¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida!
[Juan 14, 27-31a] En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe de este mundo; no es que él tenga poder sobre mí, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo». Palabra del Señor.
¡No se inquieten ni teman! “Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo”
Hoy la Palabra me lleva a reflexionar si en mis cosas de cada día, en medio de los dramas cotidianos, vivo con el don de la Paz que Jesús me regala, si experimento su presencia que no me deja solo, sino que acompaña con la fuerza de su Espíritu. Donde la Paz de Jesús tiene que ver más con la certeza de su presencia en medio de los conflictos de mi vida que con el pensamiento de “vivir sin problemas”. Siento a Jesús resucitado y la conciencia de su presencia me ayuda a tener Paz en el corazón. (ref. donboco.org.ar)
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