Se celebraba una fiesta y
hay personas que por diversos motivos de salud física o espiritual les gustaría
pero no pueden participar. Hoy siento que la invitación a ser parte de la Alegría
del Reino de Dios esta vigente, y me pregunto que cosas me alejan e impiden que
partipe de la alegría de Dios ya desde esta vida?
Como siempre Jesús sale
a mi encuentro y me pregunta: «¿Quieres quedar sano?»
Hoy es el momento de
elegir entre ser “paralítico, estar inmovilizado, argumentando no tengo a
nadie que… o portadores e instrumentos de luz como discípulo de Jesús”. Por
eso mi respuesta es sí Señor, quiero quedar sano, ayúdame a tomar mi camilla y
ponerme en marcha.
Le
pido al Dios de la Vida que me dé un corazón semejante al suyo para poder
seguir su camino y vivir de acuerdo con sus enseñanzas, experimentando en mi
vida los frutos de su Amor.
Ref. Dominicos.org; Engeli.net
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