazaret? La respuesta está oculta en el misterio insondable de la voluntad divina. Sin embargo, hay un motivo que el Evangelio pone de relieve: su humildad.
Lo subraya bien Dante Alighieri en el último canto del "Paraíso":  "Virgen Madre, hija de tu Hijo, la más humilde y más alta de todas las criaturas, término fijo del designio eterno" (Paraíso XXXIII, 1-3).
Lo dice la Virgen misma en el Magníficat, su cántico de alabanza: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, (...) porque ha mirado la humildad de su esclava" (Lc 1, 46. 48). Sí, Dios quedó prendado de la humildad de María, que encontró gracia a sus ojos (cf. Lc 1, 30). Así llegó a ser la Madre de Dios, imagen y modelo de la Iglesia, elegida entre los pueblos para recibir la bendición del Señor y difundirla a toda la familia humana.
Esta "bendición" es Jesucristo. Él es la fuente de la gracia, de la que María quedó llena desde el primer instante de su existencia. Acogió con fe a Jesús y con amor lo donó al mundo. Esta es también nuestra vocación y nuestra misión, la vocación y la misión de la Iglesia: acoger a Cristo en nuestra vida y donarlo al mundo "para que el mundo se salve por él" (Jn 3, 17).
Queridos hermanos y hermanas, la fiesta de la Inmaculada ilumina como un faro el período de Adviento, que es un tiempo de vigilante y confiada espera del Salvador.
Mientras salimos al encuentro de Dios que viene, miramos a María que "brilla como signo de esperanza segura y de consuelo para el pueblo de Dios en camino" (Lumen gentium, 68).
Benedicto XVI, Ángelus, 8 de diciembre de 2006
Avisos parroquiales
El domingo 25 de diciembre será la última misa a las 11:30. Los días domingos habrá misa a las 10 y 19 hs. A partir del 31 de diciembre la misa del sábado será a las 19 hs.
Lecturas de la Semana
Lunes 19:  Jc.  13, 2-7. 24- 25a;  Sal  70;  Lc. 1, 5-25.
Martes 20:  Is. 7, 10-14;  Sal.  23; Lc. 1, 26-38.
Miércoles 21:  Sof. 3, 14- 18a; Sal. 32; Lc. 1, 39-45.
Jueves 22:  1Sam.  1, 19b-20. 24-28;  Sal 1Sam 2, 1. 4-8d; Lc. 1, 46-56.
Viernes 23: Mal.  3, 1-4. 23-24;  Sal  24;  Lc. 1, 57-66.
Sábado 172Sam. 7, 1-5. 8b-12. 14ª. 16; Sal 88; Lc. 1, 67-79.
Aclaración: Se han utilizado para la preparación de las lecturas: El libro del Pueblo de Dios. Unos momentos con Jesús y María.
Círculo Peregrino: queremos compartir con vos la Palabra del Señor, por eso podemos ir a tu casa a visitarte a vos o algún familiar enfermo.
Lectio Divina: También podes venir para compartirla  el primer sábado de cada mes a las 16 hs. en:       
Círculo Bíblico San José
Parroquia San José:
Brandsen 4970 Villa Domínico.
  

1 comentario:

Eclesalia dijo...

CON ALEGRÍA Y CONFIANZA
JOSÉ ANTONIO PAGOLA,

ECLESALIA,14/12/11.- El concilio Vaticano II presenta a María, Madre de Jesucristo, como “prototipo y modelo para la Iglesia”, y la describe como mujer humilde que escucha a Dios con confianza y alegría. Desde esa misma actitud hemos de escuchar a Dios en la Iglesia actual.

«Alégrate». Es lo primero que María escucha de Dios y lo primero que hemos de escuchar también hoy. Entre nosotros falta alegría. Con frecuencia nos dejamos contagiar por la tristeza....¿Ya no es Jesús Buena Noticia? ¿No sentimos la alegría de ser sus seguidores? Cuando falta la alegría, la fe pierde frescura, la cordialidad desaparece, la amistad entre los creyentes se enfría. Todo se hace más difícil. Es urgente despertar la alegría en nuestras comunidades y recuperar la paz que Jesús nos ha dejado en herencia.

«El Señor está contigo». No es fácil la alegría en la Iglesia de nuestros días. Sólo puede nacer de la confianza en Dios. No estamos huérfanos. Vivimos invocando cada día a un Dios Padre que nos acompaña, nos defiende y busca siempre el bien de todo ser humano.

Esta Iglesia, a veces tan desconcertada y perdida, que no acierta a volver al Evangelio, no está sola. Jesús, el Buen Pastor, nos está buscando. Su Espíritu nos está atrayendo. Contamos con su aliento y comprensión. Jesús no nos ha abandonado. Con él todo es posible.

«No temas». Son muchos los miedos que nos paralizan a los seguidores de Jesús. Miedo al mundo moderno y a la secularización. Miedo a un futuro incierto. Miedo a nuestra debilidad. Miedo a la conversión al Evangelio. El miedo nos está haciendo mucho daño. Nos impide caminar hacia el futuro con esperanza. Nos encierra en la conservación estéril del pasado. Crecen nuestros fantasmas. Desaparece el realismo sano y la sensatez cristiana. Es urgente construir una Iglesia de la confianza. La fortaleza de Dios no se revela en una Iglesia poderosa sino humilde.

«Darás a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús». También a nosotros, como a María, se nos confía una misión: contribuir a poner luz en medio de la noche. No estamos llamados a juzgar al mundo sino a sembrar esperanza. Nuestra tarea no es apagar la mecha que se extingue sino encender la fe que, en no pocos, está queriendo brotar: Dios es una pregunta que humaniza.

Desde nuestras comunidades, cada vez más pequeñas y humildes, podemos ser levadura de un mundo más sano y fraterno. Estamos en buenas manos. Dios no está en crisis. Somos nosotros los que no nos atrevemos a seguir a Jesús con alegría y confianza. (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).