Miércoles
16 de febrero, Mc 8, 22 – 26.
En
el evangelio: Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida, y le trajeron a un
ciego pidiéndole que lo tocase.
Haciendo vida la Palabra: La curación del ciego en dos
etapas muestra que no siempre es la fe una iluminación instantánea, sino que,
frecuentemente requiere un itinerario que nos acerque a la luz y nos haga ver
claro.
Jesús se lo lleve fuera ¿no nos indicará esto que para
escuchar la Palabra de Dios y ver la realidad en Cristo, debemos salir de los
espacios y tiempos ruidosos que nos ahogan y desvían nuestra atención?
“Yo soy la luz del mundo el que viene detrás de mí no
andará en tinieblas”.
Hoy, en las cuestiones más importantes de mi vida, como
saber de dónde venimos, hacia dónde vamos, qué tenemos que hacer para encontrar
la felicidad ante las distintas circunstancias de la vida, qué valores vivir… ¿sufrimos
ceguera, lo vemos todo claro? Ref. Dominicos.org; Engeli.net
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