Jesús dijo a sus discípulos:«Les aseguro que, si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. El que quiera servirme que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre.»
Si el grano de trigo que cae en tierra no muere queda sólo, pero si muere da mucho fruto, empezaba diciendo Jesús, enseñándonos que el camino para la fecundidad, el camino para la vida Plena, feliz es la entrega, el salir de uno mismo, muriendo para dar vida. Si, la entrega generosa, el complicarnos la vida, sirviendo a los demás, el cansarnos en la generosa tarea de llevar a Jesús a los demás, es ganar Vida.
Frente a la preocupación exacerbada de que nadie nos moleste ni nos quite tiempo, ni paz, frente a la amenaza cotidiana de la mezquindad, como muchas veces pasa en nuestro derredor y en nosotros mismos, Jesús nos sigue invitando, con su vida entregada al extremo, a perder la Vida, a entregarla, a morir a nosotros mismos, para dar Vida, para ser fecundos, siendo de este modo discípulos misioneros. (P. Cristian Salomón)
Ven Señor Jesús, te necesito.
http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
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