"Ahí tienes a tu hijo"
san Juan 19, 25-27: En aquel tiempo, junto a la cruz
de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María
Magdalena. Jesús, al ver a su madre, y cerca al discípulo que tanto quería,
dijo a su madre: - "Mujer, ahí tienes a tu hijo". Luego dijo al
discípulo: - "Ahí tienes a tu madre". Y desde aquella hora el
discípulo la recibió en su casa. Palabra del Señor
Cuando Jesús entrega a María, su madre, al discípulo
amado, su amor se hace extensible, en él, a toda la humanidad. El discípulo
amado nos representa a todos. Estamos invitados e invitadas a recibir en
nuestra propia casa el amor que irradia María, fuente del amor. Recibirlo
en nuestro interior como algo propio.
En la Pietà de Miguel Ángel, María aparece bien joven, más joven que su hijo crucificado, cuando ya debía tener como mínimo alrededor de 50 años. Al preguntarle al escultor porqué había esculpido el rostro de María tan joven, Miguel Ángel contestó: “Las personas apasionadas por Dios no envejecen nunca”. ¡Apasionada por Dios! ¿Hay en mí esta pasión? (donbosco.org.ar y Orden de las Carmelitas)
Ven Señor Jesús, te necesito.
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