Recuperar a Jesús como Maestro interior. Para bastantes cristianos de nuestros días, la resurrección de Jesús se reduce a un hecho del pasado. Algo que le sucedió al muerto Jesús hace más de dos mil años. Hablamos del sepulcro vacío, las apariciones o el testimonio de los discípulos, pero no acertamos a vivir nosotros mismos la experiencia de encontrarnos interiormente con él. Sin embargo, para Pablo de Tarso, encontrarse con el Resucitado es, antes que nada, una experiencia interior: «Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí». Esta experiencia de Cristo resucitado que habita en lo profundo de nuestro ser es lo que nos permite abrirnos a él como «Maestro interior». (J A Pagola)
Sáname, lávame, transfórmame Señor con tu Espíritu, y déjame sentir, el fuego de Tú Amor, aquí en mi corazón. Amén.
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