¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida!
[Juan 10, 11-18 (opcional para el año A)] En aquel tiempo, dijo Jesús: «Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo las roba y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas. Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a esas las tengo que traer, y escucharán mi voz, y habrá un solo rebaño y un solo Pastor. Por esto me ama el Padre, porque yo entrego mi vida para poder recuperarla. Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente. Tengo poder para entregarla y tengo poder para recuperarla: este mandato he recibido de mi Padre». Palabra del Señor.
“Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías, y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce, y yo conozco al Padre”
Hoy la palabra me lleva a reflexionar sobre ¿Cómo un Dios tan grande, el Creador de todas las cosas, me conoce? ¿Cómo Jesús se hizo por Amor presente en mi vida?
Por eso hoy te pido Jesús que me ayudes a entender tu Palabra, a llevarla a mi vida, y que pueda también como vos ser luz para el que necesita.
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