Intención para la evangelización ‐

Intenciones de oración de Enero: Por el don de la diversidad en la Iglesia El Papa Francisco pide rezar al Espíritu Santo “para que nos ayude a reconocer el don de los diferentes carismas dentro de las comunidades cristianas y a descubrir la riqueza de las diferentes tradiciones rituales dentro de la Iglesia Católica”.

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre"

"Todo el que pide recibe, quien busca encuentra y al que llama se le abre" Mt 7, 7-8. No sé qué quería, pero había algo en mí que me movía a buscar, tal vez que las cosas tengan sentido, y te encontré. Me cuestionaba sobre la vida y me diste tu sabiduría para que pueda encontrar alegría y paz. Ante mis miedos y dudas, te pido que me acompañes en mi peregrinar y me das tu Espíritu Santo, el mismo que te acompaño a vos, hoy me acompaña a mí, me asiste y guía. Hoy sigo buscando más de tu Palabra, de la Verdad y el camino, con la confianza puesta en vos, Dios mío, sé que estás presente en mi vida. Ven Señor Jesús, te necesito.

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16

Del libro de la Sabiduría 6, 12-16: La Sabiduría es luminosa y nunca pierde su brillo: se deja contemplar fácilmente por los que la aman y encontrar por los que la buscan. Ella se anticipa a darse a conocer a los que la desean. El que madruga para buscarla no se fatigará, porque la encontrará sentada a su puerta. Meditar en ella es la perfección de la prudencia, y el que se desvela por su causa pronto quedará libre de inquietudes. La Sabiduría busca por todas partes a los que son dignos de ella, se les aparece con benevolencia en los caminos y le sale al encuentro en todos sus pensamientos.

sábado, 25 de septiembre de 2021

«No se lo impidan»

  

Septiembre mes de la Biblia

 Vigésimo sexto domingo, Lecturas 26-9-21, Ciclo B 

Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mí y que abra mis ojos y mis oídos a tu Palabra, que me guie y asista al meditar tus enseñanzas, para que pueda saborearla y comprenderla, para que tu Palabra penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén  

Lectura libro de los Números 11,16-17a.24-29.

El Señor respondió a Moisés: "Reúneme a setenta de los ancianos de Israel - deberás estar seguro de que son realmente ancianos y escribas del pueblo - llévalos a la Carpa del Encuentro, y que permanezcan allí junto contigo. Yo bajaré hasta allí, te hablaré, y tomaré algo del espíritu que tú posees, para comunicárselo a ellos. Así podrán compartir contigo el peso de este pueblo, y no tendrás que soportarlo tú solo. Moisés salió a comunicar al pueblo las palabras del Señor. Luego reunió a setenta hombres entre los ancianos del pueblo, y los hizo poner de pie alrededor de la Carpa.
Entonces el Señor descendió en la nube y le habló a Moisés. Después tomó algo del espíritu que estaba sobre él y lo infundió a los setenta ancianos. Y apenas el espíritu se posó sobre ellos, comenzaron a hablar en éxtasis; pero después no volvieron a hacerlo. Dos hombres - uno llamado Eldad y el otro Medad - se habían quedado en el campamento; y como figuraban entre los inscritos, el espíritu se posó sobre ellos, a pesar de que no habían ido a la Carpa. Y también ellos se pusieron a hablar en éxtasis. Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con estas palabras: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento". Josué, hijo de Nun, que desde su juventud era ayudante de Moisés, intervino diciendo: "Moisés, señor mío, no se lo permitas".
Pero Moisés le respondió: "¿Acaso estás celoso a causa de mí? ¡Ojalá todos fueran profetas en el pueblo del Señor, porque él les infunde su espíritu!". Palabra de Dios. 
 

Salmo 18, R. Los preceptos del Señor alegran el corazón.

La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple.  R.

La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos.  R.

También a mí me instruyen: observarlos es muy provechoso.  Pero ¿quién advierte sus propios errores?  Purifícame de las faltas ocultas.  R.

Presérvame, además, del orgullo, para que no me domine: entonces seré irreprochable y me veré libre de ese gran pecado.  R.

Carta del apóstol Santiago 5, 1-6 

Ustedes, los ricos, lloren y giman por las desgracias que les van a sobrevenir. Porque sus riquezas se han echado a perder y sus vestidos están roídos por la polilla. Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra ustedes y devorará sus cuerpos como un fuego. ¡Ustedes han amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final! Sepan que el salario que han robado a los que trabajaron en sus campos está clamando, y el clamor de los cosechadores ha llegado a los oídos del Señor del universo. Ustedes llevaron en este mundo una vida de lujo y de placer, y se han cebado a sí mismos para el día de la matanza. Han condenado y han matado al justo, sin que él les opusiera resistencia. Palabra de Dios.   

Evangelio según S. Marcos 9, 38-43. 45. 47-48

Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros.» Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo. Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.»  Palabra del Señor.

 Reflexión    

La liturgia de la palabra en este día nos invita a reflexionar sobre la «cultura del nosotros». La humanidad no es un conjunto de individuos aislados». En el evangelio Jesús nos enseña a estar abierto al bien y a la tolerancia para promover “el encuentro” y el diálogo que tanto necesita nuestra sociedad, hoy. Alegrémonos de que se haga el bien y las buenas obras, aunque no se nos haya ocurrido a nosotros sino a personas de buena voluntad que anhelan un mundo mejor para todos.   

Nadie tiene la exclusividad de Jesús. La escena es sorprendente. Los discípulos se acercan a Jesús con un problema. Esta vez, el portador del grupo no es Pedro, sino Juan, uno de los dos hermanos que andan buscando los primeros puestos. Ahora pretende que el grupo de discípulos tenga la exclusiva de Jesús y el de su acción liberadora.  

Vienen preocupados. Un exorcista no integrado en el grupo está echando demonios en nombre de Jesús. Los discípulos no se alegran de que la gente quede curada y pueda iniciar una vida más humana. Sólo piensan en el prestigio de su propio grupo. Por eso han tratado de cortar de raíz su actuación. Esta es su única razón: «No es de los nuestros».  

Los discípulos dan por supuesto que, para actuar en nombre de Jesús y con su fuerza curadora, es necesario ser miembro de su grupo. Nadie puede apelar a Jesús y trabajar por un mundo más humano sin formar parte de la Iglesia. ¿Es realmente así? ¿Qué piensa Jesús?  

Sus primeras palabras son rotundas: «No se lo impidan». El nombre de Jesús y su fuerza humanizadora son más importantes que el pequeño grupo de sus discípulos. Es bueno que la salvación que trae Jesús se extienda más allá de la Iglesia establecida y ayude a las gentes a vivir de manera más humana. Nadie ha de verla como una competencia desleal.  

Jesús rompe toda tentación sectaria en sus seguidores. No ha constituido su grupo para controlar su salvación mesiánica. No es rabino de una escuela cerrada, sino Profeta de una salvación abierta a todos. Su Iglesia ha de apoyar su Nombre allí donde es invocado para hacer el bien.

No quiere Jesús que entre sus seguidores se hable de los que son nuestros y de los que no lo son, los de dentro y los de fuera, los que pueden actuar en su nombre y los que no pueden hacerlo. Su modo de ver las cosas es diferente: «El que no está contra nosotros está a favor nuestro».  

En este episodio del exorcista sin credenciales, Jesús sale al encuentro de esos primeros gestos de intransigencia entre sus discípulos.  El relato nos descubre el temor mezquino a la competencia de los otros, el creerse en posesión de la verdad, en fin, al discípulo ruin y cicatero, profundamente inseguro, que soporta con dificultad que el Espíritu sople donde quiera.  

El sectarismo y la intolerancia no tienen sitio en la comunidad cristiana.  No puede haber envidias porque otros hagan el bien. ¡Lo que interesa es que el bien sea hecho!  Nuestros auténticos amigos y aliados son los que hacen el bien, los que expulsan demonios, aunque no sean de nuestro grupo. El discípulo de ayer y hoy, ha de saber valorar y trabajar codo a codo, con todo el que hace el bien y lucha por un mundo más justo, fraternal, aunque no esté adscrito a su comunidad, ni tenga su credo, ni pertenezca a su iglesia, grupo o partido.  

Los cristianos deberíamos valorar con gozo los logros humanos, grandes o pequeños, y todos los triunfos de la justicia que se alcanzan en el campo político, económico o social, por efímeros que nos puedan parecer.  Lejos de creernos portadores únicos de salvación, debemos acoger con gozo esa corriente de salvación que se abre camino en la historia de la humanidad, no sólo en la Iglesia sino también junto a ella y más allá de sus muros e instituciones.

Un lenguaje duro. Si tu mano te hace caer, córtatela* Para Jesús, lo primero dentro del grupo de sus seguidores es olvidarse de los propios intereses y ambiciones y ponerse a servir, colaborando en su proyecto de hacer un mundo más humano. No es fácil. A veces, en vez de ayudar a otros creyentes, les podemos hacer daño. Es lo que preocupa a Jesús. Que, entre los suyos, haya quien «escandalice a uno de esos pequeños que creen». Que, entre los cristianos, haya personas que, con su manera de actuar, hagan daño a creyentes más débiles, y los desvíen del mensaje y el proyecto de Jesús. 

Jesús emplea imágenes extremadamente duras para que cada uno extirpe de su vida aquello que se opone a su estilo de entender y de vivir la vida. El lenguaje de Jesús es metafórico. La «mano» es símbolo de la actividad y el trabajo. Jesús empleaba sus manos para bendecir, curar y tocar a los excluidos. Es malo usarlas para herir, golpear, someter o humillar. «Si tu mano te hace caer, córtatela» y renuncia a actuar en contra del estilo de Jesús.  

También los «pies» pueden hacer daño si nos llevan por caminos contrarios a la entrega y el servicio. Jesús caminaba para estar cerca de los más necesitados, y para buscar a los que vivían perdidos. «Si tu pie te hace caer córtatelo», y abandona caminos errados que no ayudan a nadie a seguir a Jesús.  

Los «ojos» representan los deseos y aspiraciones de la persona. Pero, si no miramos a las personas con el amor y la ternura con que las miraba Jesús, terminaremos pensando sólo en nuestro propio interés. «Si tu ojo te hace caer córtatelo» y aprende a mirar la vida de manera más evangélica.  

Quizás para profundizar en esta reflexión nos podamos preguntar, ¿qué sintió la gente al oírle hablar así?, ¿cómo podemos reaccionar nosotros? Por muy dolorosas que sean, si los cristianos no hacemos opciones que aseguren la fidelidad a Jesús, su proyecto no se abrirá camino en el mundo.

Septiembre mes de la Biblia  

La Lectio Divina: Mi experiencia de encuentro con Dios.  

P a s o s  

La Lectio Divina busca profundizar el texto de la Biblia por medio de cinco pasos que son consecutivos y concadenados, pues uno está en relación con el otro y el anterior da elementos al posterior, llevando a un conocimiento gradual del texto, teniendo diferentes acercamientos al texto escrito, buscando el mensaje que transmite y la actualidad que tiene para nuestra vida, queriendo así hacer vida la propuesta que nos presenta el Señor por medio de su Palabra escrita. De ahí que los pasos de la Lectio Divina son medios que partiendo del texto se busca iluminar y transformar la vida.  

Con la Lectio Divina se busca el encuentro personal y vivencial con el Señor, para esto se parte del texto escrito, pero la meta no es lo escrito, sino Aquel que suscitó la Escritura y que motivó al escritor sagrado a comunicarlo. Esto es gracia y don del Señor, de ahí la necesidad de acercarse al texto de la Biblia con el corazón abierto y disponible para escuchar al Señor y que de esa escucha surja el encuentro vivo y actual con Él, que siempre está presente y es el que nos motiva a conocerlo y amarlo por medio de su Palabra.  

En la Lectio Divina se siguen cinco pasos, que son momentos de oración y de búsqueda del Señor, como son: Invocar al Espíritu Santo, Lectura del texto bíblico, Meditación, Oración, Acción. Estos pasos son medios y no fin, de ahí que se los debe seguir como ayudas para el conocimiento de la revelación y de la manifestación del Señor 


Décimo noveno domingo, “Yo soy el pan de Vida”

Vigésimo domingo, María, lugar de encuentro con Dios  

Vigésimo primer domingo, “Señor, ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna”  

Vigésimo segundo domingo, “Ninguna cosa externa que entra en el hombre puede mancharlo; lo que lo hace impuro es aquello que sale del hombre.”  

Vigésimo tercer domingo, «Efatá», «Ábrete.» Presencia liberadora de Dios.”

Vigésimo Cuarto domingo, «Y ustedes ¿Quién dicen que soy yo?»

 Vigésimo quinto domingo, «El que quiera ser el primero, debe hacerse el servidor de todos»

 Aclaración: Se han consultado para la preparación del siguiente texto: El libro del Pueblo de Dios. Centro Bíblico CELAM. Dominicos.org. *J. A. Pagola. Donbosco.org.ar.

Círculo Bíblico San José  

“Tu palabra es una lámpara a mis pies y una luz en mi camino” Sal 119 

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