¡Deja que la Palabra del Señor transforme tu vida!
[Mateo 8, 28-34] En aquel tiempo, llegó Jesús a la otra orilla, a la región de los gadarenos. Desde los sepulcros dos endemoniados salieron a su encuentro; eran tan furiosos que nadie se atrevía a transitar por aquel camino. Y le dijeron a gritos: «¿Qué tenemos que ver nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí a atormentarnos antes de tiempo?». A cierta distancia, una gran piara de cerdos estaba paciendo. Los demonios le rogaron: «Si nos echas, mándanos a la piara». Jesús les dijo: «Id». Salieron y se metieron en los cerdos. Y la piara entera se abalanzó acantilado abajo al mar y murieron en las aguas. Los porquerizos huyeron al pueblo y lo contaron todo, incluyendo lo de los endemoniados. Entonces el pueblo entero salió a donde estaba Jesús y, al verlo, le rogaron que se marchara de su país. Palabra del Señor.
“Nadie se atrevía a transitar por aquel camino”
Hoy la Palabra me lleva a reflexionar, que cosas me impiden pasar por el camino, avanzar, que provienen de lugares de no vida, que son feroces, provocan miedo.
Cada encuentro con la Palabra del Evangelio me habla. Me hace tomar conciencia de los demonios que se presentan, que traban, que asustan… me hace dar cuenta de que necesito que Jesús me ayude a liberarme, a provocar esos cambios en mí vida. Necesito ser libre. De andar, de caminar, de SER. (Ref.: donbosco.org.ar)
1 comentario:
«Jesús ha venido a liberarnos de la esclavitud del demonio sobre nosotros. Y no se puede decir que así exageramos. Siempre debemos vigilar contra el engaño, contra la seducción del maligno» (Francisco)
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