“La multitud que lo rodeaba, que era mucha, lo
escuchaba con agrado”
Señor, yo también hoy escucho con agrado tu Palabra, luz
que disipa mis tinieblas, que ilumina mi vida, que me guía
para encontrar el sentido y la
alegría de vivir. Ayúdame con tu Espíritu para que pueda permanecer en “lo que
me has enseñado y se me ha confiado” (S. Pablo).
Ven Señor Jesús te necesito.
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