15 Que Dios me conceda hablar con inteligencia, y que mis pensamientos sean dignos de los dones recibidos, porque él mismo es el guía de la Sabiduría y el que dirige a los sabios.16 En sus manos estamos nosotros y nuestras palabras, y también todo el saber y la destreza para obrar. 17 Él me dio un conocimiento exacto de todo lo que existe, para comprender la estructura del mundo y la actividad de los elementos; 18 el comienzo, el fin y el medio de los tiempos, la alternancia de los solsticios y el cambio de las estaciones, 19 los ciclos del año y las posiciones de los astros; 20 la naturaleza de los animales y los instintos de las fieras, el poder de los espíritus y los pensamientos de los hombres; las variedades de las plantas y las propiedades de las raíces. 21 Conocí todo lo que está oculto o manifiesto, porque me instruyó la Sabiduría, la artífice de todas las cosas. (Sabiduría 7,15-21)
Dios nuestro, Padre de la luz, tú has enviado al mundo tu Palabra, sabiduría que sale de tu boca, Tú has querido que tu propio Hijo, Palabra eterna que procede de ti (Jn 1,1-14), se hiciera carne y viviera en medio de tu pueblo. Envía ahora tu Espíritu sobre nosotros: Que Él nos dé un corazón oyente (1 Re 3,9), nos permita encontrarte en tus Santas Escrituras y engendre tu Verbo en nosotros. Que el Espíritu Santo levante el velo de nuestros ojos (2 Cor 3,12-16), nos conduzca a la Verdad Completa (Jn 16,13), y nos dé inteligencia y perseverancia.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor, Él sea bendito y alabado por los siglos de los siglos. Amén.
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