Durante septiembre se celebra el Mes de la Biblia con la idea de propiciar el encuentro personal con Dios a través de la Sagrada Escritura.
Este tiempo especial se celebra con motivo de la fiesta de San Jerónimo, traductor de la Biblia al latín, fallecido el 30 de septiembre del año 420.Durante este mes vamos a compartir algunos versículos bíblicos y reflexiones:
Para el cristiano, la persona de Jesucristo es el centro que da sentido a su vida. Ya es común recordar la frase del Santo Padre en Aparecida: “No se comienza a ser cristiano, por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” (Ap. 243).
Ahora bien, la pregunta importante es saber: ¿Dónde me encuentro hoy con Jesucristo? Esta pregunta nos permite descubrir uno de los modos que él ha elegido para permanecer con nosotros, su Palabra, que es la Palabra de Dios.
Esta presencia de Jesucristo a través de su Palabra no tiene sólo un contenido doctrinal, sino que es para nosotros un acontecimiento que nos permite hoy entrar en comunión viva con él. La Biblia no es un libro del pasado, algo histórico, sino un acontecimiento que se hace presencia para quien la lee con un corazón abierto, este es el principio de la fe. La Palabra de Dios que se hizo realidad humana y divina en la persona de Jesucristo, es nuestro primer lugar de encuentro con él. Para esto he venido, nos dirá, para ser el Camino, la Verdad y la Vida de cada uno de ustedes. Como vemos, el lugar que ocupa la Palabra de Dios en un cristiano es único y central. Por ello se dice que el cristianismo no es tanto el camino del hombre hacia Dios, sino el camino de Dios hacia el hombre. A este camino de Dios lo encontramos en la Biblia.
Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” Jn 14, 6.
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