San Mateo 1,1-16.18-23. Este fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Angel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: "José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque él salvará a su Pueblo de todos sus pecados". Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: La Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". Palabra del Señor
María, estrella del mar
Por
designio de la Providencia divina ella fue llamada María, estrella del mar,
para declarar con su nombre lo que muestra claramente la realidad. (…)
Revestida de belleza y también de fuerza, está coronada, pudiendo calmar con un
gesto los movimientos formidables del mar. Los que navegan en el mar del mundo
presente y la invocan con plena confianza, los arranca del viento de la
tempestad y del furor de los huracanes. Los conduce con ella, triunfantes, a la
orilla de la bienaventurada patria. Mis queridos, no podríamos decir cuantas
veces muchos chocarían con las rocas más abruptas, con el riesgo de hundirse, y
otros golpearían contra los peores escollos sin poder volver, (…) si no fuera
por la presencia de la estrella del mar, María siempre virgen. Ella se pone con
su potente ayuda frente al timón roto y la barca destrozada y privada de toda
ayuda humana, para dirigirlos con su celeste guía al puerto de la paz interior.
Llena de alegría por los nuevos triunfos, la reciente liberación de condenados
y el renovado incremento de pueblos, ella celebra en el Señor. (…) María
resplandece y se distingue por su doble caridad. Está ardientemente fijada en
Dios, adhiere y forma un único espíritu con él. Por otro lado, atrae y consuela
tiernamente el corazón de los elegidos y les comparte los dones excelentes
venidos de la generosidad de su Hijo. (San Amadeo de Lausanne, 1108-1159,
monje cisterciense, obispo, Evangelio del día)
Celebrar la natividad de la Virgen María nos sitúa ante la figura de la Madre del Señor, para aprender a estar disponibles para acoger y aceptar lo que Dios tiene reservado a cada uno, asumiendo con todas las consecuencias, la colaboración con la obra de la salvación.
¿Qué significado tiene en nuestra vida la figura de
María, la Madre del Señor y de la Iglesia? (Dominicos.org)
Ven Señor Jesús, te necesito. http://miencuentroconjesus1.blogspot.com/
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