Tiempo de Navidad
1 de enero 2017, -Ciclo A-
Dios mío, envía ahora tu Espíritu sobre mi y que abra mis ojos y mis
oídos a tu Palabra, que me guíe y asista al meditar tus enseñanzas, para
que pueda saborearla y comprenderla, para que tu
Palabra penetre en mi corazón, y me conduzca a la Verdad completa. Amén
1ª
Lectura del libro de los Números 6, 22-27
El
Señor dijo a Moisés: “Habla en estos términos a Aarón y a sus hijos: Así
bendecirán a los israelitas. Ustedes les dirán: ‘Que el Señor te bendiga y te proteja.
Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia. Que el
Señor te descubra su rostro y te conceda la paz’. Que ellos invoquen mi nombre
sobre los israelitas, y yo los bendeciré”. Palabra de Dios.
Salmo
66
R: El Señor tenga piedad y nos bendiga.
El
Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para
que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones. R.
Que
canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y
guías a las naciones de la tierra. El Señor tenga piedad y nos bendiga. R.
¡Que los pueblos te den gracias, Señor, que todos los pueblos te den
gracias! Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra. R.
Carta
de Pablo a los cristianos de Galacia 4, 4-7
Hermanos:
Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una
mujer y sujeto a la Ley ,
para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de
que ustedes son hijos, es que Dios infundió en nuestros corazones el Espíritu
de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, es decir, ¡Padre! Así, ya no
eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
Evangelio
según san Lucas 2, 16-21.
Los
pastores fueron rápidamente adonde les había dicho el Ángel del Señor y
encontraron a María, a José y al recién nacido acostado en el pesebre. Al
verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este niño, y todos los que los
escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores. Mientras tanto,
María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores
volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído,
conforme al anuncio que habían recibido. Ocho días después, llegó el tiempo de
circuncidar al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido
dado por el Ángel antes de su concepción. Palabra del Señor.
Reflexión:
“María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón”
El Evangelio según san Lucas narra que los pastores de Belén,
tras haber recibido del ángel el anuncio del nacimiento del Mesías,
"fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido
acostado en el pesebre". Ante los primeros testigos oculares del nacimiento
de Jesús se presentó, por tanto, la escena de una familia: madre, padre e hijo
recién nacido. Por esto la
Liturgia nos propone celebrar, en el primer domingo después
de Navidad, la fiesta de la santa Familia [...] Nos invita a contemplar este
"ícono" en el que el pequeño Jesús aparece en el centro del afecto y
de la solicitud de sus padres. En la pobre gruta de Belén - escriben los Padres
de la Iglesia
- resplandece una luz vivísima, reflejo del misterio profundo que envuelve a
ese Niño, y que María y José guardan en sus corazones y dejan transparentar en
sus miradas, en los gestos, sobre todo en sus silencios. Ellos, de hecho,
conservan en lo más íntimo las palabras del anuncio del ángel a María: "Aquel que nacerá será llamado Hijo de
Dios"[...] ¡Qué importante es, entonces, que cada niño, al venir al
mundo, sea acogido por el calor de una familia!
No importan las comodidades exteriores: Jesús nació en un
establo y como primera cuna tuvo un pesebre, pero el amor de María y de José le
hizo sentir la ternura y la belleza de ser amado. De esto necesitan los niños:
del amor del padre y de la madre. Esto es lo que les da seguridad y lo que, al
crecer, permite el descubrimiento del sentido de la vida.
La identidad del recién nacido. “Ocho días después, llegó el tiempo de circuncidar
al niño y se le puso el nombre de Jesús, nombre que le había sido dado por el
Ángel antes de su concepción”; así describe el evangelista la identidad del
recién nacido que hasta ese momento no había sido nombrado. En la Sagrada Escritura ,
el nombre identifica la vocación y la misión del recién nacido o para realizar
el plan de Dios en la historia de la salvación. Cuando Dios llama a una misión
especial, muchas veces cambia el nombre del elegido: Abram (padre exaltado) por
Abraham (padre de multitudes); Sarai (princesa) por Sara (princesa de todo el
mundo). Lo mismo sucederá con Pedro, Pablo y otros apóstoles en el Nuevo
Testamento. Cuando bautizamos un bebé estamos presentando a Dios a alguien a
quien él llamó a la vida y le dio una misión.
María
puso a su hijo el nombre de Jesús, el que le había dado el Ángel antes de su
concepción y que significa Dios salva o Salvador. El nombre ya identifica la
vocación y la misión del Mesías. Lucas nos relata también lo que sucede en esos
ocho días, como si fuera una nueva creación o una Pascua. Así se cumple el
tiempo, y llega a la plenitud. María recordaba y meditaba en su corazón todo lo
que ocurría. Hoy somos nosotros los que tenemos que guardar estas cosas en
nuestro corazón y meditarlas para darle al recién nacido una morada.
Hoy lleno de gracia y con gozo, vamos a pedirle a Dios, que nos acompañe
en nuestro peregrinar: Para que esta Navidad no se marchite como una
flor.
Para que su mensaje no muera cuando cese el bullicio.
Para que su paz no sea tan efímera como el arbolito que adorna nuestro hogar.
Acompañados por Dios hagamos que la alegría de esta Navidad, se prolongue durante todo el año, como el nacimiento hacia una vida que quiere crecer y madurar en la paz en el amor y en la justicia.
Para que su mensaje no muera cuando cese el bullicio.
Para que su paz no sea tan efímera como el arbolito que adorna nuestro hogar.
Acompañados por Dios hagamos que la alegría de esta Navidad, se prolongue durante todo el año, como el nacimiento hacia una vida que quiere crecer y madurar en la paz en el amor y en la justicia.
Compartamos
como hermanos en Cristo Jesús, la alegría de estar unidos a Él por el amor.
Jesús estará realmente entre los hombres, si los cristianos lo mostramos al
mundo, porque el rostro visible de Cristo de hoy somos cada uno de nosotros.
Con
nuestra actitud de vida, los cristianos damos vida a Cristo. Por eso desde
lo más profundo de nuestro corazón y con la fuerza de lo alto, decimos: “Ven Señor Jesús”.
Mensaje del
papa Francisco para la 50ª Jornada Mundial de la Paz (1º de enero 2017)
“La no
violencia: Estilo de una política para la Paz ”
El
Papa Francisco lanzó un especial desafío a los católicos para que la paz reine
en todo el mundo: que la violencia sea desterrada de la vida de cada uno y que
eso se haga a través de la oración y la acción,
“en el 2017, comprometámonos
con nuestra oración y acción a ser personas que aparten de su corazón, de sus
palabras y de sus gestos la violencia, y a construir comunidades no violentas,
que cuiden de la casa común”.
El
Papa explica que este desafío puede lograrse a través de las 8
Bienaventuranzas, ya que ellas “trazan el perfil de la persona que podemos
definir bienaventurada, buena y auténtica. Bienaventurados los mansos —dice
Jesús—, los misericordiosos, los que trabajan por la paz, y los puros de
corazón, los que tienen hambre y sed de la justicia”.
“Esto
es también un programa y un desafío para los líderes políticos y religiosos,
para los responsables de las instituciones internacionales y los dirigentes de
las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo: aplicar las
bienaventuranzas en el desempeño de sus propias responsabilidades”.
Francisco
recuerda que “la no violencia activa es una manera de mostrar verdaderamente
cómo, de verdad, la unidad es más importante y fecunda que el conflicto. Todo
en el mundo está íntimamente interconectado”.
“Puede
suceder que las diferencias generen choques: afrontémoslos de forma
constructiva y no violenta, de manera que «las tensiones y los opuestos
[puedan] alcanzar una unidad pluriforme que engendra nueva vida», conservando
«las virtualidades valiosas de las polaridades en pugna»”…
Francisco
también alerta sobre el gran peligro de las guerras y explica que “la violencia
no es la solución para nuestro mundo fragmentado. Responder con violencia a la
violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un
enorme sufrimiento, ya que las grandes cantidades de recursos que se destinan a
fines militares son sustraídas de las necesidades cotidianas de los jóvenes, de
las familias en dificultad, de los ancianos, de los enfermos, de la gran
mayoría de los habitantes del mundo. En el peor de los casos, lleva a la muerte
física y espiritual de muchos, si no es de todos”.
Para
hacer frente a esta realidad, explica el Papa, es necesario abrirse al Señor:
“quien acoge la Buena
Noticia de Jesús reconoce su propia violencia y se deja curar
por la misericordia de Dios, convirtiéndose a su vez en instrumento de
reconciliación, según la exhortación de san Francisco de Asís: «Que la paz que anunciáis de palabra la
tengáis, y en mayor medida, en vuestros corazones»”.
El
Santo Padre precisa además que “muchas veces la no violencia se entiende como
rendición, desinterés y pasividad, pero en realidad no es así. Cuando la Madre Teresa recibió
el premio Nobel de la Paz ,
en 1979, declaró claramente su mensaje de la no violencia activa: «En nuestras
familias no tenemos necesidad de bombas y armas, de destruir para traer la paz,
sino de vivir unidos, amándonos unos a otros […]. Y entonces seremos
capaces de superar todo el mal que hay en el mundo»”.
Otros
ejemplos exitosos que recuerda el Pontífice son los de “Mahatma Gandhi y Khan
Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India , y de Martin Luther King Jr. contra la
discriminación racial. En especial, las mujeres son frecuentemente líderes de
la no violencia, como, por ejemplo, Leymah Gbowee y miles de mujeres
liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta
(pray-ins), obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la
segunda guerra civil en Liberia”.
La familia, “Si el origen
del que brota la violencia está en el corazón de los hombres, entonces es
fundamental recorrer el sendero de la no violencia en primer lugar en el
seno de la familia… Francisco resalta en su mensaje que “la familia es el
espacio indispensable en el que los cónyuges, padres e hijos, hermanos y
hermanas aprenden a comunicarse y a cuidarse unos a otros de modo
desinteresado, y donde los desacuerdos o incluso los conflictos deben ser
superados no con la fuerza, sino con el diálogo, el respeto, la búsqueda del
bien del otro, la misericordia y el perdón”.
El
Santo Padre alienta con urgencia a detener “la violencia doméstica y
los abusos a mujeres y niños. El Jubileo de la Misericordia ,
concluido el pasado mes de noviembre, nos ha invitado a mirar dentro de nuestro
corazón y a dejar que entre en él la misericordia de Dios”.
Para
concluir su mensaje, el Papa comenta que firma su mensaje con fecha 8 de
diciembre, cuando la Iglesia
celebra la
Inmaculada Concepción de la Virgen María.
Por
ello exhorta a pedirle “que sea ella quien nos guíe”. «Todos deseamos la paz;
muchas personas la construyen cada día con pequeños gestos; muchos sufren y
soportan pacientemente la fatiga de intentar edificarla»”
Ven Señor Jesús
«
¡Ven!». Que venga el que tiene sed, y el que quiera, que beba
gratuitamente del agua
de la vida. (Ap 22, 17)
Nuestra
oración
Dios nuestro,
Padre de la luz, tú has enviado al mundo tu Palabra, sabiduría que sale de tu
boca, Tú has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que procede de ti, se
hiciera carne y viviera en medio de tu pueblo.
Preparándonos
a la llegada del Mesías queremos pedirte:
Que cures
la ceguera de nuestra oscuridad, para que podamos ver las circunstancias de
nuestra vida como Él las ve.
Que cures
la sordera de nuestro ruido, para que podamos oír su Voz y seguirle sólo a
Él.
Que cures
nuestra mudez, para que podamos proclamar su Palabra a todo el que quiera
oírla.
Que cures
nuestra cojera y nuestra parálisis, para que podamos andar por el camino
que nos lleva al Cielo.
Aclaración: Se han utilizado para
la preparación de las reflexiones: El libro del Pueblo de Dios. P. Aderico Dolzani, ssp. Benedicto
XVI. ACIprensa.
Lectio Divina: los Sábados 17 hs. en:
Círculo Bíblico San José
Parroquia San José: Brandsen 4970
V. Domínico.
Si querés
recibir la hojita por e-mail pedila:
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